El viñedo más alto del mundo
Fuente: Vinicast Blog.
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Esta sensación de estar al filo de lo conocido, es una de las motivaciones del dueño e ideólogo de esta aventura agronómica y enológica, el empresario suizo Donald Hess. Fue el propio Hess quién plantó en Altura Máxima, con viñedos experimentales de diversas variedades de uva en el año 2003. Dicen que Hess había descubierto la zona en el 2000 poco después de haberse instalado en Argentina y Salta con la vecina finca de 350 hectáreas de El Arenal.
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“Un día vino el patrón Hess y me preguntó si creo que después de tanto esfuerzo lograremos un gran vino, y yo le contesté que ‘no hay opción’. Con la enorme inversión y esfuerzo que se hizo, este viñedo debe producir un gran vino o no debe producir. Estamos haciendo historia”, explica Pierre. De todos modos, las primeras botellas de este cuartel tan especial, plantado con Pinot Noir no estarán listas hasta el 2013, según estiman. El enólogo se entusiasma y saca cálculos: “De La Joya van a salir 3,000 botellas, que no es mucho, o sea que algunos van a tener que pelear para tenerlas…. Es muy poco esto para el mundo así que deberíamos venderlas caras”, se divierte Pierre, que enseguida aclara que el vino seguramente no llegará a su mejor estado por unos diez años mas. “No vamos a hacer vinos gordos. Vamos a estar más cerca de vinos elegantes lo que es bueno por el Pinot Noir, la fruta roja el lado floral la tipicidad aromática de los buenos Pinot Noir”, piensa.
La mañana avanza en Altura Máxima y la caminata por la finca se vuelve cada vez mas desafiante para la respiración a mas de tres mil metros. Pierre dice que entre las “consecuencias más destacadas de esta situación es un promedio de temperaturas que son más bajas y ciclos vegetativos más cortos”.
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“La altura hace que la radiación solar y el contenido UV mas alto. De lo que sabemos eso hace que la planta se protege haciendo crecer piel mas gruesa, pero también puede bajar potencial aromático”, agrega.
Pierre dice que los suelos son “muy pobres y con muchas piedras, lo que le hace muy difícil a la planta desarrollar el sistema radicular. Cuenta que si en un viñedo normal tarda 3 años acá un tiempo razonable es entre 6 y 7 años para tener plazos productivos”.
Las dificultades del lugar no se terminan allí sino que “las hormigas se vuelven incontrolables y atacan a las plantas chicas”. “También los pájaros se acostumbraron a venir a comer en el primer viñedo. En los próximos años la presión va a ser menor porque al tener más hectáreas los pájaros se dispersarán más”, agrega.
La pulseada con los pájaros empieza todas las mañanas “con unos changos que van a la mañana con hondas, gritan, caminan la finca”. Al mediodía y a la tarde usamos cintas por lo visual, tenemos cañones y un espantapájaros tipo robot que emite un sonido de pájaros herido.
El manejo biodinámico
Desde el punto de vista más técnico, cuenta que este manejo también incluye la utilización de preparados para lograr un compost de alta calidad y de alto de microorganismos. “Eso es una comida importante para el suelo, que es algo vivo”, agrega.
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“Este manejo es porque creo en algunas cosas. Yo creo que herbicidas no es bueno ni para la planta ni para los humanos que luego consumirán. Capaz que hay 80 por ciento de productores que no están de acuerdo con esto, pero bueno, es una opinión. Curamos con azufre y cobre mineral dentro de un limite: nunca mas de tres kilos por hectárea y por año”, explica Pierre.
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