Tecnología de la Fórmula 1 para mejorar la calidad del vino
Viticultores se aprovechan de estos avances para tener la posibilidad de controlar sus viñedos desde la distancia
Las escuderías que compiten en la Fórmula 1 están sometidas a la máxima exigencia competitiva, lo que les obliga a permanecer en un estado constante de evolución.
La tecnología que hace los monoplazas más rápidos, más eficientes y más seguros es empleada en ámbitos y personas que nada tienen que ver con el campeonato de velocidad más importante del mundo.
En 'Tecnología de punta en la viticultura' descubrimos cómo a partir de los materiales empleados en la construcción de los motores y tubos de escape de los coches, que llegan a soportar 2.000 grados centígrados, se elaboran satélites espaciales, que a su vez ayudan a mejorar el proceso de elaboración del vino.
"Hay más de 3.000 satélites y vehículos espaciales en órbita; los utilizamos hoy día para muchos fines, en particular para aplicaciones agrícolas", asegura Miguel Angel Molina, ingeniero de GMV Aerospace, que destaca la importancia de la Fórmula 1 como "banco de pruebas" previo a la fabricación de satélites que deben estar preparados para aguantar temperaturas extremas: "Motores y tubos de escape soportan un rango de grados muy similar, por lo tanto hay que utilizar materiales muy similares", explica Molina.
Alessandro Tacconi, director de Ingeniería de Valor de la escudería Ferrari, se expresa en idénticos términos: "Desarrollamos estos materiales junto con la agencia aeroespacial y nuestros proveedores.
En el caso de resistencia a altas temperaturas hacemos pruebas con diferentes materiales y procesos que nos llevan a realizar este tipo de materiales". Una vez puestos en órbita los satélites comienzan los beneficios para las personas.
David Zárate es un buen ejemplo de ello. Desde su residencia de Monterrey (México) controla sus viñedos en España gracias a la información que recibe vía satélite.
"Gracias a las fotografías de satélite que recibimos podemos determinar las temperaturas de las vides y poder tomar decisiones sobre el riego que se necesita en ciertas áreas", afirma.Introducir la tecnología procedente de la Fórmula 1 en el día a día de las Bodegas Conde de Villaseñor "fue un gran paso para mejorar la calidad de nuestros cultivos, del trabajo y para mejorar la vida de las personas que trabajamos en el campo", finaliza Zárate.
FUENTE: EL MUNDO
La tecnología que hace los monoplazas más rápidos, más eficientes y más seguros es empleada en ámbitos y personas que nada tienen que ver con el campeonato de velocidad más importante del mundo.
En 'Tecnología de punta en la viticultura' descubrimos cómo a partir de los materiales empleados en la construcción de los motores y tubos de escape de los coches, que llegan a soportar 2.000 grados centígrados, se elaboran satélites espaciales, que a su vez ayudan a mejorar el proceso de elaboración del vino.
"Hay más de 3.000 satélites y vehículos espaciales en órbita; los utilizamos hoy día para muchos fines, en particular para aplicaciones agrícolas", asegura Miguel Angel Molina, ingeniero de GMV Aerospace, que destaca la importancia de la Fórmula 1 como "banco de pruebas" previo a la fabricación de satélites que deben estar preparados para aguantar temperaturas extremas: "Motores y tubos de escape soportan un rango de grados muy similar, por lo tanto hay que utilizar materiales muy similares", explica Molina.
Alessandro Tacconi, director de Ingeniería de Valor de la escudería Ferrari, se expresa en idénticos términos: "Desarrollamos estos materiales junto con la agencia aeroespacial y nuestros proveedores.
En el caso de resistencia a altas temperaturas hacemos pruebas con diferentes materiales y procesos que nos llevan a realizar este tipo de materiales". Una vez puestos en órbita los satélites comienzan los beneficios para las personas.
David Zárate es un buen ejemplo de ello. Desde su residencia de Monterrey (México) controla sus viñedos en España gracias a la información que recibe vía satélite.
"Gracias a las fotografías de satélite que recibimos podemos determinar las temperaturas de las vides y poder tomar decisiones sobre el riego que se necesita en ciertas áreas", afirma.Introducir la tecnología procedente de la Fórmula 1 en el día a día de las Bodegas Conde de Villaseñor "fue un gran paso para mejorar la calidad de nuestros cultivos, del trabajo y para mejorar la vida de las personas que trabajamos en el campo", finaliza Zárate.
FUENTE: EL MUNDO
Comentarios