Maridajes de arte y gastronomía Por OleoDixit
La experiencia gastronómica completa abarca todos los sentidos. Por eso ir a comer a un restaurante pasa por mucho más que la comida. La ambientación, la música, el servicio, la presentación del plato, todo confluye en vivir un momento que va más allá de qué tan buena sea la cocina. Dentro de la filosofía de dar algo más que buenos sabores, hay algunos lugares que exploran la relación de la gastronomía con el arte, y que proveen además de el estímulo gustativo, un estímulo visual que los distingue. Son restaurantes que cuentan, como propuesta, con obras de arte únicas que aportan algo extra a quien concurre.
Si te gusta el arte y te gusta comer bien, estos lugares son para vos.
Costa Rica 5560, Palermo
El artista chaqueño Milo Lockett está en uno de sus mejores momentos, y luego de haber adornado las paredes de restaurantes como Olaya, ahora abrió su propio espacio gastronómico en Palermo. Aquí, las obras de arte no son un mero decorado sino que se fusionan con el lugar: paredes y mesas, todo está realizado por Lockett, y además, cuenta con un DJ residente que aporta la música para expandir la experiencia. En cuanto a la comida, tienen riquísimos appetizers, ensaladas y hamburguesas gourmet, además de platos como el Mix de mar o el Pulpo al ajillo con hongos silvestres. Un lugar a la vez trendy y artístico para visitar.
Av. Infanta Isabel 555
El Café Sívori está frente al patio de esculturas del Museo Eduardo Sívori, que cuenta con una colección de cuatro mil piezas de arte argentino de los siglos XX y XXI. Tiene un espacio de mesas al aire libre rodeadas de árboles, arte y el Ferrocarril Mitre que pasa periódicamente con el sonido rítmico de los vagones sobre las vías. Es todo un respiro de paz en medio de la ciudad. Se destaca su pastelería, de elaboración casera, con nombres originales como Torta Pecado Original, Mandarina Voluptuosa o Negrita Mía, además de varios platos de almuerzo como Crêpe de setas, Pollo a la Sívori o Pasta rellena con berenjena y nueces.
Humboldt 1905, Palermo
A la entrada de La Pescadorita está la escultura del artista Marcos López del Sireno del Río de la Plata, cuya fotografía homónima se encuentra en el puerto de Viejo de Algorta, Getxo, en el País Vasco, donde a medida que baja la marea se descubre su cuerpo mitad pez. Dentro, cuenta con un mural de Pablo Cortés que representa una gran sirena rubia bajo el mar. Su cocina se caracteriza por los pescados y mariscos frescos, en platos como Chipirones al hierro, Paella de mariscos o Lenguado en hojaldre con crema de limón, por citar algunas de sus delicias marítimas.
Bonpland 2187, Palermo
ste restaurante y atelier cuyas paredes están repletas de cuadros, muchos de ellos en venta,está en una antigua casona reciclada que es el marco apropiado para un salón amplio y de techos altos, con detalles rústicos y mucho arte. La carta del restaurante es reducida pero con productos frescos y cocina de autor, como los Arancinis de Toulouse, que son croquetas de risotto y fontina, o platos como su Espiral de lomo y panceta ahumada, con volcán de papas, queso fontina y vegetales grillados. Un lugar con espíritu bohemio y riquísima comida.
Boedo 878, Boedo
Pan y Arte es un espacio gastronómico y cultural que combina una sala de teatro y una fundación cultural con un restaurante de cocina típica con impronta mendocina. Está ambientado como un bodegón y sus paredes están llenas de pinturas y obras de arte. Para sus platos no usan conservantes, las harinas son orgánicas y no hay frituras, todo es hecho al horno. Comidas como Calabaza con humita, Milanesa campechana con cebollas asadas o Carne a la masa. Fieles a su propuesta, cuentan con una buena selección de vino, por supuesto, de Mendoza como corresponde.
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