INTERNACIONAL Científicos chilenos logran producir vinos con bajo alcohol sin sacrificar la calidad

El precio del vino no puede seguir al índice general


En los primeros meses del año los precios generales de la economía han crecido a una tasa que anualizada representa el 24,6% anual si observamos el Índice de Precios de San Luis, ese mismo indicador da cuenta que el rubro de Alimentos y Bebidas ha crecido un 16,1% mientras que una canasta de vinos que representan el consumo argentino ha crecido un 13,2%. Evidentemente, el vino no puede seguir el ritmo de crecimiento general de los precios.
Javier Merino
jmerino@areadelvino.comEn épocas recesivas, como la que atraviesa la economía argentina, el consumo no sólo disminuye sino que también se desplaza hacia otros productos. Es así que cuando el ingreso de los consumidores es menor, estos cambian sus conductas de consumo y se desplazan, por lo general a franjas más bajas de precios. Es el momento en que tienen auge las "segundas marcas" o que los consumidores están más atentos a los descuentos. Algunos productos, como el vino, resignan posiciones frente a otros más necesarios en la canasta. Esta es gran parte de la explicación de lo que hoy estamos viendo en la evolución de los precios en supermercados.

En base a una canasta de más de 70 marcas de vinos que Area del Vino releva mensualmente en supermercados se puede observar que el precio promedio de esta canasta, ponderada por la cantidad consumida de cada vino, es de $ 20,3 por botella mientras que en diciembre de 2014 costaba 19,5 pesos. El crecimiento mensual promedio fue del 1% lo que arroja un crecimiento anual del 13,2%.



Aquí hubo distintos comportamientos entre las franjas de precios. El vino en tetrabrik mantuvo prácticamente inalterado su precio con una leve caída del 1,4% anual y esto generó un gran impacto en la canasta general pues representa más del 64% del volumen total. 



La categoría que le sigue, la de los llamados "finitos" creció en precio un 10,2% y posiblemente es la categoría que ha tenido el mayor impacto negativo en la fase recesiva de la economía pues ha sido sustituida por vinos de más bajo precio o por otros de mayor precio, existiendo alrededor de ella lo que se llama polarización.

Se observa que en el comportamiento del resto de los vinos los crecimientos de precios de los primeros meses del año muestran evoluciones por encima del índice de Alimentos y Bebidas y se ubican cercanos al índice general de precios. Estas categorías de vinos, que representan un 22% de la canasta general, están gozando de cierta estabilidad en la demanda de supermercados especialmente por desplazamiento de consumidores que antes gastaban fuera del hogar y hoy cambiaron su conducta a comprar vino en supermercado y consumirlo en casa.

El conjunto de bebidas alcohólicas con las que compite el vino más directamente han tenido comportamientos dispares. La cerveza que compite en forma directa con los vinos de más bajo precio creció en los primeros meses del año el equivalente al 5,9% anual, por debajo del promedio de los vinos pero  muy por encima del tetrabrik, lo que explica en gran medida el aumento de consumo de vino en este envase. Entre cerveza y tetrabrik existe una fuerte relación de sustitución.

Las otras bebidas, como los aperitivos, también han evolucionado por debajo del índice de Alimentos y Bebidas aunque no es el caso del Campari, que está teniendo una fuerte expansión en nuestro país y su precio creció más del 30% anualizado en los primeros meses del año.



En los primeros meses del año continúa el comportamiento que se ha visto en los últimos años: el precio del vino va detrás del precio de otros bienes y además de aquellos bienes o servicios que representan sus costos, lo que ha generado una caída importante de rentabilidad del negocio.

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