- Obtener enlace
- X
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones
- Obtener enlace
- X
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones
Se estima que hay más de 600 millones de vegetarianos en el mundo y, por supuesto, el consumo del vino no puede ser ajeno a esta gran demanda
Los expertos visibilizan cambios respecto al incremento de vinos veganos, preferencia en vinos ecológicos, la búsqueda de nuevos aromas y sabores, así como un creciente interés por los vinos de bajo contenido alcohólico
La era actual ha colaborado en la elaboración de vinos de mayor calidad, con nuevas y variadas presentaciones que buscan ganar la aprobación de los sommelier y aficionados. Para empezar, hay un incremento trascendente en el consumo de vinos veganos, que no tienen rastro de productos animales.
Se estima que hay más de 600 millones de vegetarianos en el mundo sensibilizados con la protección y cuidado animal; y, por supuesto, el consumo del vino no puede ser ajeno a esta gran demanda a pesar de que al final de su proceso, específicamente en la clarificación se utiliza la gelatina de cola de pescado. Esta inclinación repercutirá en la producción de vino al desarrollar productos respetuosos con el medio ambiente y al simplificar la información en las etiquetas.
Por otro lado, los requisitos para proveer un vino ecológico exige una denominación de "Agricultura Ecológica", cumpliendo con: los abonos orgánicos naturales de sus campos, sobre todo los que son de origen vegetal procedente de residuos del propio cultivo, como orujos o sarmientos triturados.
Además de la conservación y embotellado del vino, el mismo que debe ser sin tratamientos y que la vinificación se haga sin el antiséptico y antioxidante SO2, que tiene efectos negativos para la salud.
Se ha pronosticado la búsqueda de nuevos aromas y sabores, aunque la mayor preferencia se mantendrá en cuatro variedades de uva clásica como cabernet sauvignon, pinot noir, merlot y chardonnay, ganando órdenes en sectores como Sudáfrica, Chile y California; y, con respecto a los sabores se posicionan los "vinos afrutados", hechos especialmente de frutas maduras con olor y sabor a melocotón, albaricoque, plátano, grosella, frambuesa, fresa, cereza, moras, acerola, ciruela, entre otras.
"Cuando pruebas el vino de plátano te enganchas" afirmó Carlos Guevara, ingeniero agrónomo, agricultor y productor de caldos tintos y blancos de El Sausal - Islas Canarias. La fermentación del plátano, necesita de un periodo de oxidación de entre tres y cuatro semanas. La gran ventaja es que no se necesita esperar de la vendimia, ya que disponen de plátanos durante todo el año.
Otra de sus variaciones es el "vino de acerola", que cada día capta más atención por su elevado contenido en vitamina C. Las técnicas de almacenado y procesamiento deben ser lo suficientemente delicadas como para mantener su aporte nutricional, por lo que encarece y se convierte en un producto más atractivo para los amantes del vino. Asimismo, la acerola fortalece el sistema inmunológico y logra mejora el humor gracias a su alto contenido de vitamina C y acción antimicrobiana que lucha con virus, bacterias y otros patógenos.
El término "vino afrutado" constituye un atributo de los vinos jóvenes, ligeros, de acidez equilibrada y muy fragantes. Vinos que seducen por su olor y la sensación de sedosidad y amplitud que deja en la boca, un abanico de matices, aromas y paladares que hacen que cada vino tenga una personalidad única.
Cualquier explosión de sabor, aromas profundos y elegantes, harán que cualquier vino sea especial.
Comentarios