7 reglas básicas para comer correctamente el marisco

 

El marisco es considerado uno de los lujos del mar. Estos tesoros culinarios abarcan infinidad de variedades, y a veces no se comen de manera protocolaria.

No necesariamente todos deben comerse con cubiertos, ni tampoco todos se pueden comer con la mano... desde Bodega de los Secretos, el restaurante más romántico de Madrid, nos ofrecen una guía fácil y útil para comer marisco, con el fin de eliminar todas las dudas y ser un comensal de excepción.

1. Orden

Es muy importante conocer el orden en que se deben comer estos productos. En caso de encontrarse con distintos tipos de mariscos, hay que dar prioridad aquello que se puedan comer crudos, como las ostras, seguidos de los cocidos como las gambas, y por último degustar aquellos que estén cocinados, como el buey de mar.

2. Cubiertos

La mayoría de los mariscos pueden comerse sin ellos. Está socialmente aceptado comer el marisco con las manos, siempre que este lo permita. Por ejemplo, si sirven moluscos de un tamaño relativamente pequeño, se pueden en sus conchas. Sin embargo, moluscos como los mejillones, precisan del uso de tenedores de pescado, para poder extraer la carne de manera adecuada.

3. Piezas grandes

La langosta o el bogavante deben servirse junto a tenazas o cubiertos especiales que ayuden a romper las partes más duras. Lo ideal es que este tipo de mariscos llegue a la mesa trinchado de la cocina, esto ayudará a comerlo y aprovechar toda su carne.

4. Langostinos, gambas y cigalas

Lo ideal es ayudarse de cuchillo y tenedor, de pescado, para cortar la cabeza y después retirar la cáscara para sacar los lomos. Esta es sin duda la manera protocolaria de hacerlo, una pena para los más puristas pues no podrán sorber el jugo de las cabezas.

5. Cuidado con los ruidos

Está permitido comer gran parte de los mariscos con la mano, pero hay que prestar especial cuidado a los ruidos y la manera brusca de sorber los jugos, esto genera un ruido molesto que puede llegar a incomodar al resto de comensales.

6. Tenedor de pescado

Si el marisco llega limpio a la mesa, únicamente debe utilizarse el tenedor de pescado, tanto para comer como para trocear.

7. Toallitas impregnadas

Hay que usar este tipo de toallitas impregnadas de limón u otras esencias, para neutralizar el olor del marisco y limpiar las manos en profundidad después de comerlo.

Maridaje del marisco: Cómo elegir el mejor vino para el marisco

Los vinos blancos jóvenes son la mejor opción para el acompañamiento, vinos frescos e intensos.

Las manzanillas y los finos de Jerez pueden ser una gran opción.

Además, los vinos espumosos blancos o rosados son el maridaje perfecto para los mariscos crudos, como las ostras o las almejas.

Los vinos tintos pueden presentar un maravilloso maridaje con los mariscos, siempre y cuando no presenten un excesivo cuerpo y sean jóvenes.

Los vinos tintos jóvenes, frutales y suaves potencian el sabor del marisco sin enmascararlo. En el caso del maridaje con crustáceos es importante que cuenten con una cierta acidez sin paso por madera.

Por su parte, a los moluscos y al pulpo les conviene un maridaje de tintos poco tánicos.

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