Homero y el vino
La idea surgió del diálogo y la esgrima verbal entre ese chef de sabor huracanado –sin duda, uno de los más altos empresarios de empuje y amor a su Estado–, Juan Ramón Cárdenas, y quien esto escribe. La idea, el proyecto aún se está madurando, cocinando a fuego lento en los fogones del mítico restaurante "Don Artemio", pero el pensamiento ya está aterrizado en el siguiente proyecto el cual cuento a trompicones.
"Cultura, vino y literatura: un asedio gastronómico." En traducción directo al cristiano es lo siguiente: por espacio de un mes, en sesión semanal (cuatro, claro) en un espacio reservado (para no más de 20 escogidos comensales) de "Don Artemio", y cocinando In situ, Juan Ramón Cárdenas, más que cocinero un alquimista medieval, adobará y realizará algunos maridajes entre varios platillos los cuales aparecen descritos en obras maestra de la literatura universal, con el debido parentesco con el vino de la región donde reposan las escenas escritas. Todo ello, mientras el chef platicará y reverberará los potajes, elementos, yerbas aromáticas y lugar de origen y suerte de los ingredientes empleados. Este escritor meterá su "cuchara" y disertará torpemente sobre los volúmenes escogidos y mejor aún, una buena actriz realizará la lectura de los textos escogidos.
Avanzamos: en la Biblia, ese libro de libros, en la 1a Epístola de Pablo (Saulo, antes de convertirse) dirigida a Timoteo, ante la fragilidad de la "panza" de éste, un hombre letrado e ilustrado como Pablo, el de Tarso, le recomienda la siguiente receta: "Ya no bebas agua, sino usa de un poco de vino por causa de tu estómago y de tus frecuentes enfermedades." 1 Timoteo 5.23. Y claro, todo mundo lo sabe, el vino contiene bismuto, por eso es bueno para los débiles de estómago. El vino es cultura y placer.
Bajo esta bíblica premisa, en sus viajes, ¿qué bebía Ulises, aquel héroe inolvidable del poema "La Odisea" del divino ciego Homero? ¿Qué comió, qué lugares visitó; cuáles eran sus alimentos preferidos? ¿Las sirenas lo enamoraron con sus cantos o con otra serie de trucos y suertes? ¿Existen las sirenas? Uf. Cosa no menor cuando anoto lo siguiente: hay poco más de setenta referencias al vino en el poema "La Odisea" de Homero. En un pasaje memorable, escribe Homero: "Toma y bebe este vino, cíclope, una vez que has comido carnes crudas de hombre. Verás qué bebida guardaba bajo mi bajel… cogiólo y bebió con deleite salvaje todo el dulce licor, y pidiome sin pausa otro cuenco."
Esquina-bajan
Este es Homero, su potente vino y su palabra seductora. Pero, no menos poderosos son los platillos y los vinos procedentes de La Mancha; sí, claro, aquella región patrimonio de la humanidad y territorio de las andanzas de don Quijote y su escudero, el sibarita de Sancho Panza. Aquí en esta segunda sesión, Juan Ramón Cárdenas deleitará a los comensales con "Salpicón de vaca con cebolla", "Ternera asada con salsa de oruga", "Miel sobre hojuelas", "Torrejones", "Tarta de requesón"… la cocina del Quijote.
Pero, ¿somos inexistentes en el panorama gastronómico nacional o mundial? ¿Qué comían próceres de carne y hueso como Francisco I. Madero, Venustiano Carranza? ¿Qué comía Francisco Villa, según letra escrita de don Francisco L. Urquizo, general y escritor? ¿Qué bebían en campaña; los platillos norteños con qué vino endémico de Parras los cocinará en maridaje don Juan Ramón Cárdenas? Uf.
Para la cuarta semana, aún no hemos llegado a un sano acuerdo. En honor a la verdad lector, a don Juan Ramón Cárdenas le "rumba" tanto la "piedra", para usar su feliz expresión la cual ha hecho popular, tiene tantas ideas, que aún no sabemos como darle el cerrojazo al estudio de cultura, gastronomía y vino. ¿Explorar una personalísima "última cena"? puede ser.
Letras minúsculas
¿Se imagina usted a don Juan Ramón Cárdenas en la Secretaría de Turismo con estos planes? El problema es que pondría a trabajar a los burócratas. Grave la cosa. Esperamos llevar a buen puerto este seminario-cata…
Fuente:
http://www.vanguardia.com.mx/h
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