7 motivos para visitar una bodega (además del vino)

Ideas para organizar una escapada con tus amigos a una bodega y desconectar, disfrutando de unos días de descanso

El enoturismo se sigue comportando como una modalidad turística de 'escapada' que habitualmente se realiza en pareja, grupos reducidos de amigos o en familia, según se desprende de los últimos informes publicados por ACEVIN.

Pero cómo no es lo mismo hacer enoturismo en familia, que en pareja o con amigos, las bodegas actualmente ofrecen todo tipo de experiencias personalizadas en función del tipo de visita.

Atrás quedan los aburridos paseos por los viñedos, visita a las instalaciones de bodega, charlas y catas de vino. El enoturista actual busca más.

Consultamos a Bohedal, una de las bodegas pioneras en la creación de diferentes experiencias personalizadas para todo tipo de viajeros, para que nos expliquen cuáles son las mejores alternativas a la hora de realizar enoturismo.

En realidad las opciones son prácticamente infinitas.  La versatilidad de las bodegas como nexo en común entre la gastronomía, naturaleza y cultura, hacen de estos establecimientos, un foco de atracción de visitantes casi sin límites.

Sin embargo, algunas de las ofertas actuales de las bodegas suelen ser cada vez más demandadas por los visitantes, entre las que se encuentran algunas de las siguientes propuestas.

1. Catas diferentes

No es lo mismo catar un vino, analizando las típicas tres fases del vino mientras se come algo, que realizar innovadoras experiencias con catas diferentes como por ejemplo catas de maridajes atípicos, como chocolate y vino, catas de uvas, realizar una cata a ciegas con los ojos vendados, catas con música, un pequeño concurso de catas entre los visitantes, o quizá incluso una cata de copas de vidrio.

2. Fechas especiales

Otras de las conclusiones habituales en los informes de ACEVIN es que las visitas a bodegas sueles ser del tipo "escapadas" es decir viajes de corta duración, fines de semana, festivos,... Por tanto las fechas especiales como "San Valentín", "Día del Padre/Madre", "Semana Santa", "puentes"... son fechas ideales para visitar una bodega.

3. Mixología

La mixología es un término usado para referirse a la mezcla de bebidas, digamos que es una forma más refinada para referirnos a la coctelería. El vino es una bebida para tomar sola por excelencia, pero si se hace bien, admite perfectamente la mixología... y los turistas también. Ofrecer alternativas al "sólo" vino, así como maridajes diferentes, es un reclamo cada vez mayor entre los visitantes.

4. Catas directas de barricas o cubas

No hay nada que guste más a un turista, que le abran el tapón de una barrica, o la llave de una cuba, y beber el vino directamente de ella. La cata directa de vinos en diferentes estadios de elaboración produce una de las mayores satisfacciones en los visitantes. Si bien no siempre es posible esto, el turista que cate vino directamente de la barrica, se convierte en el mejor embajador de la marca. Por otro lado la percepción de calidad de la marca crecerá notablemente a poder degustar "in situ" un producto tan natural.

5. Gastronomía

Uno de los mayores reclamos del enoturista es, junto al vino, la gastronomía. Si se sorprende al turista con una "merienda" sorpresa, con una excelente cata-maridaje, o con una cena especial en la bodega, no habrá turista que no comparta su experiencia con sus amigos y familiares, incluso cabe esperar que regrese con éstos. Con una buena comida el cliente siempre vuelve.

6. Actividades

Es otra de las propuestas cada vez más utilizadas y eficaces para visitar una bodega: realizar actividades en torno a ella. Aquí las opciones son múltiples, ya que muchas bodegas cuentas con unas instalaciones que no disponen la mayor parte de establecimientos. A saber, actividades deportivas, concursos, actividades lúdicas o artísticas, cursos, terapias naturales... La fecha del año puede condicionar mucho este tipo de actividades; en vendimia, por ejemplo, las actividades pueden ir encaminadas hacia la elaboración del vino y cata de uvas.

7. Entorno

Sin lugar a dudas visitar una bodega es visitar su región, su naturaleza y su cultura. Es una de las ventajas del enoturismo, además de visitar la bodega, disfrutar de la gastronomía, el vino y sus actividades, si lo deseas, puedes hacer turismo convencional conociendo la naturaleza, el paisaje y la cultura de su región, una opción que completa el viaje.