Tendencias: qué vinos beberemos en 2013
Si querés saber qué vinos vas a beber
durante el 2013, leé esta nota. Tras probar cientos de etiquetas, te
contamos lo que va a pasar con el vino argentino. Los varietales y
estilos que se vienen (y los que se van), en las tendencias de la nueva
temporada.
Ya pasaron varios meses de 2012, lo suficiente para saber qué pasó con el vino durante este año y hacer también un poco de futurología: es decir, comprender las tendencias que definirán al vino del próximo año. Por esto, nuestro periodista especializado Alejandro Iglesias se mete a fondo con este tema. Vale la pena recordar que Iglesias fue uno de los catadores de la Guía de Vinos Austral Spectator, lo que le permitió probar casi mil etiquetas distintas, y así poder sacar conclusiones más que fundamentadas en la experiencia directa.
Sin más vueltas, aquí van las tendencias para 2013
LOS TINTOS
¿Para dónde va el Malbec?Con nuestra cepa insignia están pasando varias cosas. En primer lugar, se está rompiendo el modelo clásico de Malbec, que lo definía como un vino de encantadores aromas de ciruelas y demás frutos rojos y negros, paladar sabroso y cuerpo amable. Hoy, esa descripción parece estar extinguida. El Malbec actual en muchos casos es un vino jugado, diverso y versátil. La mayoría de los que probamos son mucho más complejos que aquel estereotipo amigable.
Tal vez el cambio principal en los Malbec es el trabajo casi obsesivo que se está realizando desde las bodegas sobre los diferentes terruños, que lentamente convierten a los grandes vinos argentinos en tintos de origen. Así, aparecen etiquetas Malbec de perfil floral, otros más herbales e incluso los minerales. La clave está puesta en la diversidad. Un up-grade estilístico que se debe a las buenas vendimias y también a cosechas más tempranas con las que se evita la sobremaduración de las frutas, que claramente estandarizaban la góndola nacional.
Para comprobar lo que te contamos podes buscar estos vinos que, desde diferentes rincones del país, definen a oferta actual. Un herbal frutado del Valle de Uco es el Manos Negras Stone Soil Selection Malbec 2009 (Manos Negras, Mendoza). Entre los florales, el patagónico Verum Reserva Malbec 2009 (Del Rio Elorza, Rio Negro). O el Collovati Malbec 2009 (Collovati, La Rioja), que te va a cambiar la imagen que tenés de los vinos riojanos.
El Cabernet Sauvignon reclama su coronaAunque el país y el mundo estén maravillados por el Malbec, vale la pena probar los Cabernet Sauvignon actuales. Son fantásticos, resultado de que muchos enólogos y marcas le vienen apostando fuerte desde hace ya rato. ¿Qué nos gustó de estos vinos? Simple: la fineza. El Cabernet Sauvignon argentino alcanza una elegancia que nada envidia a los más destacados del planeta y, como dicen algunos, esto recién comienza.
Aquí nos sorprendió por un lado la casi desaparición de los matices verdes y herbales que muchos acusaban como piracina mientras otros aseguran que era falta de madurez. Los Cabernet también perdieron ese carácter recio que se vendía como típico mientras hoy se habla de sobremaduración. Puede decirse que el Cabernet, que siempre fue llamado el rey de los varietales, es más rey que nunca. Tanto en los exponentes jóvenes y frescos, y en algunos añejos que sorprenden.
Si preferís los de perfil tradicional, te va a gustar el Quinta Generación Gran Reserva Cabernet Sauvignon 2008 (Goyenechea, Mendoza). Si lo tuyo son los más actuales, el Casarena Cabernet Sauvignon 2010 (Casarena, Mendoza) será ideal. Y si buscás los de perfil más internacional, probá el Lamadrid Reserva Cabernet Sauvignon 2010 (Lamadrid, Mendoza).
Tintos de corte: camino a la cumbreComo siempre se dijo, los blends permiten comprobar el talento del enólogo y el potencial de sus vinos. En la mezcla de variedades entra en juego ese sentido adicional que tienen los winemakers de saber cuánto de esto y cuánto de aquello será la medida justa para el placer. Y, por suerte, los enólogos están demostrando su capacidad, incluso entre los vinos blancos.
Esto lo podés comprobar con vinos novedosos como el Las Perdices Reserva Don Juan 2009 (Las Perdices, Mendoza), con el exclusivo Cheval de Andes 2007 (Terrazas de los Andes/Cheval Blanc, Mendoza) e incluso con el híper clásico Montchenot Gran Reserva 2002 (López, Mendoza) . En materia de vinos de corte hay para todos los gustos.
Cabernet Franc: la gran promesaSi bien son pocos, muy pocos, los varietales de Cabernet Franc, hay muchos que sí usan esta cepa como parte de su corte. Y no es casual: da resultados geniales. Los hay de Uco, de primera zona, de Patagonia, de San Juan, del Norte. Y siempre llaman la atención. Hace ya unos años que se dice que el Cabernet Franc puede ser una de las sorpresas argentinos. Y si bien todavía no ocurrió una gran revolución de este cepaje, tiene todo para lograrlo. En especial con etiquetas como Lagarde Cabernet Franc 2010 (Lagarde, Mendoza), el novedoso Melipal Cabernet Franc 2009 (Melipal, Mendoza) o el alta gama patagónico FIN Cabernet Franc 2008 (Del Fin del Mundo, Neuquén).
Y con el resto…
A la hora de mirar los demás tintos nos encontramos con sorpresas y algunas desilusiones. Las grandes sorpresas son los Syrah y Merlot, que si bien son pocos, se destacan a la hora de la cata a ciegas con una tipicidad notable e inconfundible. A esta expresión varietal se suma que en su mayoría están fantásticos, como obedeciendo al refrán si bueno y breve, dos veces bueno. Algunos para probar son Lorca Poético Syrah 2007 (Mauricio Lorca, Mendoza) y el nuevo Iscay Syrah-Viognier 2010 (Trapiche, Mendoza), mientras que a la hora del Merlot el Primogénito Merlot 2009 (Pattriti, Neuquén) marca la cancha al igual que el histórico Marcus Gran Reserva Merlot 2006 (Humberto Canale, Rio Negro).
En cuanto a la desilusiones, por ser extremos, la principal es con la Bonarda. Después de unas cuantas cosechas muy positivas al punto de pensar que sería la sucesora del Malbec, poco nuevo hay para decir de ella. Los vinos no están mal, pero no se observa un crecimiento en su estilo aunque sí en su precio... Antes de que salten los fundamentalistas, que quede claro: hablamos en general y no de algunos casos particulares. Hay sin duda Bonardas baratos, simples y muy ricos. Y hay Bornardas de alta gama capaz de competir con cualquier otro gran vino e incluso salir ganando. Pero no son la norma, sino la excepción.
Finalmente el Pinot Noir se ubica en un ni. Algunos están muy bien y otros fallan. Lo cierto es que, como regla, si no es de Patagonia o de la altura del Uco, más vale elegir otro vino.
Conclusión La escena de los tintos es más que alentadora. Pocos son los vinos que se muestran rudos, agresivos o secantes, y en cambio parece ser la era de los vinos de cuerpo medio y fáciles de beber. Esto se nota incluso en los grandes alta gama del mercado, que hasta no hace mucho había que "esperarlos unos añitos", y que hoy salen a la venta listos para para el descorche. En este último punto se debe destacar el uso de la barrica que se encuentra presente como nunca y en partida doble. Por un lado, la crisis y riesgo que suponían las importaciones no detuvieron su uso, mientras que se nota una mejora en cómo se utiliza: hoy son pocos los vinos en los que la barrica enmascara la variedad; en la mayoría de los casos es un componente adicional que aporta su espíritu.
LOS BLANCOS
El Chardonnay, marcando la cancha
El Valle de Uco es la meca de quienes adoran el Chardonnay. Así lo demuestra este año en particular, que de la mano de las cosechas 2009, 2010 y 2011, nos han dejado asombrados. Los Chardo argentinos se recuperaron de cierta mala prensa que tuvieron hace un tiempo y hoy hay versiones jóvenes y chispeantes y otras criadas o fermentadas en barrica que justifican con enorme presencia su precio.
Entre los de perfil moderno e internacional el Séptimo Dia Chardonnay 2010 (Séptima, Mendoza) marca un camino que también recorre la nueva línea de vinos de Rutini con su Encuentro Chardonnay 2011 (Rutini, Mendoza). Pero como si fueran pocos las etiquetas mendocinas, este año un salteño supo ganar un lugar que sorprende a muchos. Hablamos del Elementos Chardonnay 2011 (El Esteco, Salta).
Torrontés en stand by
De esta cepa, por lástima, no encontramos mucho para decir. Especialmente, nada demasiado bueno. Más allá que la vendimia 2011 fue muy buena, y la gran mayoría de los vinos que probamos eran de ese año, el Torrontés no se luce o destaca como debería hacerlo el gran emblema blanco local. De algún modo, esta cepa parece estar en pausa. Habrá que ver qué le depara el futuro.
Sauvignon Blanc, la revelación
Aquí sin dudas la influencia del Valle de Uco vuelve a escena y nos da una sorpresa enorme. ¿Quien hubiese imaginado que en la Argentina los Sauvignon Blanc podían lograr la calidad que demuestran los más actuales (2011 y 2012)? Sin intenciones de inflar demasiado el globo, ponemos unas cuantas fichas a esta cepa que se convirtió en la principal opción para quienes gustan de los blancos y quieren disfrutar cosas nuevas.
Claramente se nota un camino trazado por Doña Paula con sus Sauvignon Blanc de Los Cardos y el Doña Paula Estate, ambos protagonistas y modelos a seguir para muchas casas. En este sentido es Tupungato el origen más vibrante como lo demuestran en Atamisque con su Serbal 2011 o en Zorzal con su más fresco Sauvignon Blanc 2012.
Burbujas con más vuelo que nunca
Si nos basamos en los datos duros, la Argentina es el país de Sudamérica que mayor cantidad de espumosos elabora y que más botellas exporta. Hablar de burbujas en el país es cosa seria. Y también hay una calidad creciente en todos los estilos. Sean charmat o champenoise, sean blancos, rosados e incluso tintos, el perfeccionamiento es evidente con opciones que van desde los veintipico de pesos hasta los trescientos sin defraudar.
Aquí, y para agendar de cara a las fiestas, entre los de siempre encontramos a Chandon Extra Brut y a Navarro Correas con sus Extra Brut y Nature, que se consolidan entre los favoritos, mientras que entre las novedades están los Cruzat Clásicos (Extra Brut y Rosé) y el Astral Cup Extra Brut recientemente llegado a la góndola. Y a esto hay que agregar la gran avanzada de los espumantes dulces, elaborados con tardío o con otras ténicas, que buscan descontracturar cada vez más el mercado. El caso del Délice de Chandon es el ejemplo evidente.
Rosado y dulces, dos categorías en crecimientoEn cuando a los rosados ya hace unos años que la cosa viene marchando de maravillas. Cada vez menos son subproducto de tintos (sangría) y se muestran mucho más delicados. En este caso son los rosados de Malbec los que dominan la góndola mientras que los de Merlot, Syrah o Cabernet Franc son los que más destacan. Como siempre, cuanto más jóvenes y frescos son, más se disfrutan. Para probar, el nuevo Amalaya Rosado de Malbec 2012 con un toque de Torrontés en el corte, el Carmela Benegas 2011, rosado de Cabernet Franc, y el Atilio Avena Rose 2011 de Syrah.
Los vinos de postre, algo más rezagados que el resto, también muestran una mejora notable. Aquí durante años la apuesta fue de la mano del Torrontés, pero hoy los que se destacan tienen como base Sauvignon Blanc, Semillón, Viognier y otras cepas menos populares pero claramente más adecuadas para el estilo. Y no sólo se trata de tardíos sino que incluso la góndola ofrece muy buenos passitos, botritizados, encabezados y versiones burbujeantes de estos vinos que, además de ser muy sabrosas, son muy demandadas. Para muchos, incluidos nosotros, el rey de la categoría es el Terrazas de los Andes Single Vineyard El Yaima Petit Manseng 2010, pero de cerca le siguen el Henry Cosecha Tardía 2008 elaborado con Moscato Bianco y hasta el Latitud 33 Tardío de Semillón 2011 gusta y descoloca con una relación precio calidad insuperable.
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