LA CABRERA
Se puede ir a comer una parrilla, y comer bien, o se puede ir a La Cabrera, y disfrutar no solo de la carne más rica de Buenos Aires sino también de un momento gastronómico único y profundamente argentino; y es que La Cabrera combina el ambiente familiar y acogedor de un bodegón con los detalles campestres de una pulpería y el servicio y la calidad de un restaurante de primer nivel, como queda demostrado su inclusión en la lista de los 50 mejores restaurantes de Latinoamérica de 2015, según la guía 50 best restaurants.
Desde el momento en que se entra, la atención hace que uno se sienta bienvenido. Pero al sentarse a la mesa, cuando empiezan a llegar la panera con un exquisito paté (servido sobre una piedra, gran detalle de presentación) y las numerosas cazuelas de cortesía, es cuando la experiencia empieza a cristalizarse. Con pequeños recipientes de puré de papas, puré de manzanas, humita con queso, o crema de morrones, por solo dar unos ejemplos, ya antes de que la comida pedida llegue a la mesa se empieza a disfrutar grandemente. Además, hay una buena selección de entradas, entre las que se destaca la provoleta (y su variante con jamón crudo, tomates secos y albahaca).
Por supuesto, sin embargo, que la estrella indiscutible del lugar es la carne. Además de deliciosos cortes clásicos como el Bife de Chorizo, la Entraña o el Lomo (que puede ser con marinada de verduras o al perfume de tomillo), hay opciones como el Churrasquito con panceta o la Pamplona de pollo rellena. Además, La Cabrera es una de las pocas parrillas de Argentina donde pueden probarse carnes especiales como son el Kobe y el Dry-Aged Beef.
El primero es una introducción relativamente reciente en la Argentina. Es carne de vacas de la raza Wagyu, proveniente de Japón, específicamente de la región de Kobe, que ahora se crían también en el país. Son animales de mayor grasa intramuscular, lo que se traduce en una carne más tierna y sabrosa. El segundo consiste en un Bife de chorizo estacionado durante al menos doce días en condiciones controladas de temperatura y humedad, y eso da como resultado sabores más concentrados y mayor consistencia, o sea, una delicia. Dos especialidades de la casa que vale la pena probar, en un lugar donde todo vale la pena.
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