Un vino con José Galante: habla el experto en la industria vitivinícola
Mi
función ha sido consolidar todo lo que ya estaba y crear nuevos
productos, segmentación de los distintos tipos de vino, lo que nos ha
llevado a estar dentro de las 10 primeras compañías argentinas
exportadoras de vino. Previo a Salentein, había trabajado 34 años en
otra compañía que fue la pionera en el desarrollo de la producción para
los mercados internacionales, que es Catena Zapata. Esa experiencia y
conocimiento es lo que he volcado a Salentein para impulsar y ayudar a
consolidar el proyecto.
¿Cómo recuerda la industria vitivinícola en los años 70, cuando empezó, en Argentina?
Hasta los años 70 u 80 nadie pensaba en hacer vinos para exportar, solamente para vender en el país, hasta que se produjo un movimiento en las facultades de enología con un nuevo enfoque, una visión hacia los vinos del mundo, todo focalizado en la máxima calidad, que no era lo que importaba allí. Hasta ese momento lo único que importaba era la cantidad; la calidad era algo secundario.
En ese caso, ¿cuál ha sido la mejor época de la industria del vino en su país?
La gran revolución que ocurrió en Argentina en la industria vitivinícola fue el posicionamiento del vino Malbec, en 2011, como el varietal con gran aceptación en los mercados argentinos.
¿Cómo logró ser un buen catador?
Con el tiempo se educa el paladar. Además, uno va adquiriendo un estilo, que es lo que termina definiendo el perfil que uno desea. En mi caso, siempre gustaron los vinos con un cierto equilibrio, con fineza y elegancia.
¿Con qué acompaña un buen vino?
Depende del momento. A veces puede ser una buena botella de vino blanco frío para charlar entre amigos o para tomar al lado de la piscina, y si no para la cena. Por ejemplo, una pasta con un Cabernet Sauvignon, pero una pasta que esté rellena con carne de res sabe exquisito.
De alguna manera, los vinos han revolucionado la cocina.
Sí. Hoy se han roto los parámetros donde se consideraba que el vino blanco tenía que ir con un pescado o una carne blanca, pero éste puede acompañar diferentes comidas. Ese encasillamiento se rompió. Hay más libertad.
Si usted fuera un vino, ¿de qué tipo sería?
A mí me gustan los vinos con finesa, con elegancia. Supongo que me inclino más por uno de corte, un Cabernet Sauvignon o un Merlot.
¿Uno de su preferencia, pero que no sea argentino?
Soy fanático a los Chardonnay y me gustan los Pinot Noir. Eduqué mucho el paladar con los vinos americanos, porque en algún momento quisimos incursionar allí con los argentinos. No olvido algunos Cabernet californianos.
¿Un lugar soñado?
El viñedo de la Borgoña, en Francia.
¿Renunciaría a tomar vino?
No, no podría. Por salud no tomó coñac o whisky, porque tienen más alcohol, pero el vino no lo podría dejar, además es un antioxidante.
Dictó la cátedra de enología por 15 años en la Universidad Tecnológica Nacional de Mendoza. ¿Qué fue lo mejor de esa etapa?
Me gustaba mucho, porque había chicos muy creativos que estaban dispuestos a innovar, además, para esa época viajaba más, entonces podía estar pendiente de la industria vitivinícola en otros países y traer ese conocimiento a mis alumnos.
¿Un libro que recomiende para aprender más sobre el tema?
En este momento no recuerdo alguno, pero desde mi gusto por la historia, podría recomendar 45, de Félix Luna, éste explica qué pasó en Argentina para que se produjera el quiebre de ser un país que se proyectaba como una potencia mundial a transformarse en lo que hoy somos.
¿Lo dice por la política actual de su país?
Al momento de elegir presidente nos equivocamos, siempre elegimos mal. Y eso se ve en el estancamiento que ha sufrido el país. Los kirchneristas le han hecho un daño tremendo al país con esa lógica del amigo en amigo, que han generado una división en el pueblo. Creo que sanar esas divisiones será lo más difícil.
FUENTE: http://www.elespectador.com/entretenimiento/unchatcon/un-vino-jose-galante-habla-el-experto-industria-vitivin-articulo-597097
¿Cómo recuerda la industria vitivinícola en los años 70, cuando empezó, en Argentina?
Hasta los años 70 u 80 nadie pensaba en hacer vinos para exportar, solamente para vender en el país, hasta que se produjo un movimiento en las facultades de enología con un nuevo enfoque, una visión hacia los vinos del mundo, todo focalizado en la máxima calidad, que no era lo que importaba allí. Hasta ese momento lo único que importaba era la cantidad; la calidad era algo secundario.
En ese caso, ¿cuál ha sido la mejor época de la industria del vino en su país?
La gran revolución que ocurrió en Argentina en la industria vitivinícola fue el posicionamiento del vino Malbec, en 2011, como el varietal con gran aceptación en los mercados argentinos.
¿Cómo logró ser un buen catador?
Con el tiempo se educa el paladar. Además, uno va adquiriendo un estilo, que es lo que termina definiendo el perfil que uno desea. En mi caso, siempre gustaron los vinos con un cierto equilibrio, con fineza y elegancia.
¿Con qué acompaña un buen vino?
Depende del momento. A veces puede ser una buena botella de vino blanco frío para charlar entre amigos o para tomar al lado de la piscina, y si no para la cena. Por ejemplo, una pasta con un Cabernet Sauvignon, pero una pasta que esté rellena con carne de res sabe exquisito.
De alguna manera, los vinos han revolucionado la cocina.
Sí. Hoy se han roto los parámetros donde se consideraba que el vino blanco tenía que ir con un pescado o una carne blanca, pero éste puede acompañar diferentes comidas. Ese encasillamiento se rompió. Hay más libertad.
Si usted fuera un vino, ¿de qué tipo sería?
A mí me gustan los vinos con finesa, con elegancia. Supongo que me inclino más por uno de corte, un Cabernet Sauvignon o un Merlot.
¿Uno de su preferencia, pero que no sea argentino?
Soy fanático a los Chardonnay y me gustan los Pinot Noir. Eduqué mucho el paladar con los vinos americanos, porque en algún momento quisimos incursionar allí con los argentinos. No olvido algunos Cabernet californianos.
¿Un lugar soñado?
El viñedo de la Borgoña, en Francia.
¿Renunciaría a tomar vino?
No, no podría. Por salud no tomó coñac o whisky, porque tienen más alcohol, pero el vino no lo podría dejar, además es un antioxidante.
Dictó la cátedra de enología por 15 años en la Universidad Tecnológica Nacional de Mendoza. ¿Qué fue lo mejor de esa etapa?
Me gustaba mucho, porque había chicos muy creativos que estaban dispuestos a innovar, además, para esa época viajaba más, entonces podía estar pendiente de la industria vitivinícola en otros países y traer ese conocimiento a mis alumnos.
¿Un libro que recomiende para aprender más sobre el tema?
En este momento no recuerdo alguno, pero desde mi gusto por la historia, podría recomendar 45, de Félix Luna, éste explica qué pasó en Argentina para que se produjera el quiebre de ser un país que se proyectaba como una potencia mundial a transformarse en lo que hoy somos.
¿Lo dice por la política actual de su país?
Al momento de elegir presidente nos equivocamos, siempre elegimos mal. Y eso se ve en el estancamiento que ha sufrido el país. Los kirchneristas le han hecho un daño tremendo al país con esa lógica del amigo en amigo, que han generado una división en el pueblo. Creo que sanar esas divisiones será lo más difícil.
FUENTE: http://www.elespectador.com/entretenimiento/unchatcon/un-vino-jose-galante-habla-el-experto-industria-vitivin-articulo-597097
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