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Las bodegas están constantemente renovándose. Cada año nacen multitud de nuevas marcas de vino y elegir el nombre no es solo una de las decisiones iniciales, sino una de las más importantes.
El nombre puede no ser lo primero que vean los clientes, quizá se fijen antes en otros aspectos, como el logo, los colores, el packaging... pero desde luego que el nombre sí que será lo que más se recuerde, lo que se transmite y, sobre todo, lo que sirva para encontrar una determinada marca en sucesivas compras, especialmente en el mundo digital, donde en una búsqueda en Google no hay más opción que escribir... un nombre.
Ahora bien, dar con la palabra o palabras adecuadas puede ser una tarea muy compleja. Mucho más de lo que estamos acostumbrados a ver en el sector del vino.
El nombre de la marca del vino es una parte fundamental de su reputación, tanto física como digital, porque forma la imagen de marca junto con el logotipo. Por supuesto, un buen nombre por sí solo no hará "magia", debe ser acompañado con la capacidad de la bodega o empresa distribuidora para atraer clientes. Si una bodega llama la atención y es original, es más probable que los usuarios se adentren en sus vinos y "aprendan" sus nombres.
Con todo, un buen nombre debe cumplir una serie de requisitos muy sencillos que mostramos a continuación. Sin embargo, a veces puede ser difícil conseguir un nombre que los reúna todos, por lo que es recomendable tomarse un tiempo para elegir el mejor.
Fácil de recordar
El nombre debe ser nemotécnico, es decir muy fácil de recordar a medida que pasa el tiempo. Si un consumidor ha quedado muy satisfecho con una marca, querrá recomendarla a los demás. Es importante que se memorice fácilmente, para que pueda transmitirse boca a boca y llegar a más gente.
Fácil de pronunciar
El nombre debe ser fácil de leer en voz alta y pronunciar. Lo ideal sería que sea muy sencillo de pronunciar en cualquier país, para cualquier persona y edad. Un nombre fácil de pronunciar y de leer en voz alta será más sencillo de transmitir, y también será más fácil de recordar (punto anterior).
Fácil de escribir
A la hora de escribirlo en un teclado o en un móvil, debe ser corto, claro y sencillo. Hay que evitar símbolos o letras en otro alfabeto y, en la medida de lo posible, evitar la letra "ñ".
Para que un nombre sea fácil de encontrar en un buscador o en una red social, por ejemplo, tiene que ser sencillo de escribir. Por último, debe evitar ser escrito en MAYÚSCULAS, ya que los buscadores y las redes sociales detestan las mayúsculas, que suele asociarse a agresividad o ira, y puede penalizar el SEO.
Descriptivo
La palabra o palabras que se escojan tienen que reflejar de qué va el vino. Con una simple lectura, el cliente sabrá si ofrece aquello que está buscando. Asociar el nombre a un concepto vitivinícola que cumpla todos los requisitos anteriores es mucho mejor que poner a un vino un nombre de un pez, un ave o un tractor.
Original
Todo vino debe diferenciarse de las demás. Puede ofrecer calidad diferenciada, precios más competitivos, una elaboración extraordinaria..., pero también tiene que destacar por su nombre. Cada vino es único, y eso tiene que reflejarse en todas las facetas del producto, incluyendo su nombre.
Además, un vino con nombre llamativo, divertido o creativo es una magnífica carta de presentación para clientes potenciales. Puede ser un imán para las ventas si se escogen las palabras adecuadas para nuestro público objetivo.
Atemporal
Hay que pensar en el futuro. Una buena marca de vino puede durar décadas, por lo que su nombre debe poder mantenerse en el tiempo y no envejecer. Por eso, es mejor evitar referencias temporales o palabras que estén "de moda", porque es posible que dejen de usarse en unos años y dé la impresión de que la marca está anticuada.
Inconfundible
Es decir, que no se pueda confundir con otra palabra o, lo que es peor, con otra marca. Que se pueda escribir siempre de la misma forma, sin que la gente tienda a cambiar una letra o a introducir erratas. Lo ideal es que sea solo una palabra evitando, en la medida de lo posible, varias palabras, una frase, el uso de pronombres o de artículos.
Disponible
El nombre forma parte de la marca, y como tal hay que registrarla en el organismo pertinente. Pero también hay que registrar el nombre en el mundo digital. En este sentido, hay que buscarlo en Google y comprobar que no existe. Después hay que registrar los dominios principales de internet (.com, .net, .org...). También hay que comprobar que el username está libre en las principales redes sociales y registrarlo en todas (Facebook, Twitter, Instagram, Linkedin, Pinterest, Youtube, TikTok,...). El username es más importante que el nombre en una red social, ya que el posicionamiento le otorga mayor importancia. Lo ideal sería que el nombre de nuestro vino sea el mismo que el nombre y el username de la red social. Que un usuario esté usando nuestro username puede echar por tierra todos los esfuerzos en la creación de un nombre para una marca de vino.
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