INTERNACIONAL Científicos chilenos logran producir vinos con bajo alcohol sin sacrificar la calidad

Oportunidad para los vinos kosher

Las bodegas apuntan a ampliar el mercado local más allá de la comunidad judía y crecer en el exterior, sobre todo en Israel y Estados Unidos, los mayores destinos mundiales.

Hasta hace un tiempo atrás, el consumo de vinos kosher en Argentina se nutría de importaciones, principalmente de Nueva York. Desde hace unos años y junto al progreso de nuestra vitivinicultura y más aun luego de la devaluación, varias bodegas y emprendedores comenzaron a elaborar vinos kosher en nuestro país para consumo interno y con fines de exportación también. Tal es así que hoy se exporta casi el 90 por ciento de la producción de estos vinos, siendo Estados Unidos el principal importador.

La venta de vinos kosher sube año a año y, si bien aún es un mercado pequeño, su potencial es muy grande. Según la Cámara de Comercio Argentino Israelí (CCAI), el mercado argentino de bebidas y alimentos kosher movió alrededor de 25 millones de dólares en el 2009. Aunque crecen, no son muchas las bodegas que elaboran hoy estos vinos, que deben contar con cuidados y tecnologías especiales, además de la certificación de una autoridad rabínica. En el país, existen poco más de seis empresas que los elaboran, de los cuales Finca La Celia (la bodega de Valle de Uco del grupo chileno Viña San Pedro Tarapacá es la principal) es la mayor, con 720.000 litros al año. Las otras bodegas son más pequeñas y, en su mayoría, están dedicadas exclusivamente a estos vinos, como Kosher Winery, Finca 613, Marumatok, Bodega Pribokaar, Bodegas Alvear y Darom Sur, dirigida por Gabriel Amar.

Si bien no hay datos fidedignos sobre este incipiente mercado, se estima que se consumen en el país unos 230.000 litros de vinos kosher al año, una cifra pequeña frente los 900 millones de litros en general. “Pero el mercado crece de 10% a 15% anual y tiene mucho potencial”, destaca Luis Chami, director Comercial de Kosher Winery, que elabora 500.000 litros de estos vinos con la marca El Secreto, en dos bodegas de terceros en Mendoza, de los cuales 100.000 litros van al mercado local.

“Más allá de la comunidad judía, mucha gente empieza a conocer y a elegir estos vinos por un tema de trazabilidad y control de calidad, como los adventistas o musulmanes, por ejemplo”, agrega Chami, que exporta a Estados Unidos, Israel y Francia, entre otros. En el país, sus vinos se venden en locales kosher de Buenos Aires y de otras cinco provincias. “El consumo se concentra en la Pascua judía y también se vende mucho para casamientos y eventos”, precisa.

De esta manera, es que hoy se pueden verse almacenes especializada en estos productos, como es el caso de “Kosher King”. Esta tienda de Mendoza es gestionada por el rabino ortodoxo Uriel Lapidus, quien destacó que “por lo general, estos productos son comprados por turistas chilenos, norteamericanos y en algunos casos de Israel. Igualmente nosotros somos un local cuyo objetivo es la prestación de servicio, estamos mucho más allá del lucro”

Lapidus aseguró además que Coca Cola compra millones de litros de mosto kosher elaborados en Mendoza. “Antes de la vendimia, alrededor de 60 supervisores vienen a la provincia para comprar este producto. Estas personas se encargan de recorren las bodegas productoras para inspeccionar si está todo en condiciones y si la elaboración se realizó de acuerdo a las leyes establecidas”.

A nivel internacional, Estados Unidos e Israel son los principales mercados, aunque allí también hay más bodegas que los elaboran. Finca La Celia es la mayor exportadora de vinos kosher a Israel, con las marcas Místico y Don Mendoza. “En 2009, vendimos 630.000 litros de vino kosher a Israel, un 25 por ciento más que en 2008 y seguimos creciendo”, explica Marcelo Srbovic, gerente general de Finca La Celia. “Empezamos además a vender en Canadá, donde ganamos una licitación, y planeamos ingresar a Estados Unidos, sobre todo a la Costa Este, donde hay mayor consumo”, agrega. La bodega lanzó además un espumante kosher y comenzó en 2011 a vender en el país estos vinos, de los que prevé elaborar un 15 por ciento más este año.

también intentan incursionar en este mercado desde Bodegas Santa Ana. Rodolfo Sadler, enólogo del establecimiento, comentó que están en un período de producción y fermentación y que este año puede salir al mercado la primera cosecha. “Esto surge por un requerimiento del área comercial. La idea es diversificar algunos productos de la línea”. Mencionó, además, que “en esta etapa se está incursionando en precios medios y vinos varietales, para ver cómo se comporta el mercado”.

Los vinos kosher son elaborados, desde el cultivo de la uva hasta el producto final, ante la atenta supervisión de un Rabino. Todo el proceso de elaboración es similar al de los vinos no kosher, salvo por un tipo de hervor que se le da al vino (“mevushal”), bastante parecido a la pasteurización.

En nuestro país, uno de los rabinos más reconocidos en el temas es Daniel Oppenheimer que, junto al rabino Iosef Feigelstock, de Estados Unidos, realizan las certificaciones kosher más estrictas y de mayor prestigio internacional.

La estrategia para el mercado interno en todas estas bodegas es ir más allá de los consumidores cautivos (judíos religiosos) y se centra en el cada vez más ávido público no judío que se vuelca al consumo de productos kosher debido a su gran cuidado y supervisión a la hora de la elaboración.

Cómo y quiénes certifican
La certificación kosher, por lo general, no es un proceso sencillo. Su complejidad dependerá también, en gran medida, de lo que se quiera certificar, que pueden ser desde frutas en fresco, aceites, vinos, mostos a casi todo tipo de producto agrícola o agroindustrial.
Hay varias organizaciones que otorgan el sello kosher en Argentina. Mientras más estricta es la certificación, más complejo será el proceso, pero también mayor aceptación internacional tendrá.

Otro punto a tener en cuenta es que el sello kosher puede significar un aumento en los costos de producción de entre el 10 y el 25 por ciento. Mientras más complejo es el proceso, mayor será el costo de la certificación. Pero también se debe tener en cuenta que esto se compensa por el mayor valor de mercado que adquieren los productos, entre un 25 y 50 por ciento comparados con otros de igual calidad pero sin sello kosher.

Son cuatro las principales organizaciones en Argentina que otorgan certificación kosher: Ajdut Israel, dirigida por el rabino Daniel Oppenheimer; el Gran Rabinato de Agudath Israel Argentina, dirigido por el rabino Yosef Libersohn; la Kosher Supervision Unit (UK), dirigida por el rabino Gabriel Yabra y la Unión de Rabinos Ortodoxos de la Argentina, dirigida por el rabino Yosef Feigelstock.

También es buenos saber que quienes quieran exportar productos kosher deben relacionarse con un trader internacional reconocido y experimentado en la materia, debido a que este es un mercado de pocos jugadores donde tiene gran importancia la confiabilidad y el trato personal.
Quienes tengan interés en recibir más información y asesoramiento sobre el tema, pueden comunicarse vía e-mail con el autor de esta nota: casares.ricardo@gmail.com o telefónicamente al 421-0238 y 15-525-7130.

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