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APRENDER 6 claves para descubrir un vino con tan sólo un vistazo

Claves para entender al Pinot Noir, el varietal del vino más caro de la historia

Una botella fue vendida recientemente en una subasta en Nueva York por 558.000 dólares, estableciendo un nuevo récord para un vino, y consolidando al varietal como el más preciado de todos los tiempos

Por Fabricio Portelli
La calidad de un vino es mensurable, y es el fruto de la inversión que hacen los bodegueros en sus mejores viñedos, utilizando los métodos menos invasivos, pero a su vez los más adecuados para lograr el mejor carácter de las uvas y los terruños. Luego en bodega, quizás las mejores barricas y con los asesores más reconocidos.
No hay una receta ni una fórmula del éxito, ya que el vino nace en la viña y depende mucho de la naturaleza, el suelo y el hombre. Pero hay muchas cosas que se pueden hacer para lograr la mayor calidad posible. Eso sí, tiene un límite. Es decir que por encima de cierto valor ya no es calidad lo que se paga sino exclusividad. Y ahí la racionalidad le da paso a la pasión y, obviamente, al poder adquisitivo. Nadie pone en duda el valor agregado que se pueda generar por sobre los atributos naturales de un vino, pero llama mucho la atención cuando se trata a una botella como a una obra de arte.
Para muchos puede parecer curioso que la uva tinta más suave sea la protagonista del vino más caro del mundo, y por ende el mejor. Para los consumidores más conocedores no es una novedad, aunque es sumamente sorprendente el importe pagado recientemente por una botella de vino (de 750cc): USD 558.000. Fue en Nueva York, en una subasta de la prestigiosa casa Sotheby's. Se trató de un Romanée-Conti cosecha 1945. Y más allá del tiempo transcurrido, y de ser una de las 600 botellas producidas, tiene un valor particular por ser del último año antes que la finca fuera replantada. Se puede decir entonces que es un Pinot Noir más original.
Cabe destacar que Romanée-Conti nace en un viñedo de apenas 1.814 hectáreas, en el municipio de Vosne-Romanée de la Cote de Nuits, corazón de la Borgoña. Sus suelos están conformados por piedra caliza y son ricos en hierro. Una viña totalmente orgánica con las plantas de 45 años en promedio, ubicado en una pequeña ladera bien drenada, con orientación Este y Sureste, a 240 metros sobre el nivel del mar.
La primera mención del vino data de 1651, aunque los orígenes de estos viñedos se remontan al siglo XIII, pero en la zona se hacen vinos desde el año 900.
A mediados del siglo XVIII los viñedos obtuvieron su actual nombre, al ser comprados por Luis Francisco I de Borbón, príncipe de Conti. En la actualidad, el Domaine de la Romané-Conti (DRC) pertenece a las prestigiosas familias borgoñesas Villaine y Leroy/Roch.
Más allá del prestigio a lo largo de los años, el "terroir" es el factor que hace la diferencia; quizás el más importante, ya que es el único que no se puede emular. Es decir, hay miles de tintos en el mundo que se conciben a imagen de semejanza de otros, y en algunos casos copiando todo lo que se pueda: variedad, conducción, elaboración, crianza, asesoramiento, botella, corcho, estrategia de marketing, etc. Pero lo único que no se puede igualar es el terruño.
Manteniendo rendimientos siempre bajos, raramente superan las 6000 botellas anuales. Y esta escasez es otro de los factores que potenció el prestigio de la etiqueta a lo largo de los años. Y si el clima no ayuda, como fue en 2008 allí, hay que ser coherente con el legado y ver más allá. A veces, al igual que dar un paso para atrás permite luego dar dos para adelante, en vinos reducir la cantidad en un mal año, o incluso no salir con vinos, permite volver con más fuerza. Y de esta manera, respetando al consumidor, el prestigio crece exponencialmente.
A esta altura es entendible que la vinificación no sea tan importante como la viña, porque una vez encontrado el lugar, la variedad que mejor lo expresa, el momento de cosecha, y la mejor manera de elaborarlo, año tras año sólo resta rezar por el clima y repetir lo aprendido. Recientemente, el mítico hacedor Aubert de Villaine, co-propietario de la Romanée Conti, indicó que la cosecha 2015 fue la mejor desde que él llegó a la bodega en 1965, revalidando su nobleza. Como muchos otros, este vino es un orgullo para los franceses, a tal punto que en algún momento de su historia el gobierno debió mediar para que la propiedad no pasara a manos extranjeras.
Pero no fue el único récord batido por DRC en la subasta, que superó en 17 veces lo estimado por la casa de subastas (Sotheby's): USD 32.000. Hasta entonces, el mayor precio pagado por una botella de vino correspondía a un Château Lafite Rothschild de 1869 (Burdeos, Francia), vendido en 2010 a USD 233.000, en Hong Kong. Y si bien es cierto que en 2007 se pagaron por un Ch Mouton-Rothschild 1945, USD 310.000, se trataba de una botella doble magnum (3 litros). Minutos más tarde, se vendió una segunda botella del DRC 1945 por USD 496.000, quedando, así como el primer y el segundo vino más caro la historia.
Claves para entender al Pinot Noir
El Pinot Noir tiene una gran virtud, es el tinto más suave que se pueda lograr. Pero no por ello menos longevo. La acidez que tiene un vino de estos le permite evolucionar favorablemente por décadas. Como ningún otro vino tiene la capacidad de acariciar el paladar con consistencia, y desplegar al mismo tiempo un verdadero ramillete (bouquet) de aromas y sabores. Su paso delicadamente firme y su profundidad casi eterna, lo distinguen de todos los demás vinos del mundo.
Además de los franceses, los que se hacen en Oregón y Washington Estate en los Estados Unidos, los neozelandeses, los alemanes y los chilenos, son los más apreciados.
Al ser un cepaje de hollejos finos, prefiere los climas fríos, menos comunes en el hemisferio sur, a menos que los viñedos estén influenciados por el mar o la altura. Ya que la madurez debe ser lenta y la acidez natural al momento de cosecha debe ser elevada. Solo así se podrá pensar en un vino delicado, pero con estructura suficiente para evolucionar en botella. Además, para que la crianza en barricas aporte fineza y complejidad, el carácter del vino tiene que ser definido y tenso.
Más que hablar de descriptores de aromas y sabores, para entender al Pinot Noir hay que saber que se trata del tino más elegante. Todos sus atributos deben girar en torno a las sutilezas. Su aspecto es tenue y traslúcido, comparado con muchos otros tintos. Eso puede confundir al consumidor que espera de un buen vino solo intensidad en todos sus aspectos. La nariz de un Pinot Noir puede ser más frutal de joven y con algo de especias, pero los más complejos viran hacia notas terrosas. En boca, lo más importante, son sus texturas sedosas y frescura sostenida. Claramente fluye muy bien en boca, mucho más que un Malbec, por ejemplo.
Pero es muy difícil lograr un buen Pinot Noir. Dicen los que saben y lo hacen que es la uva más complicada para elaborar, tanto en la viña como en la bodega. Y si bien en nuestro país la mayoría de las zonas vitivinícolas están en regiones desérticas, desde Salta a Patagonia, poco a poco se van multiplicando los buenos exponentes. Los de climas más frescos (Patagonia, Chapadmalal y Valle de Uco), se diferencian por permitir vinos más vivaces, más allá del estilo de cada enólogo. Los de Luján de Cuyo suelen ser más amables, aunque poco a poco van ganando en frescura, porque ahora se cosechan las uvas antes, con menor alcohol potencial y mayor acidez natural.
De las 224.000 hectáreas de vides en la Argentina, solo el 1,8% (4.000) está plantado con Pinot Noir, pero la mayoría de esas uvas se destinan a vinos base para espumantes. No obstante, en los últimos años se han multiplicado las etiquetas de este varietal. Por su complejidad a la hora de la producción, es muy difícil encontrarlo en vinos de menos de $200. En Patagonia hace tiempo que se lo trata como uno de los cepajes emblemáticos de la región, pero fue recién cuando se incorporó al mapa vitivinícola la provincia de Neuquén (año 2000) que se forjó una masa crítica, sumándose así a la propuesta mendocina.
Hay de diversos estilos, algunos son clásicos, con un carácter de fruta madura y especias. Otros más modernos, de un perfil frutal más fresco y con una acidez firme. La buena noticia es que, en todos los casos, la tipicidad varietal ya está fuera de discusión. Obviamente los de más alto precio son más pretenciosos, y con mejor potencial de guarda.
Pero el valor más importante de tener un DRC en la copa es su significado. Para cualquier amante de vino, beber un sorbo de ese vino es como tocar el cielo con las manos. Son sensaciones inexplicables, como las que muchos pueden apreciar en una obra de arte.
Récord de un vino argentino en subasta
El 13 de octubre, en la Gala and Grand Auction 2018, organizada anualmente por Trés Bonne Année a total beneficio de Whitaker Center for Science and the Arts, Pensilvania (Estados Unidos), se subastaron más de cien lotes de vinos excepcionales. Entre ellos, el lote n° 2804 A conteniendo solamente "3 botellas" del Bianchi Cabernet Sauvignon 1987 fue subastado a un precio de USD 16.000.-, aproximadamente unos $600.000-.
Este Cabernet Sauvignon forma parte de la cava particular de la familia Bianchi, y fue elaborado en 1987, en conmemoración del centenario del nacimiento de Valentín Bianchi (fundador de la bodega), por su hijo Enzo y su nieto Tincho Bianchi.
(iStock)
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El enólogo Silvio Alberto explica: "La gente que asiste a estos eventos espera que los bodegueros y enólogos estén allí para contarles sobre sus vinos, bodegas y las familias que están detrás de ellos. Yo tuve la oportunidad de hablarles sobre un vino con cualidades excepcionales para sus 31 años de guarda". Rafael Calderón, CEO de Bodegas Bianchi, sostuvo: "este precio record apuntala nuestra presencia en Estados Unidos, que es el principal mercado para el vino argentino".
5 Pinot Noir para descubrir el cepaje
Saurus Pinot Noir 2017
Familia Schroeder, San Patricio del Chañar, Neuquén $215
Con vinos así, tiembla el Malbec de todos los días, porque este Pinot Noir tiene todos los atributos del cepaje, y además es de trago fácil y directo. Con buena fruta y tipicidad, expresivo y tenso, con todo lo que un vino debe tener para agradar al primer trago. De paso fugaz, pero con carácter y frescura, típica del lugar. Ideal para acompañar pastas rellenas con salsas cremosas.
Puntos: 88
Trumpeter Reserve Pinot Noir 2016
Rutini Wines, Gualtallary, Valle de Uco $392
El Rutini Pinot Noir es un vino con el que Mariano Di Paola (enólogo) se viene destacando desde fines de los 90´. Acá propone un tinto muy bien logrado y de precio más accesible. De aspecto bien del cepaje y aromas amables apoyados en la fruta. Paladar franco y con cierta vivacidad, más allá de la madurez y su carácter cálido. De Texturas finas y final equilibrado, con las notas de crianza (12 meses de roble francés nuevo y de 2° uso) que aportan profundidad.
Puntos: 88,5
Doña Paula Estate Pinot Noir 2017
Doña Paula, Gualtallary, Valle de Uco $309
Este vino nace al pie de os Andes, en uno de los viñedos más lindos y mejores plantados del país (Finca Alluvia). Su aspecto lo delata, con un color bastante profundo y no tan joven. Sus aromas son frescos y amables, bien frutales. De buen volumen y texturas dóciles, llena la boca con su carácter frutal generoso, y goza de un buen equilibrio a pesar de su juventud. Ideal para acompañar pastas o risottos.
Puntos: 89
Trivento Golden Reserve Black Series Pinot Noir 2017
Bodega Trivento, Tupungato, Valle de Uco $700
El joven enólogo Germán Di Césare está revolucionando los vinos de la casa, con vinos más frescos y bebibles, y este flamante Pinot Noir es un buen ejemplo. De aspecto brillante y aromas expresivos, apoyado en el carácter frutal típico del cepaje. Paso mordiente, frutado, con energía y final refrescante, criado en barricas de roble y vasijas de hormigón. Ideal para acompañar pescados a la parrilla.
Puntos: 90
Montesco Punta Negra Pinot Noir 2014
Passionate Wine, Gualtallary, Valle de Uco $500
De una viña joven, plantada en 2008, llega la cuarta edición de este Pinot Noir con la firma de Matías Michelini. Muy diferente de aquel primer 2011; elaborado con un 30% de escobajos y criado en barricas usadas. Su aspecto es bien del varietal, y sus aromas son inconfundibles. Le sobra tipicidad, con notas de cerezas negras y especias. De buen volumen y texturas incipientes, liviano, con carácter, fresco, pero con intención, y un final seco con ciertos dejos maduros.
Puntos: 91
Fabricio Portelli es sommelier argentino y experto en vinos
Twitter: @FabriPortelli

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