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R-Cristal: la marca mendocina de copas de alta gama

  
Con base en Mendoza, se convirtió en la principal proveedora de las bodegas más prestigiosas del país y hace pie en el circuito gastronómico porteño. Todo sobre la versión local de Riedel.
Ya se cumplieron 13 años desde que Cecilia Ruiz y Jorge Reyes, ambos mendocinos, dieron inicio a su negocio de cristalería. Arrancaron en 2001, cuando la crisis estallaba en el país y la situación económica repelía a inversores y emprendedores. Fue en medio de ese caos financiero y social que apareció la oportunidad: era un buen momento para que una empresa argentina se lanzara como alternativa a la cristalería importada de Riedel, marca elegida por la mayoría de las bodegas de prestigio.

“Soy diseñadora y mi socio es contador, nada que ver. Pero teníamos mucho interés en las bodegas, en la cultura mendocina. Veíamos los copones en el exterior y notábamos que a Mendoza no llegaban, así que empezamos a traerlos desde Chile. Era un tiempo en el que la mayoría de la gente quería huir de la Argentina. Yo dije: ‘no me quiero ir a ningún lado, quiero apostar acá’. Pero llegamos a una instancia en la que pensamos que no íbamos a poder continuar con el negocio”, recuerda Cecilia.

En ese punto, pidieron ayuda a Carlos Villarejo, tío de Cecilia y uno de las figuras claves en la emblemática vidriera Rigolleau, quien los puso en contacto con artesanos de una fábrica que estaba a punto de cerrar. Ese fue el puntapié inicial para lo que hoy es R Cristal: una empresa en la que trabajan un centenar de maestros artesanos vidrieros, que crean sus propios moldes y hacen llegar al mercado una amplia variedad de copas y vasos para sommeliers, restaurantes y barras, además de objetos de bazar de alta calidad.

Caso de éxito

De un tímido comienzo hace más de una década, R Cristal pasó a fabricar –siempre de forma artesanal– la cristalería del 80 por ciento de las bodegas argentinas, entre las que figuran nombres como Salentein, Zuccardi, Codorníu, López, Bianchi y Trapiche.
El proceso de inserción fue rápido: las bodegas necesitaban incorporar valor agregado para poder vender sus productos, la importación era un obstáculo y la oferta local de cristalería estaba destinada, sobre todo, a regalería.

El primer paso fue cubrir los huecos que habían quedado en el mercado. Luego empezaron a desarrollar proyectos singulares: desde la copa de oporto de Malamado (Zuccardi) hasta la copa María de Codorníu, pasando por la copa de Barón B. En 2007 innovaron con copas de color negro y espejado, poniendo en escena por primera vez una idea que después sería replicada incansablemente (este mes, retomarán esta impronta para el lanzamiento de una línea con otros colores como protagonistas).
En 2012, la empresa abrió el juego: comenzó a trabajar con marcas de consumo masivo. Un ejemplo claro es Gancia Spritz: el copón que acompañó la presentación de la nueva bebida, ideal para preparar el clásico aperitivo italiano, lleva su sello. De la misma manera se asociaron con Campari, Tequila Cuervo y con Old Smuggler; para la marca de whisky realizaron acciones a nivel país y fabricaron cientos de miles de productos. También lograron ingresar a los hoteles más importantes de Mendoza, como Hyatt, Sheraton e Intercontinental. Y esto parecería ser solo el principio.

Un nuevo desafío

De cara a 2015, la idea es abrir una distribuidora en suelo porteño para abastecer al mercado gastronómico de alta gama. “Nosotros viajamos bastante seguido a Buenos Aires y nos dimos cuenta de que hay necesidad de una cristalería nueva, que tenga continuidad, como la nuestra que es nacional. Nuestros precios son muy competitivos y nuestra calidad es indiscutible. Ya somos proveedores de algunos restaurantes high class y estamos definiendo la relación con establecimientos más tradicionales y masivos, como La Parolaccia y El Mirasol”, comenta Cecilia. Su socio Jorge es quien está, fundamentalmente, a cargo de viajar cada quince días y generar nuevas oportunidades. Mientras tanto, participan de grandes eventos locales como el festival gastronómico Masticar y la feria de espumantes Sparkling Nights.

R Cristal tiene un showroom de 100 metros cubiertos en la Quinta Sección, más precisamente en la dirección Paso de los Andes 239. Allí se pueden adquirir copas, decanters, vasos, platos, centros de mesa, jarras, floreros y otros artículos de bazar de alta gama. Los venden tanto por mayor como por unidad.
Cada pieza de cristalería atraviesa el control de Cecilia, ya que ninguna etapa del proceso de la elaboración artesanal está terciarizada, a fin de garantizar la calidad y la identidad del producto. Por último, toda la vajilla puede personalizarse con láser o con serigrafía vitrificable (esto último, solo en el caso de grandes volúmenes).
Fuente: Ecocuyo.com

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