Tres lugares para una merecida merienda por OleoDixit
La tarde es el momento ideal para
parar un poco el ajetreo del día y disfrutar de un momento de ricos
sabores y tranquilidad. Enterate cuales son algunos de los lugares que
Buenos Aires te ofrece para una buena merienda.
“Hay pocas horas en la vida más agradables que aquella dedicada a la ceremonia conocida como la hora del té”, sostuvo el escritor estadounidense Henry James, quien desarrolló casi toda su carrera literaria en Inglaterra. Está claro que se refería a la tradición inglesa del té a las 5 de la tarde, pero de todas formas se puede tomar esto como algo aplicable a nuestra vieja y querida “merienda”.
El vocablo español viene del latín merenda, y es propio del lenguaje militar, ya que se refiere a la comida que se distribuía a los soldados romanos al mediodía o a la tarde. La raíz de merienda es la misma que la de “merecer”, y quiere decir algo así como “lo que debe repartirse por merecerse”. Podemos unir ambos conceptos y decir que hay pocas horas en la vida más agradables que aquella dedicada a disfrutar de una merecida merienda.
Si bien muchas veces las 5 de la tarde nos encuentran en pleno trabajo, siempre están los fines de semana o los días de ocio (o las personas que trabajan en otros horarios, claro) para permitirse un momento de placeres dulces. Por qué no romper con la rutina de simplemente comprar unas facturas y quedarse en casa, y explorar algunas de las opciones para una buena merienda poretña, más aun ahora que (al fin, esta vez si) llegaron los calores, los días más largos y las ganas de salir de la madriguera.
Mate para dos en Raíces
Av. Crisólogo Larralde 3999
Para tener un momento bien criollo, Raíces, en el barrio de Saavedra, ofrece una merienda con mate, churros, tortas fritas y bizcochos de grasa caseros. Como todo se prepara en el momento, es necesario reservar con dos horas de anticipación. Para el que prefiera otras opciones, también hay tostadas de pan casero con mermelada, queso y dulce de leche, medialunas de grasa y manteca (calentitas), o tortas como Crumble de manzanas, Cheese cake o Tarta de peras y avellanas.
Merienda a la francesa en Cocu
Malabia 1510
Para despertar el costado francófilo, un lugar ideal para probar las panificaciones francesas es Cocu. Aquí se ofrece una merienda para dos en la que se puede elegir entre tés o café colombiano para acompañar las verdaderas estrellas: panes de chocolate (una especie de croissant con pedazos de chocolate dentro), tostadas de mix de panes con nueces y semillas acompañadas con queso y mermeladas artesanales, pizza casera chica y brownies. Sí, todo eso, calentito y recién hecho.
Variedades pasteleras en Farinelli
Bulnes 2707
En la parte de Palermo que todavía muchos llaman Palermo Viejo se encuentra este deli cuyo menú cambia de manera estacional, y que tiene riquísimas opciones de pastelería para la tarde. No hay carta, sino un mostrador donde se exhibe lo que está a la venta ese día, y el cliente se acerca y elige lo que más le gusta. Algunos ejemplos de las delicias que se pueden encontrar son el Pastel de tres leches de coco con dulce de leche y crema, el Clafoutis de arándanos (típica tarta francesa) o Lingote de ricota con quinotos.
“Hay pocas horas en la vida más agradables que aquella dedicada a la ceremonia conocida como la hora del té”, sostuvo el escritor estadounidense Henry James, quien desarrolló casi toda su carrera literaria en Inglaterra. Está claro que se refería a la tradición inglesa del té a las 5 de la tarde, pero de todas formas se puede tomar esto como algo aplicable a nuestra vieja y querida “merienda”.
El vocablo español viene del latín merenda, y es propio del lenguaje militar, ya que se refiere a la comida que se distribuía a los soldados romanos al mediodía o a la tarde. La raíz de merienda es la misma que la de “merecer”, y quiere decir algo así como “lo que debe repartirse por merecerse”. Podemos unir ambos conceptos y decir que hay pocas horas en la vida más agradables que aquella dedicada a disfrutar de una merecida merienda.
Si bien muchas veces las 5 de la tarde nos encuentran en pleno trabajo, siempre están los fines de semana o los días de ocio (o las personas que trabajan en otros horarios, claro) para permitirse un momento de placeres dulces. Por qué no romper con la rutina de simplemente comprar unas facturas y quedarse en casa, y explorar algunas de las opciones para una buena merienda poretña, más aun ahora que (al fin, esta vez si) llegaron los calores, los días más largos y las ganas de salir de la madriguera.
Mate para dos en Raíces
Av. Crisólogo Larralde 3999
Para tener un momento bien criollo, Raíces, en el barrio de Saavedra, ofrece una merienda con mate, churros, tortas fritas y bizcochos de grasa caseros. Como todo se prepara en el momento, es necesario reservar con dos horas de anticipación. Para el que prefiera otras opciones, también hay tostadas de pan casero con mermelada, queso y dulce de leche, medialunas de grasa y manteca (calentitas), o tortas como Crumble de manzanas, Cheese cake o Tarta de peras y avellanas.
Merienda a la francesa en Cocu
Malabia 1510
Para despertar el costado francófilo, un lugar ideal para probar las panificaciones francesas es Cocu. Aquí se ofrece una merienda para dos en la que se puede elegir entre tés o café colombiano para acompañar las verdaderas estrellas: panes de chocolate (una especie de croissant con pedazos de chocolate dentro), tostadas de mix de panes con nueces y semillas acompañadas con queso y mermeladas artesanales, pizza casera chica y brownies. Sí, todo eso, calentito y recién hecho.
Variedades pasteleras en Farinelli
Bulnes 2707
En la parte de Palermo que todavía muchos llaman Palermo Viejo se encuentra este deli cuyo menú cambia de manera estacional, y que tiene riquísimas opciones de pastelería para la tarde. No hay carta, sino un mostrador donde se exhibe lo que está a la venta ese día, y el cliente se acerca y elige lo que más le gusta. Algunos ejemplos de las delicias que se pueden encontrar son el Pastel de tres leches de coco con dulce de leche y crema, el Clafoutis de arándanos (típica tarta francesa) o Lingote de ricota con quinotos.
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