Quejas porque siguen elaborando vino de la costa en Buenos Aires
El INV en 2014 autorizó su producción para eludir la prohibición por usar vitis labrusca. Acciones judiciales e incumplimientos
Hace un año y medio, el Instituto
Nacional de Vitivinicultura permitió la elaboración del vino de la costa
bajo el rótulo de vino regional. En su momento, dicha decisión generó
descontento por parte de entidades y enólogos del sector ya que el
producto iba a comenzar a elaborarse con la variedad Isabella, la cual
forma parte de las cepas Vitis labrusca que no están permitidas para
elaborar vinos según la Ley General de Vinos Nº 14.878.Recordemos que esta reglamentación sólo admite variedades Vitis vinífera (como son el cabernet sauvignon, malbec, merlot, entre otros), las cuales cumplen con los estándares de calidad con los que Argentina busca trabajar.
Debido a que la cepa Isabella no estaba dentro de las variedades permitidas para elaborar vinos -por no cumplir con las cualidades técnicas necesarias- es que el Instituto Nacional de Vitivinicultura tuvo que emitir una resolución, la cual posibilitaba sólo a los partidos de Berisso y Avellaneda, de la provincia de Buenos Aires, a producir vino regional con Vitis labrusca variedad Isabella, como un producto típico de la región.
Pero, además de esto, frente al descontento del sector, el presidente de la entidad, Guillermo García, sumó algunos puntos a esta legislación, los cuales buscaban sosegar las molestias.
Sin embargo, hasta el momento muchos de estos puntos no se cumplieron y el vino de la costa que iba a elaborarse sólo por un tiempo sigue en camino, de la misma forma que en 2013 y desde diferentes entidades vitivinícolas -Asociación de Cooperativas Vitivinícolas Argentinas (Acovi) y el Centro de Viñateros y Bodegueros del Este- manifestaron su descontento y el seguimiento de medidas judiciales contra el INV por permitir la elaboración de ese vino.
Medidas incumplidas
La resolución nº 23 contemplaba un "Programa de Seguimiento y Reconversión, con controles específicos orientados a reconvertir las hectáreas de Vitis Labrusca a Vitis Vinífera L. y/o direccionar su producción hacia la elaboración de jugo de uva y/u otros productos que resulten de su implementación".
Pero, según los mismos productores de las localidades afectadas, "la reconversión no sólo no se realizó sino que es prácticamente imposible llevarla a cabo".
Según el presidente de la Cooperativa de la Costa, Andrés Aguiar, no hay variedad que soporte las contingencias climáticas de la zona.
Lo que sucede, es que los partidos de Berisso y Avellaneda se encuentran al lado del Río de La Plata. En ambos lugares la sudestada y la crecida del río es habitual y los viñedos se inundan, llegando el agua hasta el metro de altura.
Asimismo, las lluvias aquí son muy habituales. Todos estos fenómenos para Aguiar "son motivos por las cuales las variedades Vitis Vinífera no soportan tales acontecimientos. No así la Vitis Labrusca que sí las resisten".
No obstante, esto no es justificativo para que la resolución no se lleve a cabo. A pesar de que el seguimiento se está realizando, según destacó Guillermo García, presidente del INV, "la situación está controlada y monitoreada.
El Instituto y el INTA trabajan en las localidades afectadas". Con respecto a la reconversión, puntualizó que "es un tema que no se va a dar en el corto plazo. No vamos a dejar desprotegidos a los productores de esta zona por lo que no esperamos cambiar la estructura productiva en el corto plazo".
Además, aclaró que "se estableció contacto con personal del INTA de la zona para la búsqueda de cultivares alternativos a la Vitis labrusca, realizando ensayos con variedades de Vitis vinífera".
Los mayores argumentos en contra de que en dicho momento se elaboraran vinos con especie Vitis vinífera es que dicho producto representa altas dificultades técnicas.
Sin embargo, el INV lo defiende en la resolución ya que resalta que éste es un producto regional típico que cuenta con antecedentes históricos en la zona y representa una alternativa de desarrollo para la población local, generadora de fuentes de trabajo que resultan en mayores posibilidades de permanencia en el medio productivo, evitando de esta forma el desarraigo.
Otro problema e incongruencia es que la resolución autorizaba en dicho momento exclusivamente un total de 23,8 ha, con un rendimiento aproximado de 55 qq/ha, las cuales estaban comprendidas entre Berisso y Avellaneda, y a un total de 26 viñedos, los cuales se incorporaban al Registro Nacional de Viñedos.
Sin embargo, en base al Observatorio Vitivinícola Argentino, el cual publica su informe sobre la superficie cultivada según datos del INV, Los Andes pudo constatar que sólo hay inscriptas en 2014 un total 19,5 hectáreas en Berisso y 3,77 hectáreas en Avellaneda, lo que deja un total de 23,3 ha.
Pero lo que surge en dichos datos es que, en la localidad de Avellaneda, las hectáreas cultivadas crecieron 37,79%, pasando de 2,74 ha en 2013 a 3,77 ha el año pasado. Esto se contradice, no sólo en la cantidad de hectáreas registradas, sino también con la resolución, la cual no autorizaba a ampliar la capacidad de producción y la extensión de superficie implantada.
No obstante, el director del INV dijo que se ha realizado un monitoreo de la superficie autorizada y no han sufrido incrementos en relación a la cantidad de viñedos y hectáreas autorizadas.
Otro punto que sobresalía era el hecho de que se iba a direccionar a estos productores a que elaboraran jugo de uva u otros productos. Pero, según un productor y socio de la Cooperativa del Vino de La Costa de Berisso, esto no está en discusión ya que en ningún momento los han instado a no producir vino a cambio de elaborar otros sustitutos.
Sin embargo, García comentó que "se asesoró a los responsables de la Cooperativa que asocia a los productores, en la necesidad de diversificar la producción hacia otros productos, jugos de uva fundamentalmente".
Esta Cooperativa, según contó Aguiar, elabora 45 mil litros de vino tinto lo que da aproximadamente un total de 60 mil botellas -calculando un envase de 750 ml- a un valor de $ 22 la unidad.
La cooperativa aglutina a 18 productores de Berisso y sostienen que el vino forma parte de la cultura del lugar y "que da trabajo a muchas personas".
Las dificultades técnicas
Cuando el INV aprobó que en Berisso y Avellaneda se elaborara vino en base a Vitis labrusca -la cual está prohibida por medio de la Ley de Vinos- y no Vitis vinífera como establece la Ley de Vinos, algunas voces se alzaron destacando la mala calidad de estos vinos.
El enólogo asesor Ángel Mendoza señaló que entiende que es un vino de tradición que forma parte de la cultura de esas localidades, pero aclaró que éste representa ciertas dificultades técnicas, inaceptables para la calidad actual de los vinos argentinos.
Entre los problemas de este producto, Mendoza enumeró tres. La primera es la falta de madurez que logran las uvas. "No llegan en muchos casos a los 10º de alcohol. Es muy fácil que se transforme en vinagre". La segunda cuestión, es que presenta una acidez elevada, "por lo que dificulta el hecho de hacer vinos sanos y los aromas son desagradables ya que se pierden aquellos agradables de la uva".
Finalmente, tiene fermentaciones elevadas de más de 30º. El peligro de esto último es que está al límite de la formación de alcohol metílico, siendo una especie con altísima concentración de pectina". Según este profesional, "lo más inteligente sería hacer jugo de uva, como lo hacen las bodegas de la cuenca mesopotámica que tienen este tipo de variedad".
Fuente: http://www.losandes.com.ar/article/quejas-porque-siguen-elaborando-vino-de-la-costa-en-buenos-aires
Competencia desleal
Representantes
del sector señalan que a pesar de que se trate de un vino con
tradición y que represente la cultura de un pueblo, la competencia es
desleal y la aprobación del INV en dejar que productores de Berisso y
Avellaneda elaboren el vino de la costa es la antesala de que otras
localidades argumenten situación similar y la producción aumente.
De este modo, es que Carlos Iannizzotto, gerente de la Asociación de Cooperativas Vitivinícolas Argentinas (Acovi), remarcó que "desde un primer momento estuvimos en contra de la producción del vino de la costa ya que contradice en varios puntos a la Ley de Vinos por la cual se rige el sector vitivinícola de Argentina".
Agregó además, que este producto no condice con las características organolépticas, tenor azucarino ni grado alcohólico de los demás vinos elaborados con variedades de Vitis vinífera.
Asimismo, "en su momento transmitimos al Instituto que la competencia es desleal, porque las reglas con las que trabajan los productores del vino de la costa son totalmente diferentes a las de todos los establecimientos del país". Es por esto que Acovi realizó presentaciones judiciales para dar marcha atrás dicha resolución.
"Si no hay reconversión seguiremos con las medidas, ya que consideramos que se le está dando una mirada liviana a la situación". Según Iannizzotto el pedido concreto fue que no se considerara vino al producto elaborado en Berisso y Avellaneda y se lo denominara diferente.
Coincidió con este reclamo Mauro Sosa por el Centro de Viñateros y Bodegueros del Este a lo que agregó que es importante que se tomen cartas en el asunto. Con respecto a la reconversión, dijo que era predecible que no iba a suceder, ya que los mismos productores están en contra y consideran que ese vino tal y como se produce es correcto.
Además, concordó con Iannizzotto que esto deja abierto a que otras localidades vayan por el mismo pedido y exigencia. Finalmente, Sosa adelantó que "es importante que el Instituto tome decisiones o que las hectáreas cultivadas se reconviertan o se nombre a ese producto de otra forma que no sea vino".
Por otro lado, y en base a la posibilidad de incitar a los productores a hacer jugo de uva, el gerente de Bodegas de Argentina, Juan Carlos Pina, señaló que es válida la propuesta pero la considera poco viable ya que Argentina no tiene tradición de consumo de este producto, mientras que la reconversión para él no es una posibilidad porque las condiciones climáticas no son las adecuadas para otras variedades que no sean la Isabella.
De este modo, es que Carlos Iannizzotto, gerente de la Asociación de Cooperativas Vitivinícolas Argentinas (Acovi), remarcó que "desde un primer momento estuvimos en contra de la producción del vino de la costa ya que contradice en varios puntos a la Ley de Vinos por la cual se rige el sector vitivinícola de Argentina".
Agregó además, que este producto no condice con las características organolépticas, tenor azucarino ni grado alcohólico de los demás vinos elaborados con variedades de Vitis vinífera.
Asimismo, "en su momento transmitimos al Instituto que la competencia es desleal, porque las reglas con las que trabajan los productores del vino de la costa son totalmente diferentes a las de todos los establecimientos del país". Es por esto que Acovi realizó presentaciones judiciales para dar marcha atrás dicha resolución.
"Si no hay reconversión seguiremos con las medidas, ya que consideramos que se le está dando una mirada liviana a la situación". Según Iannizzotto el pedido concreto fue que no se considerara vino al producto elaborado en Berisso y Avellaneda y se lo denominara diferente.
Coincidió con este reclamo Mauro Sosa por el Centro de Viñateros y Bodegueros del Este a lo que agregó que es importante que se tomen cartas en el asunto. Con respecto a la reconversión, dijo que era predecible que no iba a suceder, ya que los mismos productores están en contra y consideran que ese vino tal y como se produce es correcto.
Además, concordó con Iannizzotto que esto deja abierto a que otras localidades vayan por el mismo pedido y exigencia. Finalmente, Sosa adelantó que "es importante que el Instituto tome decisiones o que las hectáreas cultivadas se reconviertan o se nombre a ese producto de otra forma que no sea vino".
Por otro lado, y en base a la posibilidad de incitar a los productores a hacer jugo de uva, el gerente de Bodegas de Argentina, Juan Carlos Pina, señaló que es válida la propuesta pero la considera poco viable ya que Argentina no tiene tradición de consumo de este producto, mientras que la reconversión para él no es una posibilidad porque las condiciones climáticas no son las adecuadas para otras variedades que no sean la Isabella.
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