DESTILADOS | INTERNACIONAL El whisky ofrece una amplia variedad de estilos y sabores según su origen y método de elaboración
Escocia, Irlanda y Francia presentan opciones para principiantes y aficionados, con precios y perfiles aromáticos para todos los gustos
MIÉRCOLES 09 DE JULIO DE 2025
El whisky es una bebida con una gran variedad de estilos y orígenes. En Escocia, uno de los países más conocidos por su producción, existen diferentes tipos según el método de elaboración y las materias primas utilizadas. Hay whiskys elaborados solo con cebada malteada en una única destilería (single malts), otros que mezclan varios single malts (blended malts), algunos hechos con otros cereales (single grain) y también mezclas de whiskys de distintas destilerías (blended whiskys). Además, algunos tienen un sabor ahumado por el uso de turba durante el proceso.
Para quienes quieren empezar a conocer el whisky, los expertos suelen recomendar comenzar por los blended malts o blended whiskys escoceses. Estas opciones suelen tener un perfil aromático más suave y un grado alcohólico moderado, lo que facilita la primera experiencia. Entre las marcas conocidas se encuentran Johnnie Walker Highlands Origin, Chivas 13 años Extra American Bourbon Finish o Ballantine’s 17 años. Los precios varían entre 40 y 85 euros según la edad y la calidad del producto. Fuera de Escocia, la gama Bellevoye, que mezcla single malts franceses, permite descubrir matices diferentes y aprender sobre el acabado en barricas que antes contuvieron vino u otros licores.
Después de probar los whiskys de mezcla, muchos consumidores sienten curiosidad por los single malts escoceses. Estos se producen solo con cebada malteada y en una sola destilería. Suelen tener más intensidad aromática y un carácter más marcado. Para quienes se inician en esta categoría, se recomienda buscar aquellos que han pasado parte de su envejecimiento en barricas que antes contuvieron vinos fortificados como el jerez. Esto aporta notas afrutadas y suaviza el sabor. Ejemplos accesibles son Aberlour Double Cask Matured o Macallan Sherry Oak, con precios desde 35 hasta 110 euros.
Irlanda también ofrece opciones interesantes como Bushmills 14 años, envejecido parcialmente en barricas de vino de Málaga. Para quienes buscan algo diferente, existen single malts de regiones menos habituales como Bretaña, donde Glann ar Mor produce un whisky apreciado por su personalidad.
El siguiente paso para muchos aficionados es probar los whiskys ahumados o “turbeados”. La turba se utiliza durante el secado de la cebada y aporta aromas a humo, alquitrán o incluso yodo. No todos disfrutan estos sabores al principio, pero suelen ganar adeptos con el tiempo. Wolfburn Northland Original es una opción para iniciarse porque sus notas ahumadas son suaves y provienen del envejecimiento en barricas usadas previamente para whisky turbeado. Después se puede pasar a referencias clásicas de Islay como Laphroaig 10 años o Bowmore 12 años Sherry Oak.
El mundo del whisky es muy amplio y cada país productor aporta su propio estilo. Tras una primera aproximación a las principales categorías y orígenes, cada persona puede seguir descubriendo nuevas etiquetas y matices según sus preferencias personales.
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