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¿Es realmente el vino el elixir de la eterna juventud?

Un estudio realizado en EE.UU. aborda el tema de si los bebedores moderados realmente mantienen estilos de vida saludables

Un estudio realizado en EE.UU. aborda el tema de si los bebedores moderados realmente mantienen estilos de vida saludables

El Equilibrio

El Corolario: ¿La Persona o el Vino?

Esta investigación deja una nueva incógnita abierta, ya que finalmente, si bien se llegan a conclusiones válidas, no se aclara la relación existente entre ambos factores: el tradicional objeto de estudio, el vino, y el nuevo incluido en la ecuación, la persona; es decir, queda por saber si el consumo moderado de vino es el responsable de una vida sana y equilibrada, o bien las personas con una vida sana y equilibrada les llevan a consumir moderadamente vino.
Existen numerosos estudios que relacionan el consumo moderado de vino con vivir una vida más larga y sana. La interpretación más habitual es que en la propia bebida se encuentran los resultados, donde, bien una cantidad equilibrada de alcohol, bien el contenido de polifenoles del vino tinto, o una correcta combinación de ambos, proporcionan beneficios para la salud.
 Sin embargo un nuevo estudio realizado por un equipo de la Universidad de Texas ha introducido una nueva variable en la ecuación al preguntarse si el vino por si sólo es suficiente para lograr los resultados o existe un comportamiento equilibrado del consumidor, un estilo de vida, directamente asociado a estos resultados y que puedan ayudar a explicar por qué beber con moderación es más beneficioso que la abstención y el consumo excesivo.

El equipo del Doctor Charles Holahan, al frente del estudio, realizó un seguimiento a cerca de dos mil pacientes durante más de 20 años, donde se tomaron detallados registros de todas las variables asociadas (edades, sexos, enfermedades, consumo de alcohol, ejercicio físico, causa de muerte,… y un largo etcétera). La primera conclusión tras estudiar todos los datos es que los pacientes abstemios tenían más del doble de riesgo de mortalidad estimada, mientras que en los bebedores en exceso (alcohólicos) este índice ascendía hasta el 70% y, con el menor índice de mortalidad se situaban los bebedores moderados con tan sólo un 23 por ciento.

Además de estas primeras conclusiones, la investigación, que será publicada en una revista médica el próximo mes de noviembre, demostró que las personas de consumo moderado de vino y otras bebidas alcohólicas (que nunca tuviesen con anterioridad problemas con el alcohol) no utilizan la bebida como un "agente de afrontamiento" (algo habitual en personas con alcoholismo) sino como un "agente social" y tienden a ser personas de salud mental y física más equilibrada. Tanto es así que el estudio concluyó que las personas de consumo moderado y muy moderado, realizan más ejercicio físico y tienen menores tasas de obesidad que abstemios y alcohólicos.

"Nuestros hallazgos se basan en que una parte importante del efecto de supervivencia en adultos es debido al consumo moderado de alcohol, efecto que no se da con la abstinencia" explica el Dr. Holahan, y añade que "el consumo de una o dos bebidas con alcohol al día no parece aumentar el riesgo de deterioro cognitivo o físico en adultos."

Pero el estudio matiza además que si el consumo es de vino los beneficios son "extras", presumiblemente a causa de compuestos antioxidantes como el resveratrol y otros polifenoles que se encuentran en el vino tinto.

 

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