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Alejandro Barrientos - Sommelier a cargo de la selección de vinos en Sacra "Sinceramente, hoy resulta una tarea más que difícil dedicarse a la venta de vinos en el país"


El reconocido sommelier analiza el presente de la actividad y el difícil arte de vender vinos en la Argentina Vender vinos en la Argentina no es, por cierto, una actividad fácil. En un contexto inflacionario y en el que el consumo crece a tasas mesuradas, mantenerse en el negocio -cuidando el producto y ofreciendo un valor agregado a los clientes, como sucede con el segmento de las vinotecas-, representa todo un desafío.

Más aun cuando quienes son responsables de llevar adelante estos comercios deben lidiar con una creciente competencia por parte de los supermercados chinos, grandes cadenas, revendedores que utilizan las plataformas online y hasta las propias bodegas, que ahora salen a dar batalla y buscan llegar de manera directa al consumidor para así reducir costos.



“Sinceramente, hoy resulta una tarea más que difícil dedicarse a la venta de vinos en el país. En gran parte, debido a la proliferación que hubo en los últimos años en cuanto a vinotecas, ventas on-line, supermercados con cavas especializadas y hasta fiambrerías”, asegura Alejandro Barrientos, uno de los sommeliers más reconocidos de la Argentina y que actualmente está a cargo de la atención y selección de vinos en la prestigiosa vinoteca Sacra.

En diálogo con Vinos & Bodegas, Barrientos –español de nacimiento y criado en suiza, pero que eligió la Argentina para formar una familia- , aseguró que los canales de venta online “influyen negativamente, dado que existen muy pocas empresas que brinden un servicio profesional”.

Para este experto, autor del libro El perfecto sommelier, “la mayoría son personas jóvenes sin experiencia que se quieren insertar en el mercado lo antes posible sin darse cuenta del daño que hacen. Generalmente, viven de hacer ofertas y bastardear los precios de los vinos, lo cual se torna en contra de los canales tradicionales”.

Acto seguido, confió en que no le parece mal que las bodegas apuesten por la venta directa. Sin embargo, aclaró que para evitar conflictos de intereses, “los precios deberían ser diferentes para un mayorista que para un privado”.

Más allá de este punto, Barrientos –que tuvo a cargo una de las cavas más importantes del país, como la del restaurante La Bourgogne en el Alvear Palace Hotel- consideró que “así y todo me parece que se pierde un poco la magia del contacto y la atención personalizada”.

“El principal valor agregado que puede dar una vinoteca es, justamente, la atención personalizada de un profesional, los contactos directos que tenemos con las bodegas, los viajes que realizamos a las regiones vitivinícolas que después volcamos en nuestros clientes”, afirmó el experto, quien además sumó “la garantía de calidad y de conservación de todos los productos, el acceso que tenemos a estar actualizado día a día y la posibilidad de probar vinos todos los días, lo que sin duda nos da una experiencia enriquecedora, que con gusto compartimos”.

Ahora bien, ¿existe todavía el prejuicio de que las vinotecas son más caras?, preguntó Vinos & Bodegas. Frente a esto, Barrientos aseguró que algo de eso hay: “Por lo general, el cliente nuevo le cuesta ingresar, pero sólo porque nuestros locales están muy cuidados, son de diseño y hasta que no te conocen piensan que los vamos a corregir en algo solo porque somos sommeliers”.

Sin embargo, destacó que en la actualidad “no creo que los vinos en vinotecas sean más caros que en cualquier otro lugar. Sucede que nosotros tratamos de no vender productos de supermercado para no crear una competencia; por otro lado, creo que la mayoría trabaja con precios sugeridos por bodega que deberían ser con los que se manejan todos, salvo gastronomía que aplica un mark-up mayor”.

Apuesta por el Malbec
Los responsables de Sacra, ubicada en Avenida Corrientes 459, Ciudad de Buenos Aires, están trabajando en estos momentos para tener la cava más grande de Malbec de toda la Argentina.

“Estamos desarrollando en el subsuelo de la vinoteca un proyecto que ya tenemos diseñado. Se trata de una cava para 4.000 botellas y una sala de degustación. No hay planes de expandirse más allá de esto, no es nuestro estilo. Quizás podríamos sumar un local más en el interior. ¡Pero mi sueño como buen gallego es poner un bar de tapas!”, se entusiasmó este experto, que fue jurado en los certámenes mejor sommelier de la Argentina y mejor sommelier de las Américas.

“Mi relación profesional con el Malbec no se puede negar, dado que estuve 15 años trabajando en gastronomía y ahora con la vinoteca. Sin duda es la cepa estrella para todos, vino amable, jugoso que enamora a las masas”, afirmó.

“Personalmente, si bien me gustan casi todas las variedades, creo que hay siempre un vino para cada ocasión y trato de elegirlo de esa manera. Es decir, me gusta el Malbec, pero la realidad es que le doy espacio a todos los vinos”, completó.

Consultado sobre si el día de mañana volvería a apostar por un proyecto como Sacra en esta cambiante Argentina, Barrientos optó por responder con un “sí” rotundo.

“Es un proyecto hecho realidad donde yo puedo volcar toda mi experiencia, hacerlo a mi manera y disfrutar el día a día. Elijo los mejores vinos del mercado. Aquí no hay malos vinos, pueden gustar o no, ya es otro tema. Pero en este proyecto me doy el gusto de elegir calidad todo el tiempo”, concluyó.

© Por Juan Diego Wasilevsky – Editor Vinos & Bodegas iProfesional – vinosybodegas@iprofesional.com
http://vinosybodegas.iprofesional.com/2015/10/19/alejandro-barrientos-y-el-dificil-arte-de-vender-vinos-en-la-argentina/

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