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Retsina‚ el vino griego

Hace muchos años atrás‚ cuando aún no se conocían las técnicas modernas que permiten la longevidad y correcta conservación de los vinos‚ eran muy comunes las prácticas de aromatización‚ ahumado o añadidura de diferentes elementos en busca de mejorar las guarda de los mismos. Es en esta misma época cuando en Grecia‚ en unos de los viñedos más antiguos del mundo‚ nace el vino "Retsina".

Dinisos, dios griego del vino.

Grecia y el vino

Desde siempre el vino desempeño un papel de gran importancia en la cultura de la Grecia Antigua‚ ellos creían que el vino les había sido dado por Dioniso dios del vino y los excesos, entre otras cosas.

También fueron principalmente los griegos quienes se encargaron de difundir la vid y la cultura del vino por todo el mediterráneo. Y ya en su época trabajan el concepto de "Cru"‚ es decir‚ sabían que cada vino debe sus características particulares al lugar donde fue producido.

El vino griego en números

  • Grecia cuenta con unas 150.000 hectáreas de viñedo‚ la mitad es destinada a la elaboración de vinos y el resto al consumo en fresco y pasas.
  • La producción anual de vinos oscila entre los 4 y 5 millones de hectolitros‚ de los cuales 1 millón es destinado al consumo interno.
  • 2/3 de la producción de vino corresponde a vinos blancos.
  • Existen allí‚ además de las cepas tradicionales‚ 300 variedades de uvas autóctonas.
  • El Retsina constituye el 10% de la producción total de vinos del país.

¿Qué es Retsina?

El Retsina es el vino más popular de Grecia‚ se elabora con las variedades Rhoditis y Savatiano. De hecho esta última‚ originaria de Mesogea en Ática‚ es célebre por dar los vinos base de los mejores Retsina del país.

Es un vino aromatizado que tiene su origen en épocas antiguas‚ cuando los vinos eran aún transportados en ánforas de barro cocido. Estos recipientes se tapaban con una mezcla de yeso y resina obteniendo un sellado hermético y evitando así el contacto del vino con el aire‚ lo que permitía que este pudiera conservarse durante más tiempo en buenas condiciones.

Sin embargo en aquella época no se conocía que era el exceso de oxigeno lo que dañaba al vino y se creyó que el milagro de la buena conservación era dado por la resina y por ello se inició la costumbre de añadir al vino ya elaborado resina de pino. Esta añadidura daba como efecto secundario la particular aromatización del vino.

Las zonas de Ática‚ Beocia y Eubea son sus principales regiones productoras. Hace ya unos años‚ en pos de un vino menos agresivo para los gustos internacionales se ha buscado trabajar con vinos base de mayor calidad‚ reducir el contenido alcohólico y la cantidad de resina añadida a 100 g/hl.

En la actualidad la resina de Pino de Alepo‚ proveniente de la península de Ática‚ es añadida durante la fermentación de los vinos y terminado este proceso se remueve durante el primer trasiego.

Este vino de aromas y sabor particular se consume como aperitivo o acompañamiento de platos tradicionales como el Meze (aperitivos varios)‚ o la Tarama (huevas de pescado)‚ mariscos y ensaladas.

Este post se publicó originalmente en laumalbec.com

Un artículo de Lau Malbec

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