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Además de disfrutar más el vino, entrenando el olfato ejercitarás tus neuronas, mejorarás tus capacidades cognitivas y pondrás en forma tu cerebro. Descubre como hacerlo
Si el vino resulta tan placentero en parte es por el mundo de aromas que nos ofrece. El vino tiene tantos componentes aromáticos que olerlo se ha convertido en todo un ejercicio de culto en su proceso de degustación.
En la cata de vinos a la parte en que olemos el vino se denomina "fase olfativa", esta fase reclama especial atención y concentración, ya que disfrutar un vino es en gran medida "olerlo". Piensa que el sentido del olfato es diez mil veces más sensible que el sentido del gusto.
La cuestión en todo este ritual de agitar y olfatear, en definitiva, es que lo que huelas te resulte placentero, incluso fascinante, y que en el curso de la ceremonia te diviertas. Pero ¿qué pasa si no percibes ningún aroma en el vino?
Se puede ejercitar y revitalizar el sentido del olfato si uno se pone a oler conscientemente. Para aprovechar al máximo tu olfato y disfrutar mucho más el vino, te presentamos a continuación cinco consejos con los que aprender a oler:
CÓMO ENTRENAR LA NARIZ
1. Usa la nariz, atrévete sin miedo. Mete bien la nariz dentro de la copa y concéntrate, cierra los ojos si es necesario, hasta encontrar donde están los aromas mezclados con el aire.
2. Evita interferencias. No te canses oliendo el vino cuando haya alrededor olores fuertes de comida. Si el vino te huele a tomate plantéate que quizá no sea el vino, sino el plato que tienes justo detrás. Otra cosa, no te pongas perfume fuerte; el perfume compite con el olor del vino.
3. Conviértete en un olfateador, usa conscientemente el sentido del olfato. Olfatea, por ejemplo, todo los ingredientes cuando cocines, todo lo que comas, las frutas frescas y las verduras, hasta los olores del ambiente cuando camines por la calle o por la naturaleza —como la tierra, la hierba, las flores, y todos los demás—.
4. Practica técnicas diferentes de olfateo. Algunas personas prefieren dar respiraciones cortas y rápidas, mientras otras prefieren inhalar largamente el olor del vino. Mantener la boca un poquito abierta mientras inhalas puede ayudarte.
5. Memoriza. Aumenta tu base de datos mental con olores, de modo que puedas recurrir a ellos cuando los necesites. Juega, en cualquier situación, a olfatear antes que mirar, e intentar adivinar lo que estás oliendo en ese preciso momento. Hacer esto además tiene una ventaja adicional para tu salud: ejercitarás tus neuronas, mejorarás tus capacidades cognitivas y pondrás en forma tu cerebro.
Un último apunte, recuerda que la nariz se cansa pronto, el sentido del olfato se fatiga rápido pero también se recobra pronto. Así que espera un momento entre olfacción y olfacción.
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