Foodtrucks al ruedo por OleoDixit

 La Ciudad de Buenos Aires aprobó un plan para regular a los foodtrucks mediante una "prueba piloto" el año próximo.

El concepto de Foodtruck ya no es para nada nuevo: vehículos completamente equipados como cocina ambulante que ofrecen en muchos casos opciones gourmet, pero que están restringidos a estacionarse en espacios privados. Se los ha visto en ferias y espacios delimitados para tal fin, pero hasta ahora nunca en la calle. Es que por más que esa sea en definitiva su razón de ser, aún no hay una legislación que los contemple. Sin embargo, eso está por cambiar. De los proyectos de ley presentados en la Legislatura porteña, la Ciudad ya aprobó un plan para que uno de ellos avance el año próximo como una suerte de “prueba piloto” en la que se habilitarían entre 10 y 15 unidades.

“Este proyecto no nace a partir de ningún interés particular, nace a partir del convencimiento de que una ciudad como la nuestra tiene que poder regular y promover esta nueva modalidad gastronómica, como pasa en muchísimas ciudades de todo el mundo”, sostiene el diputado del PRO Francisco Quintana, quien presentó el proyecto sobre el cual se está avanzando actualmente. Existe otro, presentado por Inés Gorbea y Juan Nosiglia, del bloque SUMA+ en ECO,  pero no es ese el que está siendo considerado para el plan experimental.

Quintana asegura que el foco está puesto en el rol de los foodtrucks para la Ciudad y no en las necesidades de los privados, por lo que se analizará en qué lugares podrán estar presentes, en base a cubrir demanda gastronómica en la sectores donde no haya tanta, y también el impacto de hacia otros establecimientos gastronómicos, ya que la Federación de Comercio e Industria de la Ciudad de Buenos Aires expresó mediante un comunicado su rechazo a la legalización de los foodtrucks, a los que considera “competencia desleal” para los comerciantes con locales habilitados.

Por su parte, Ernesto Lanusse, presidente de la Asociación Argentina de Foodtrucks, opina que la competencia desleal solo se genera si no hay una legislación pertinente, y expresa que hoy por hoy, quienes ocupan ese rol son los quioscos que ofrecen además comidas. “Venden panchos, hamburguesas, sándwiches y todo lo que se te ocurra, forzando y violando la habilitación que tienen. Entonces el problema hoy lo tienen ahí, no en el foodtruck.”, dice.

Lanusse afirma que vienen esperando pacientemente la regulación de su actividad, ya que su interés es trabajar dentro de un marco legal: “Queremos aportar, queremos articular con el sector público para que se legitime, y queremos que esto arranque con la pata derecha. Es un cambio de paradigma total como propuesta. Nosotros somos privados, somos emprendedores, y queremos que nos den pista y nos regulen. Vamos a acatar las normas. De hecho, estamos hace 3 años con la ñata contra el vidrio, respetando. Si eso no es un ejemplo de respeto no sé qué es”.

Además, coincide con Quintana en que los foodtrucks podrían aportar opciones saludables en una ciudad que las necesita: “Hoy por ejemplo tenés una ley de venta ambulante que prohíbe vender una naranja o una ensalada, prohíbe vender básicamente cualquier alimento fresco, de temporada y sano. Aunque permite vender una manzana con caramelo, si con puntos de venta permitidos de alimentos sanos, obviamente vas a tener una oferta que la población necesita”, expresa Lanusse. Efectivamente, según Quintana, se prevé que quienes tengan una propuesta más saludable tengan prioridad a la hora de otorgar permisos.  Aunque aún no hay una fecha definida, se espera que las licitaciones para el plan de prueba comiencen en marzo próximo.
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