El vino bag in box crece en ventas pero aún enfrenta grandes prejuicios


Según un informe del Observatorio Vitivinícola Argentina, las bodegas todavía deben pelear contra prejuicios por parte de los consumidoresEl consumo de vino envasado en bag in box crece en la Argentina, pero todavía debe lidiar con dos variables: por un lado, la oferta es demasiado escasa y, en segundo lugar, las pocas bodegas locales que se juegan a probar suerte tienen que pelear contra un estigma, cargado de prejuicios, que muestra a un consumidor desconfiado de la calidad del producto.

Esta es la conclusión a la que llega un informe del Observatorio Vitivinícola Argentino, que agrega que igualmente está aumentando el número de consumidores, los cuales “se animan a probar a medida que conocen las ventajas del producto”.

“En la Argentina sólo se han visto intentos aislados con resultados dispares y aún la oferta es muy baja. Quizá haya llegado el momento de derribar los mitos, educar al consumidor sobre las ventajas del producto e imitar a los países que ya muestran una experiencia exitosa con este envase”, apunta el documento.

Qué es el bag in box
Cabe destacar que el bag in box es un formato muy difundido en regiones como el norte de Europa. Los países líderes en el consumo de vino con este tipo de packaging son los escandinavos. Por ejemplo, en Suecia y Noruega el consumo representa el 50% del total.

En la Argentina, en tanto -tras una experiencia fallida en los años ´90-, las bodegas comenzaron a trabajar intensamente a fines de 2014 para tratar de imponerlo.

En concreto, se trata de una bolsa cerrada y hermética que contiene y protege el vino hasta el momento de su uso, con una válvula de descarga que permite el vaciado de la bolsa alojada dentro de una caja de cartón.

Durante su uso, el bag in box previene la oxidación del vino, al no permitir el ingreso de oxígeno. Y una vez abierto, permite conservar el producto en buenas condiciones por incluso dos meses.

Otra de las ventajas es el precio: algunas bodegas, por ejemplo, están comercializando cajas con un contenido equivalente a cuatro botellas pero al precio de tres.

“Sus atributos en términos de costos, facilidad de transporte y conservación se ven reflejados en el valor final del vino”, completa el informe.

Crecen las ventas
Según el Observatorio Vitivinícola, las ventas de vino en bag in box en el mercado interno argentino se dispararon en 2014, con un salto de más del 440% con relación al año anterior.

Además, durante los primeros cinco meses de este 2015 -últimos datos disponibles-, los despachos al mercado local muestran un crecimiento del 30% respecto del acumulado a lo largo de 2014, con más de 255 mil litros.

En el plano exportador, el organismo destaca que el año pasado los envíos vino argentino envasado en bag in box representaron una facturación de más de u$s4,5 millones por la venta de más de 674 mil cajas de 3 litros.

Los responsables de estas ventas externas son unas 17 bodegas argentinas que agrupan a unas 40 marcas de vino.

Otras ventajas del bag in box
Según el Observatorio Vitivinícola, este formato muestra tiene un menor volumen de desechos y disminuye el impacto ambiental, dado que un envase de 3 litros deja una huella de carbono cinco veces menor que una botella de vidrio de 750 cm3.

“También optimiza el almacenaje ya sea de envases llenos como vacios, incluso puede cargarse hasta un 40% más de vino en un camión o en un contenedor”, completa el informe.

“La higiene es máxima ya que los envases son de un solo uso, son cómodos, versátiles y los tamaños y formas son adaptables a la necesidad del cliente. Además, comunicacionalmente, aceptan la personalización del envase en cuanto a la forma, diseño e impresión”, agrega.

Por el lado de los consumidores, se destaca que el hecho de que este packaging permite incrementar el consumo individual de vino ya que ofrece la flexibilidad de poder consumir sin tener que pensar que hay que tomarse toda la botella para evitar desperdiciar el resto.

“Los bares y restaurantes tienen la posibilidad de vender por copas ya que la vida útil del producto abierto es de 6 a 8 semanas, sin riesgos de que los aromas o los sabores se vean alterados”, concluye el informe.

Con respecto a la viabilidad de este formato, desde el Observatorio Vitivinícola Argentino afirman que “con el nacimiento del nuevo milenio, en las principales regiones vitivinícolas del mundo, algunas bodegas extranjeras se animaron a envasar vinos premium en bag in box, con la etiqueta de sus marcas más prestigiosas”.

“El trabajo que tienen ahora las bodegas argentinas es desarrollar su estrategia comercial para el mercado local”, agregan.

Para luego concluir que “derribar los mitos que envuelven al bag in box, especialmente en su comparación muchas veces errónea con la damajuana y el tetra brik, es el desafío mayor que enfrenta la industria vitivinícola argentina”.

© Vinos & Bodegas iProfesional – vinosybodegas@iprofesional.com
Fuente: http://vinosybodegas.iprofesional.com/2015/10/30/el-vino-bag-in-box-crece-en-ventas-pero-aun-enfrenta-grandes-prejuicios/ 

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