Michel Rolland: "En la Argentina se puede invertir en vino con seguridad"

De paso por el país aseguró que la Argentina va a seguir sorprendiendo al mundo con vinos de calidad, aunque reconoció que debe simplificarle "la vida" al inversorMichel Rolland es una ‘celebrity’ del mundo del vino. Este enólogo francés vigente por más de 30 años cuenta en su haber algunas de las etiquetas más reconocidas a nivel mundial. Desarrolló su trabajo en más de 20 países y en la Argentina es partícipe de uno de los emprendimientos más aventurados del sector que hizo que las cepas patagónicas sean hoy reconocidas y valoradas en el país y en el mundo.

Como toda ‘celebrity’, tiene sus detractores, que le endilgan cierta homogeneización del vino. Pero la realidad indica que Michel Rolland es sello de éxito.

Rolland visitó la Argentina, como lo hace al menos cuatro veces al año, pero esta vez, aprovechó para celebrar sus 10 años trabajando junto a la Bodega del Fin del Mundo, en San Patricio del Chañar, Neuquén, propiedad del empresario Julio Viola y la familia Eurnekian. Durante el evento, dialogó con El Cronista sobre la bodega y su experiencia en la Argentina, país del que asegura que se enamoró.
Cordial, descontracturado y sobre todo, apasionado, tiene los pies en la tierra y, queda claro, entiende el negocio.

–¿Qué pensó cuando le ofrecieron hacer vino a la Patagonia?
–Soy un aventurero pero no un loco. Decir que yo pensaba que podríamos lograr lo que logramos sería mentira, pero cuando llegué y probé los vinos que habían hecho, no estaban perfectos técnicamente, pero estaban bien. La particularidad de un enólogo es sentir el potencial del vino para ser mejor y no me equivoqué. Era un riesgo, pero no 100%. Además del lugar, vi a la gente y eso me generó confianza.

–¿Su balance es 100% positivo?
– Mirando hacia atrás, veo que es un proyecto bastante loco por el tamaño. Tanto para hacer, tantas variedades...es un montón de vino, pero siempre con el mismo equipo y con la energía que creo que ponemos todos. Se desarrolló muy bien, y muy rápido y creo que Patagonia hoy y más aún, San Patricio del Chañar, tiene su fama y su reputación y vinos muy buenos. Estamos muy contentos.

–¿Cómo ve el clima de inversiones en el país?
–Los inversores tradicionales que tienen la posibilidad de comprar algo no son muy aventureros y la Argentina es un país donde se puede invertir en vino con seguridad. Alguien que invierte acá sabe que va a ser un buen vino y que va a tener mercado.

–¿Recomienda hoy invertir en el sector en el país?
–Hoy la política nos complica un poco como inversores. Siempre, cuando alguien me pregunta por la Argentina yo digo sí, porque tiene mucha potencia, mucho futuro. Pero tendría que simplificar un poco la vida de los argentinos, primero y de los inversores. A la gente que tiene plata le gusta salir a invertir en otros países pero no le gusta complicarse la vida demasiado.

–¿Esas inversiones en el rubro van a otro lado?
–No hay muchos lugares en el mundo donde se pueda hacer inversiones buenas con vinos de alta gama y en Argentina no llegamos al máximo, podemos hacerlo mejor.

–¿Cuánto impacta la economía internacional a la hora de atraer inversiones?
–La economía internacional nos castiga un poco en el vino, por eso tenemos que mirar los costos porque no se les puede dar el valor que tienen. Es un momento económico del mundo, pero pienso que va a llegarse a un balance mejor en el mundo entero y la Argentina en ese momento va a tener un espacio grande. Es el quinto productor mundial y tiene una calidad de vinos que sorprende a todos hace 15 años y que va a sorprender todavía más

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