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Sin Campari no hay Negroni, en OleoDixit

El Negroni ya tiene casi 100 años, pero su salud se mantiene excelente en las barras de todo el mundo, con el vivo tono rojizo que le aporta uno de sus ingredientes esenciales: el Campari


Todo el mundo habla del Negroni. El cóctel clásico nacido en Italia es uno de los preferidos por los bartenders y en las barras de Buenos Aires, Nueva York, Berlin o Londres. Su origen es aún discutido, pero se sabe que el nombre es el de Camilo Negroni, el conde que lo creó hacia 1919 en Florencia. Desde aquel momento la leyenda nunca paró de crecer.

Como parte de la celebración del cóctel clásico, el bartender Salvatore Calabrese, una leyenda de la coctelería mundial, preparó un Negroni que entre sus tres ingredientes sumó 300 años de historia. ¿Cómo? La botella de Campari y la de Cinzano eran de los años 20 y la de Gin de 1908. Una parte de cada una para una fórmula simple y perfecta.

El escenario elegido fue el bar Camparino en Milan, abierto hace 100 años por Davide, hijo de Gaspare Campari, creador del aperitivo rojo. “El Negroni es un cóctel ícono, elegante en su simplicidad”, dijo Salvatore en la presentación del evento que se transmitió a todo el mundo.

En Argentina, el Negroni ha sido tomado como propio por los mejores bartenders. El año pasado los “Cuentos del Conde” reunieron versiones del Negroni de Tato Giovannoni, Inés de los Santos, Guillermo Blumenkamp, Nicolas Castro o Sebastián García entre otros, y este año se publicará un libro con todas las recetas, las imágenes y las historias detrás de cada cóctel.

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