Chocolates con sabor a vino, un maridaje que trata de ser rentable
Inspirada en los viñedos mendocinos, una pareja creó una marca que se vende en vinotecas
Malbec, cabernet y extra brut. Las variedades no sólo vienen en botella. La Goulue Chocolatier convirtió los sabores en chocolate, en un maridaje perfecto para los golosos que disfrutan del buen vino. La fórmula es el resultado de la combinación de los gustos de Carla Berardi (33) y Guillermo Nicosia (37), una pareja que encontró en el paisaje mendocino una inspiración para emprender.
"Fue a fines de 2011, ya con dos años de casados, durante un viaje a Mendoza, recorriendo bodegas, cuando nos preguntamos si podíamos lograr un producto que uniera nuestras pasiones: la mía por el vino y la de Carla por el chocolate", cuenta Nicosia. A su regreso empezaron a investigar cómo lograr la fusión, nada sencilla, por cierto. "El vino tiene alto contenido de agua y bajo porcentaje de alcohol, y el chocolate, resistencia a mezclarse con esos componentes", explica el creador de La Goulue Chocolatier.
Su historia como emprendedor había empezado antes. El ingeniero industrial pasó por distintas empresas y se asentó en una automotriz en la que trabajó durante una década. Sin embargo, resistía la relación de dependencia con proyectos diversos. El que concretó, en sociedad con su primo, fue un criadero de chinchillas, que al cabo de dos años terminaron vendiendo. La experiencia, dice, le aportó una dinámica de estudio de factibilidad y análisis de mercado en rubros desconocidos.
Berardi, dedicada a Recursos Humanos y Administración, mantuvo su trabajo en una multinacional. Nicosia se alejó de la automotriz en enero último. No veía un futuro convincente que justificara los malabares que hacía entre sus obligaciones y el emprendimiento. Pasó dos años después de que comenzaron a vender los chocolates que elaboraban sobre un mármol que les habían regalado. La pareja decidió apostar por su empresa. "Carla mantiene a la familia; el inicio es duro, crear algo nuevo y sin respaldo financiero también, así que ella aporta la estabilidad y yo, el proyecto futuro. Ojalá pueda ser el sustento de la familia", se entusiasma.
Entre el viaje a Mendoza y el lanzamiento de la marca, la pareja profesionalizó su afición. Focus group mediante, y con la ayuda de algunos colaboradores, diseñaron un plan de negocios y La Goulue tomó ritmo. La comercialización se expandió como es típico entre los emprendedores: primero le vendieron a amigos y conocidos, y más tarde lograron clientes fuera del círculo. "En 2014 comenzamos a recorrer las vinotecas, puerta por puerta, con la ayuda de mi madre, una vendedora de toda la vida", relata el ingeniero. Para mediados de año, la firma ya distribuía en 30 puntos de venta, pero fue un acuerdo con Bodega Colomé el impulso al siguiente estadio. "Montamos la fábrica y laboratorio de chocolate donde hoy producimos, con materia prima de Bélgica", dice. Desde junio, los dulces llegaron a la cadena Winery, que tiene más de 20 locales. Y los pedidos se dispararon. En un futuro cercano, ampliará su radio de alcance, con una red de distribuidores y representantes en todo el país. En ese plan, La Goulue aprovechará la relación con el vino: el maridaje perfecto.
Fuente: http://www.lanacion.com.ar/1849428-chocolates-con-sabor-a-vino-un-maridaje-que-trata-de-ser-rentable
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