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Un recorrido por los restaurantes porteños dedicados a la comida de diferentes partes del mundo, en busca de las mejores propuestas.
A continuación, te proponemos un recorrido por seis restaurantes étnicos. Seis restaurantes cuyos nuevos platos marcan tendencia en la ciudad. Un viaje que arranca en Perú, pasa por el sudeste asiático, por Medio Oriente y pega la vuelta a Sudamérica, más precisamente a Venezuela.
El vacío panca de LA CAUSA NIKKEI
Con una carta sustentada en la fidelidad hacia pescado y los mariscos, usual en la cocina peruano-japonesa, La Causa Nikkei decidió sumar algo nuevo a su menú, un plato para turistas extranjeros en busca de una porción de buena carne roja argentina. Así nació el vacío panca (180 pesos), sabrosa confluencia entre la cocina nacional y los efluvios del Perú. La carne se marina en un aderezo de chicha de jora (bebida alcohólica fermentada del maíz) y ají panca, picante pero no de manera escandalosa. Luego, se brasea, se desmecha y se sirve sobre un puré de papas cremoso y ahumado. El acompañamiento vegetal, por su parte, aporta pequeños descansos de frescura en esta avalancha de vigorosos sabores. Vale acompañar con un buen malbec.
Av. Callao 1290, Recoleta / T. 5218-0900
El bao K-Pop de FUKURO NOODLE BAR
Muchas veces la especialización es la clave del éxito. Así lo entendió el equipo de Fukuro Noodle Bar, que hizo acampar su menú en solo tres estacas: gyozas (empanaditas a la sartén), sopas de fideos ramen y baos, panes redondeados cocinados al vapor típicos de la cocina del asiática. Estos últimos, brindan una especie de lienzo blanco que permite al chef pintar lo que desee, a través de rellenos con carnes, vegetales y aderezos. Uno de los baos más novedosos de Fukuro, el K-Pop ($65), tiende puentes hacia el Extremo Oriente de la mano del kimchi, un clásico coreano a base de hakusai, una especie de repollo fermentado hasta virarlo al terreno agrio. Aquí, aparece como guarnición principal de la carne de cerdo desmenuzada, potenciada por el toque ácido que el aporta un geleé de limón muy oportuno. ¿El detalle final? Pochoclo para que el mordiscón tenga buen sonido.
Costa Rica 5514, Palermo Hollywood / T. 153-2900912
El vacío panca de LA CAUSA NIKKEI
Con una carta sustentada en la fidelidad hacia pescado y los mariscos, usual en la cocina peruano-japonesa, La Causa Nikkei decidió sumar algo nuevo a su menú, un plato para turistas extranjeros en busca de una porción de buena carne roja argentina. Así nació el vacío panca (180 pesos), sabrosa confluencia entre la cocina nacional y los efluvios del Perú. La carne se marina en un aderezo de chicha de jora (bebida alcohólica fermentada del maíz) y ají panca, picante pero no de manera escandalosa. Luego, se brasea, se desmecha y se sirve sobre un puré de papas cremoso y ahumado. El acompañamiento vegetal, por su parte, aporta pequeños descansos de frescura en esta avalancha de vigorosos sabores. Vale acompañar con un buen malbec.
Av. Callao 1290, Recoleta / T. 5218-0900
El bao K-Pop de FUKURO NOODLE BAR
Muchas veces la especialización es la clave del éxito. Así lo entendió el equipo de Fukuro Noodle Bar, que hizo acampar su menú en solo tres estacas: gyozas (empanaditas a la sartén), sopas de fideos ramen y baos, panes redondeados cocinados al vapor típicos de la cocina del asiática. Estos últimos, brindan una especie de lienzo blanco que permite al chef pintar lo que desee, a través de rellenos con carnes, vegetales y aderezos. Uno de los baos más novedosos de Fukuro, el K-Pop ($65), tiende puentes hacia el Extremo Oriente de la mano del kimchi, un clásico coreano a base de hakusai, una especie de repollo fermentado hasta virarlo al terreno agrio. Aquí, aparece como guarnición principal de la carne de cerdo desmenuzada, potenciada por el toque ácido que el aporta un geleé de limón muy oportuno. ¿El detalle final? Pochoclo para que el mordiscón tenga buen sonido.
Costa Rica 5514, Palermo Hollywood / T. 153-2900912
El gà an do de GREEN BAMBOO
En la cocina vietnamita, los curries derivan generalmente de hierbas frescas, típicas de un país húmedo. Pero la influencia de la cocina india ha introducido también las mezclas de especias, las cuales han hecho sentir su peso, más enjundioso, en los platos de todo el Sudeste Asiático. En Green Bamboo, es el curry especiado el que envuelve la combinación de pollo y tomate en el gà an do (237 pesos), de textura sedosa y picor amigable, apoyado en la base de carbohidratos esencial en la gastronomía vietnamita representada aquí por los fideos de arroz. Tanta suntuosidad en el sabor se merece un oasis de verdor, y lo encuentra aquí en un cambio de ámbito súbito con una ensalada de rabanitos, pepino y krein (rábano picante), ideal para reposar entre bocado y bocado. Para maridar, el Green Bamboo I ($120), trago oficial de la casa, también va por la carretera de la frescura, con gin, limón, jengibre y menta.
Costa Rica 5801, Palermo Hollywood / T.4775-7050
En la cocina vietnamita, los curries derivan generalmente de hierbas frescas, típicas de un país húmedo. Pero la influencia de la cocina india ha introducido también las mezclas de especias, las cuales han hecho sentir su peso, más enjundioso, en los platos de todo el Sudeste Asiático. En Green Bamboo, es el curry especiado el que envuelve la combinación de pollo y tomate en el gà an do (237 pesos), de textura sedosa y picor amigable, apoyado en la base de carbohidratos esencial en la gastronomía vietnamita representada aquí por los fideos de arroz. Tanta suntuosidad en el sabor se merece un oasis de verdor, y lo encuentra aquí en un cambio de ámbito súbito con una ensalada de rabanitos, pepino y krein (rábano picante), ideal para reposar entre bocado y bocado. Para maridar, el Green Bamboo I ($120), trago oficial de la casa, también va por la carretera de la frescura, con gin, limón, jengibre y menta.
Costa Rica 5801, Palermo Hollywood / T.4775-7050
El queso frito en farofa de MERCADITO LATINO
La premisa de este colorido espacio de San Telmo es la de presentar una especie de “grandes éxitos” de la cocina de Latinoamérica con delicias de Perú, Bolivia, Venezuela, Colombia, el Caribe y Brasil. Y es justamente brasileño uno de los platos que los chefs Jorgelina Morado y Juan Ignacio Donato están actualmente testeando en su menú nocturno en vistas a incluirlo definitivamente en la nueva carta que planean estrenar en breve. La inspiración, en este caso, viene de la gastronomía bahiana y se centra en la farofa, guarnición popularísima en los hogares de Brasil, realizada con harina de mandioca. Aquí, empana una suculenta porción de queso frito y se para al lado del arroz, también infaltable en la cocina brasileña y sazonado con aceites de palma y coco. Como un recuerdo de las sublimes playas bahianas, el plato (que sale 145 pesos) se reserva un lugarcito más para una ensalada de calamares con perfume a lima y cilantro.
Carlos Calvo 488, San Telmo / T. 2004-1056
Los kreplaj de pollo ahumado de LA CRESPO
“¿Tiene sabor a bobe?”. Con esta pregunta, Clarisa Krivopisk -chef y propietaria de La Crespo- le pidió a su hijo y socio, Diego, que certificara la validez gastronómica de los kreplaj de pollo ahumado, una de las nuevas incorporaciones a la carta de este restaurante de comida judía. Y lo cierto es que, gracias a su gran unión de simpleza y dedicación, el plato parece recién salido de la cocina de cualquier hogar hebreo. Los kreplaj, similares a cappelletti en su forma y tamaño, salen 90 pesos y traen un relleno generoso de un pollo cuyo proceso de ahumado también es realizado por el equipo de La Crespo. Una salsa demasiado explosiva sería abrumadora, así que la decisión de acompañarlos sólo con cebollas salteadas a fuego lento es sabia y agrega apenas un destello de dulzura al protagonismo del suave sabor a humo.
Thames 612, Villa Crespo / T.4856-9770
El patacón de AREPERA BUENOS AIRES
A primera vista, el patacón parece un sandwich particularmente excesivo. Pero una mirada más cercana revela diferencias que le dan a este plato venezolano una fuerte personalidad rústica y exuberante. Ocupando el lugar del pan, la base del plato se realiza con plátano verde pisado y frito a punto justo (crocante pero no rígido) en forma de bizcocho plano. Sobre él, lechuga y tomate forman el necesario apoyo vegetal para una porción sumamente pródiga de carne mechada y braseada, condimentada a mano diestra y escoltado por uno de sus mejores escuderos culinarios: el queso. Otra porción de plátano frito sirve como corona a una delicia que representa una de las expresiones más acabadas de la comfort food sudamericana y puede conseguirse en Arepera Buenos Aires a 95 pesos.
Av. Estado de Israel 9316, Almagro / T. 156-4631229
Por Natalia Torres
La premisa de este colorido espacio de San Telmo es la de presentar una especie de “grandes éxitos” de la cocina de Latinoamérica con delicias de Perú, Bolivia, Venezuela, Colombia, el Caribe y Brasil. Y es justamente brasileño uno de los platos que los chefs Jorgelina Morado y Juan Ignacio Donato están actualmente testeando en su menú nocturno en vistas a incluirlo definitivamente en la nueva carta que planean estrenar en breve. La inspiración, en este caso, viene de la gastronomía bahiana y se centra en la farofa, guarnición popularísima en los hogares de Brasil, realizada con harina de mandioca. Aquí, empana una suculenta porción de queso frito y se para al lado del arroz, también infaltable en la cocina brasileña y sazonado con aceites de palma y coco. Como un recuerdo de las sublimes playas bahianas, el plato (que sale 145 pesos) se reserva un lugarcito más para una ensalada de calamares con perfume a lima y cilantro.
Carlos Calvo 488, San Telmo / T. 2004-1056
Los kreplaj de pollo ahumado de LA CRESPO
“¿Tiene sabor a bobe?”. Con esta pregunta, Clarisa Krivopisk -chef y propietaria de La Crespo- le pidió a su hijo y socio, Diego, que certificara la validez gastronómica de los kreplaj de pollo ahumado, una de las nuevas incorporaciones a la carta de este restaurante de comida judía. Y lo cierto es que, gracias a su gran unión de simpleza y dedicación, el plato parece recién salido de la cocina de cualquier hogar hebreo. Los kreplaj, similares a cappelletti en su forma y tamaño, salen 90 pesos y traen un relleno generoso de un pollo cuyo proceso de ahumado también es realizado por el equipo de La Crespo. Una salsa demasiado explosiva sería abrumadora, así que la decisión de acompañarlos sólo con cebollas salteadas a fuego lento es sabia y agrega apenas un destello de dulzura al protagonismo del suave sabor a humo.
Thames 612, Villa Crespo / T.4856-9770
El patacón de AREPERA BUENOS AIRES
A primera vista, el patacón parece un sandwich particularmente excesivo. Pero una mirada más cercana revela diferencias que le dan a este plato venezolano una fuerte personalidad rústica y exuberante. Ocupando el lugar del pan, la base del plato se realiza con plátano verde pisado y frito a punto justo (crocante pero no rígido) en forma de bizcocho plano. Sobre él, lechuga y tomate forman el necesario apoyo vegetal para una porción sumamente pródiga de carne mechada y braseada, condimentada a mano diestra y escoltado por uno de sus mejores escuderos culinarios: el queso. Otra porción de plátano frito sirve como corona a una delicia que representa una de las expresiones más acabadas de la comfort food sudamericana y puede conseguirse en Arepera Buenos Aires a 95 pesos.
Av. Estado de Israel 9316, Almagro / T. 156-4631229
Por Natalia Torres
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