Hay menos bodegas que exportan pero igual es récord el número de marcas de vino
El hecho de que más empresas dejen el negocio pero se incremente el número de referencias obedece a un fenómeno de concentración
En el año 2002, justo en momentos en que se produzco la megadevaluación, la Argentina recién estaba dando sus primeros pasos en los mercados internacionales.
En ese entonces había registradas menos de 150 bodegas exportadoras que generaron ventas por u$s111 millones.
Ese fue el punto de partida de un crecimiento explosivo que obedeció, en gran medida, al shock de competitividad cambiaria y al empuje de una variedad como la uva Malbec, que iniciaba el camino para convertirse en una sensación en las principales plazas de consumo del mundo.
Estas variables, a la que sumó el surgimiento de cientos de pequeños proyectos que apuntaron sus cañones a la alta gama, contribuyeron a consolidar la imagen de marca del vino argentino en el exterior. Y esto, lógicamente, fue sinónimo de más negocios.
Según un informe del Banco Supervielle, las ventas al exterior de vino fraccionado pasaron de esos u$s111 millones a tocar los cerca de u$s800 millones en tan sólo una década, lo que implicó un salto del 600%.
Fue en 2012, de hecho, cuando la industria alcanzó el récord de bodegas exportadoras: en total, el Instituto Nacional Vitivinícola registró unos 419 establecimientos que realizaron envíos al exterior.
El informe de la entidad señala que “en el período que va desde 2002 a 2014 han operado en el comercio exterior de vinos fraccionados 732 firmas“. Sin embargo, recalca que en 2014 sólo estuvieron operativas 391, un 53% de ese total”.
“Entre 2002 y 2008 hubo un gran crecimiento de firmas de la mano de las buenas perspectivas pero, a partir de allí, el número total se ha mantenido relativamente estable y desde el máximo alcanzado en 2012 incluso se ve una tendencia a la disminución”, agrega el informe.
Esto obedeció a que a partir de 2010 comenzó a agotarse el diferencial cambiario y el mercado mundial se presentó menos expansivo, “lo que hizo que sólo quedara el Malbec como fuerza impulsora”, señala el Superivelle.
Así las cosas, la exportación total de vinos fraccionados registró un amesetamiento o caída a partir de 2012.
En reciente diálogo con Vinos & Bodegas, Susana Balbo, ex presidenta de Wines of Argentina, advirtió que la competitividad cambiaria es uno de los principales problemas para esta actividad.
“Para las bodegas es una realidad que el dólar quedó muy retrasado, en un contexto de alta inflación como el que padecemos”, afirmó.
Según la bodeguera, un indicador que sirve para ilustrar esto es que hoy la Agentina no puede exportar en los segmentos bajos de precios: “Ya no somos rentables por debajo de los u$s30 FOB por caja. El precio promedio que hoy manejamos es de u$s33, es decir que estamos apenas por encima de la línea de flotación. Esto es crítico, porque hace unos años éramos rentables a u$s18”.
“Hay bodegas que están exportando a 20 a 24 dólares, lo cual es inviable en términos financieros. Lo que hacen es subsidiar las gamas bajas por las más altas o directamente con el mercado interno. Esta estrategia tiene como objetivo no resignar share o no perder mercados”, acotó la experta.
Más bodegas dejan el negocio
En momentos en que la industria vitivinícola argentina era competitiva en términos cambiarios y que el Malbec crecía a tasas aceleradas en el mercado estadounidense, la tasa de ingreso de bodegas al negocio exportador se movía a un ritmo promedio del 25% contra un nivel de salida de apenas 7 por ciento.
Sin embargo, a partir de 2008, la ecuación se fue revirtiendo: en los últimos años, por primera vez en mucho tiempo, fueron más las empresas que dejaron el negocio que las que se sumaron.
“Las empresas que abandonaron la exportación lo hicieron porque no alcanzaron una combinación de escala y precios adecuada, en un contexto cambiario más agresivo que en la primera parte de la década anterior”, advierte el informe.
Pese a todo, creció el número de marcas
Lo llamativo de todo este proceso, que incluyó caída en los volúmenes vendidos al mundo y salida de jugadores del negocio, es que la Argentina alcanzó en 2014 el récord de marcas de vino de exportación, con un total de 2.583 referencias.
¿A qué se debe esta fuerte expansión en momentos en que la industria, contrariamente, está en caída? De acuerdo con el informe del Banco Supervielle, esto revela un proceso de concentración del negocio vitivinícola, “dado que son las grandes empresas las que más marcas tienden a desarrollar”.
“Lo que se advierte como una tendencia notable es el crecimiento de cantidad de marcas promedio por empresa exportadora: en 2007 se ubicó en el nivel más bajo con 4,9 marcas por bodega. Pero, a partir de allí, comenzó un crecimiento cuyo máximo se dio en 2014 con 6,6 marcas por establecimiento”, concluye el documento.
http://vinosybodegas.iprofesional.com/2015/11/12/se-concentra-el-negocio-del-vino-hay-menos-bodegas-exportadoras-pero-manejan-mas-marcas/
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