El suelo mendocino analizado por Marcelo Canatella
El
ingeniero agrónomo, asesor entre otras bodegas de Diamandes, habla en
esta nota acerca de las propiedades de Vistaflores y el futuro de los
vinos mendocinos.
Claudia Ortiz
cortiz@areadelvino.com
cortiz@areadelvino.com
Marcelo Canatella es ingeniero Agrónomo asesor vitícola de diversas
bodegas, diferentes zonas de Mendoza y regiones de Argentina como Río
Negro y Salta. Actualmente, el ingeniero está involucrado con Val de
Flores, Bodega Rolland, Monteviejo, Flechas de los Andes, Qaramy,
Bodegas Goulart, entre otros.
En diálogo con Día a Día del Vino, el profesional destacó las características de Argentina y sus regiones vitivinícolas. En esta oportunidad, habló principalmente de Vista Flores. "Dada las características de clima y suelo, no hay limitaciones para la expresión de ninguna variedad. En caso de tener otoños muy frescos y ante un potencial problema de falta de madurez de algunas variedades tardías, se puede realizar un manejo vitícola específico para llegar a la madurez polifénolica deseada sin ningún inconveniente", explicó.
Entre las principales variedades que se pueden trabajar en este tipo de suelos, él destaca Malbec, Cabernet Sauvignon, Cabernet Fran, Pinot Noir, Petit Verdot, Sauvignon Blanc y Chardonnay. En el caso de las tintas destaca la concentración y color junto a un gran centro de boca. En el caso de las blancas en esta nota, se destacan por tener buena relación entre la concentración y la acidez.
"Lo más característico de la región es que posee un suelo aluvional, típico de pedemonte, gran pendiente en sentido Oeste-Este, textura franco-arenosa y un gran porcentaje de gravas superficiales y en profundidad".
Esto genera que los varietales tengan un equilibrio entre el crecimiento vegetativo y reproductivo, obteniéndose naturalmente un déficit hídrico que contribuye a lograr una excelente madurez polifénolica.
Asimismo, señaló que la mano del hombre ha sido fundamental para el desarrollo de la región, por lo que "ha sido muy importante en el manejo de los viñedos de la región dado que la mayoría de los proyectos antiguos de la zona eran montes frutales".
Sobre el Malbec en Mendoza, él destaca el óptimo equilibrio entre la parte vegetativa y productiva, logrando una producción general de entre 8.000 y 12.000 kilos por hectárea. Esto se ve reflejado tanto en el color, la gran estructura y el equilibro en los vinos.
El Ingeniero le asigna un prometedor futuro al Cabernet Franc. "Estamos encontrando además de su potencialidad individual como varietal un excelente complemento del Malbec para los cortes."
Por último, Canatella piensa que es importante "rescatar y estudiar las características de cada región, dado que la expresión de un mismo varietal pueden ser diferente según la zona".
En diálogo con Día a Día del Vino, el profesional destacó las características de Argentina y sus regiones vitivinícolas. En esta oportunidad, habló principalmente de Vista Flores. "Dada las características de clima y suelo, no hay limitaciones para la expresión de ninguna variedad. En caso de tener otoños muy frescos y ante un potencial problema de falta de madurez de algunas variedades tardías, se puede realizar un manejo vitícola específico para llegar a la madurez polifénolica deseada sin ningún inconveniente", explicó.
Entre las principales variedades que se pueden trabajar en este tipo de suelos, él destaca Malbec, Cabernet Sauvignon, Cabernet Fran, Pinot Noir, Petit Verdot, Sauvignon Blanc y Chardonnay. En el caso de las tintas destaca la concentración y color junto a un gran centro de boca. En el caso de las blancas en esta nota, se destacan por tener buena relación entre la concentración y la acidez.
"Lo más característico de la región es que posee un suelo aluvional, típico de pedemonte, gran pendiente en sentido Oeste-Este, textura franco-arenosa y un gran porcentaje de gravas superficiales y en profundidad".
Esto genera que los varietales tengan un equilibrio entre el crecimiento vegetativo y reproductivo, obteniéndose naturalmente un déficit hídrico que contribuye a lograr una excelente madurez polifénolica.
Asimismo, señaló que la mano del hombre ha sido fundamental para el desarrollo de la región, por lo que "ha sido muy importante en el manejo de los viñedos de la región dado que la mayoría de los proyectos antiguos de la zona eran montes frutales".
Sobre el Malbec en Mendoza, él destaca el óptimo equilibrio entre la parte vegetativa y productiva, logrando una producción general de entre 8.000 y 12.000 kilos por hectárea. Esto se ve reflejado tanto en el color, la gran estructura y el equilibro en los vinos.
El Ingeniero le asigna un prometedor futuro al Cabernet Franc. "Estamos encontrando además de su potencialidad individual como varietal un excelente complemento del Malbec para los cortes."
Por último, Canatella piensa que es importante "rescatar y estudiar las características de cada región, dado que la expresión de un mismo varietal pueden ser diferente según la zona".
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