De reina de la Vendimia a elaboradora de vino casero

A Soledad Reina (28 años), su apellido le marcó la vida. En el 2006, convirtiéndola en soberana nacional de la Vendimia y a partir del 2007, bautizando el emprendimiento familiar que ella, sus padres y sus dos hermanas han mantenido y hecho crecer hasta hoy.

Es que cuando se despojó de cetro, capa y corona, Soledad tomó la responsabilidad de darle vida a la bodeguita llamada Los Reina, que funciona en su casa materna y que hoy elabora aproximadamente 2.000 litros de vino. Además, Soledad se casó con Omar Porro y es mamá de dos niños, Giovanni (2) y Tiziano (8 meses), sigue participando en actividades de las comisiones de ex reinas de nacionales (Corenave) y de ex reinas de Maipú (Coremai). Su vida continúa ligada a los viñedos, aunque ahora desde el amor por el trabajo que hace y la ilusión de hacer crecer a su empresa.
–¿Cómo fue que con tu familia decidieron realizar este emprendimiento?
–Fue en el 2006, año en el que yo salí Reina de la Vendimia y mi hermana Daniela se recibió de enóloga. Ella ya estaba probando, porque en los últimos años de la facultad elaboran vino. Al recibirse decidió comenzar con una microempresa, y es a lo que nos dedicamos ahora.
–¿Tenés el recuerdo de la primera vez que elaboraron vino?
–Sí, fue todo muy artesanal. En aquel momento le ayudamos a mi hermana, y se hicieron nada más que 80 litros. Apenas una prueba. Teníamos que despalillar la uva manualmente, nos demoramos un montón. Pero a partir del 2007 nos empezamos a preparar.

–Digamos que dieron el primer empujoncito a la empresa…
–Así fue. A mi hermana le prestaron una máquina despalilladora, y ya nos animamos a fabricar 500 litros. Además mi papá –una especie de alma máter del emprendimiento– volvió del exterior, y allí comenzamos a darle vida a Los Reina.

–¿Quienes trabajan en esta pyme familiar?
–Toda la familia. Las tres hermanas Fernanda (33), Daniela (30) y yo, mi papá, Raúl Reina (65) y mi mamá Stella Maris Barzola (57). Nuestros maridos y amigos colaboran, sobre todo en la etapa de fabricación.
–¿Cada uno tiene una función dentro de la empresa?
–No están definidos los roles. Sólo el de mi hermana Daniela, que es la enóloga, y el de mi papá, que es el que se dedica más a la parte técnica Entre mi hermana mayor, mi mamá y yo hacemos todo tipo de tareas, desde marketing, promoción y organización de eventos hasta preparar pedidos para los cliente y el trabajo administrativo. También realizamos visitas guiadas a la bodeguita, con degustaciones para turistas.

–¿Cómo es el proceso de elaboración?
–Justamente en estos días, aprovechando el feriado largo, vamos a dedicarnos a elaborar. Es un momento muy lindo, en el que trabaja toda la familia. Por ahí hasta vienen amigos y gente que nos ayuda.

–¿Qué cantidad de vino producen?
–Compramos cien cajas, que son 2.000 kilos de uva, y desde que la descargan del camión hasta el embotellado participamos en todo el proceso. Con esa cantidad de uva elaboramos 1.500 litros, aproximadamente. No podemos elaborar más porque estamos inscriptos en el INV como elaboradores de vino casero, tenemos permitido fabricar hasta 4.000 litros.
–El de la producción debe de ser un momento muy especial para la familia.
–No sólo para la familia, también tenemos un lindo ritual con la gente del barrio, que es cuando llegan los camiones con la uva. La descargamos, y todos vienen a ver. Una vez que se empieza a elaborar, se brinda y ahí si invitamos a los vecinos. Todos se entusiasman.

–¿Tienen viñedos propios?
–Nosotros les compramos la uva a otros microemprendedores que tienen viñedos en Lunlunta. La uva para elaborar Chardonnay es de Tres Esquinas, Barrancas. Como los viñedos no son nuestros, mi hermana hace su seguimiento y análisis.

–¿Qué variedades elaboran?
–Malbec, Chardonnay y Tardío. El Malbec se llama Los Reina y el Chardonnay se llama Brotes de Vendimia. El cosecha tardía es un vino premium que se denomina Giuliano, como el hijo mayor de mi hermana Daniela.

–¿Cuando fuiste soberana nacional pensabas dedicarte a esto?
–Yo iba a estudiar para maestra jardinera, pero después con lo de Vendimia y mi hermana recibida de enóloga decidimos ponerle el hombro al proyecto de la bodega. Estudié una carrera relacionada con la actividad: Tecnicatura en Turismo, y a fin de año me recibo de licenciada.

Fuente: http://www.diariouno.com.ar/mendoza/De-reina-de-la-Vendimia-a-elaboradora-de-vino-casero-20150322-0022.html

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