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Todo el mundo sabe lo que es un tapón de vino, pero no todos saben cómo se hace el corcho de las botellas. Los conocidos popularmente como corchos no son un asunto baladí en el mundo de la enología, sino una parte fundamental en la conservación del vino.
En los últimos tiempos han aparecido en el mercado algunos competidores de los tapones de corcho, como los sintéticos, los de plástico o los de cristal, pero la práctica totalidad de los expertos en vinos son tajantes: ninguno es tan bueno para preservar las propiedades organolépticas del vino como los tapones de corcho.
La longitud de los corchos de botella depende de la edad de los vinos. Los más cortos (menos de 4 centímetros) son utilizados en los vinos más jóvenes, mientras que los más largos (pueden superar los 5,5 centímetros) son utilizados para los más añejos.
Las razones por las que el corcho es tan beneficioso utilizado como tapón de vino son numerosas:
- Facilita que el vino evolucione: estos tapones naturales permiten la correcta evolución del vino sin aportarle ningún tipo de sabor o aroma propio. La razón es que propicia una microoxigenación del líquido que tiene como resultado una mejora gustativa en muchos casos.
- Evita la entrada de aire, moho y bacterias: el corcho sirve de barrera frente al exceso de oxígeno y la entrada de moho y bacterias en el vino. Al contar con unos minúsculos poros sí permite la entrada de unas cantidades mínimas de oxígeno en la botella que, como ya hemos dicho, resulta muy beneficioso para su contenido.
- Gran durabilidad: los corchos naturales son capaces de mantener el vino en unas condiciones óptimas durante décadas, algo que no está al alcance de otros tipos de tapones sintéticos.
Características del tapón de corcho
El corcho ha sido utilizado para diferentes funciones desde la Antigüedad, aunque en la actualidad su uso más conocido es el de tapón de vino. Entre sus principales ventajas destaca el hecho de ser un producto natural.
Todos los tapones de corcho para botellas proceden del alcornoque Quercus suber, árbol que tiene su hábitat en la zona mediterránea.
Las principales características del corcho son su levedad, impermeabilidad, adherencia, compresibilidad y elasticidad.
- Levedad: su densidad oscila entre 0,12 y 0,25. La calidad del corcho es mayor cuanto más baja sea su densidad.
- Impermeabilidad: debido a su contenido en cera y suberina, el corcho es prácticamente impermeable. Únicamente deja fluir el gas a causa del contenido gaseoso de las células.
- Adherencia: el corcho presenta un alto coeficiente de fricción debido a que presenta muchas ventosas cuando se encuentra en contacto con superficies lisas.
- Compresibilidad y elasticidad: el corcho es el único caso entre los cuerpos sólidos que puede ser comprimido sin que exista una dilatación lateral. Una vez se ha sometido a una presión es capaz de recuperar en solo 24 horas hasta el 85 % del volumen que tenía inicialmente. De este modo, su resistencia al desgaste es muy alta.
Cómo se hacen los tapones de corcho para el vino
La fabricación de tapones de corcho para botellas de vino empieza en los propios alcornocales y concluye cuando se les pone el sello de las bodegas que van a representar. Estas son las fases del proceso:
La saca
La saca es el primer paso, y consiste en quitar a los alcornoques su corteza. Esto se realiza cada 9 años, el tiempo necesario para que los árboles puedan regenerarla.
Las planchas de corteza se quitan a mano, habitualmente de arriba a abajo (en el caso de los alcornoques de gran tamaño puede hacerse en ambas direcciones).
Primera selección de los juntadores
Una vez se tienen las planchas, los conocidos como juntadores realizan la primera selección para elegir las que se destinarán a la fabricación de corcho de botella y las que irán a la elaboración de otros objetos (las más finas o pequeñas).
Apilamiento y cocción
Las planchas que se envían a las corcheras son apiladas durante medio año para que vayan perdiendo su savia y su humedad.
Una vez transcurridos 6 meses son sometidas a cocción para que pierdan densidad y ganen espesor, de modo que adquieran elasticidad. Posteriormente se dejan secar, son apiladas nuevamente en fardos más pequeños y vueltas a cocer.
Sección o corte de las planchas
Las planchas se aplanan y adquieren una mayor resistencia tras pasar entre dos y tres semanas de reposo. Es en ese momento cuando se efectúa la sección o corte de las planchas según sea el tamaño de los corchos de botella que se vayan a fabricar.
A lo largo del proceso las corcheras realizan minuciosos controles de calidad en función de su suavidad, elasticidad, grosor y densidad.
Perforación de los cilindros y selección
Una vez que las planchas estén cortadas, los cilindros se perforan atendiendo a la longitud y el grosor de los tapones de corcho demandados. Los corchos son seleccionados por un equipo humano según sus calidades.
Lavado, secado y sellado
En la recta final del proceso los tapones de corcho son sometidos a un intensivo lavado, desinfectado y secado. Por último, son marcados con el sello de la bodega que corresponda y embalados.
Ahora que sabemos cómo se hace el corcho de las botellas es importante recordar que siempre debe estar en contacto con el vino mientras este se encuentre embotellado, por lo que hay que guardar las botellas en una posición horizontal.
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