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El Galpón, la feria orgánica de Chacarita por Camila Gorelik

En esas calles que pasan desapercibidas por el barrio de Chacarita está la Feria Orgánica El Galpón, un espacio en donde conviven más de 10 puestos de comida, bebida, dulces y otros productos totalmente orgánicos. 
Al lado de la estación Federico Lacroze del subte B, en Chacarita, hay una callecita empedrada que pasa desapercibida entre la multitud de personas que circulan por la zona. Sin embargo, si uno se aventura por ese empedrado desemboca en un galpón amarillo. Más específicamente “El Galpón“, la Feria Orgánica de Chacarita. Un mercado que vende productos 100% orgánicos.

“La feria nace hace casi diez años como espacio de economía social de productores orgánicos -es decir, que no utilizan agrotóxios en el cultivo- al consumidor. Acá podes encontrar todo tipo de comidas que se cultivan sin ningún tipo de químicos o productos sintéticos”, explica Federico Arce (31) -coordinador de la feria orgánica- mientras tomamos un café cubano delicioso en el restaurante interno de El Galpón. “Estamos intentando traer café de México también”, agrega después de endulzarlo con azúcar mascabado traída desde Misiones.

Si uno empieza a pasear por la Feria Orgánica se puede encontrar con todo tipo de productos. Por ejemplo, el puesto de Walter, quien produce lácteos. Allí se pueden conseguir diferentes tipos de quesos: chubut, portsalud con y sin sal, queso azul, y también crema, ricota, jalea real y hasta yogurts de arándanos, vainilla, maracuyá y neutros.

Siguiendo el reocorrido te cruzas con La Choza en donde hay quesos, yougurts, manteca y verduras. “Todo lo que se vende es dependiendo de la estación en la que estemos. Ahora, por ejemplo, no hay espinaca por que no es la época, en cambio, cuando es invierno no se consiguen tomates. Eso es lo que marca la diferencia entre la comida orgánica que se hace en la huerta”, explica Rosmary quien atiende el puesto.

Verduras

Una pregunta obligada es: ¿y cuánto sale? “Debido a que muchos de los alimentos tienen el sello de la OIA (Organización Internacional Agropecuaria) que certifica la calidad orgánica y natural, o bien el proceso de cultivo es corroborado por ingenieros agrónomos o técnicos de alimentación, algunos de los precios son más elevados que en un cualquier comercio. Pero eso sí, la materia prima es de primera calidad”, adelanta Federico. Por ejemplo, los quesos en cualquiera de sus variedades rondan entre los $90 y $180 el kilo, mientras que las botellas de yougurt de 1 lt. las podés comprar a partir de los $25 y hasta $35 dependiendo del sabor. En tanto, los precios de las verduras varían entre los $8 que cuesta un kilo de rabanitos, $20 los tomates perita y $25 el kilo de calabaza.

Si lo que estás buscando son carnes, entonces tenés que ir directo al fondo en donde está Grafer. “Vendemos pollo, pato, pavo, ganzo, lechón, cordero y conejo”, enumera Fernando, quien está al mando del este Almacén de Campo. Acá lo que más se lleva la gente es el pollo ($42 el kilo) y los chorizos de cerdo, que rondan los $110 el kilo.

Pasando a la rama de las semillas, aceites y conservas te encontrás con “Productores Lejanos”, en donde te atiende Manuel Alejandro. “Nosotros runimos a diferentes grupos de productores de todo el país y comercializamos sus productos. Por ejemplo la Quinoa es traída desde una comunidad aborígen de Jujuy. Los brotes de bambú son de una pequeña familia que vive en el Delta”, explica. ¿Qué es lo que más se lleva la gente? La yerba mate que, al ser natural y sin químicos, rinde más y no causa acidez.

Toda la comida que puedas comprar acá es sin duda de alta calidad pero se disfruta mejor con un rico vino. Por suerte en la Feria Orgánica también los podés conseguir. Uno de los puestos es Territorio Cuyano en donde se venden vinos orgánicos que se producen en todo el país. Otro de los locales que también vende vinos, en este caso de autor y traídos desde el sur de Mendoza, es el que atiende Amelia. Acá además se puede comprar comida para cocinar en casa. “Milanesas rellenas hechas con harina de garbanzos o lentejas, empanadas, tortillas y pizzas sin gluten para celíacos“, explica la dueña que está en El Galpón desde sus inicios, en el 2006.

Vinos

Para ir finalizando la comida conviene comenzar a buscar algo dulce. En esta tarea te puede ayudar Diego, que maneja Madre Tierra, un puesto de pastelería vegana que realiza junto con su novia. “Todos lo que hacemos no tiene manteca, ni huevos, ni leche. Y trabajamos con harina integral, orgánica y azucar mascabado”, explica. Acá podes conseguir budines (los de 1/2 kilo cuestan $40), girasol confitado, browinies y pastelitos de limón. Una recomendación es el Palpae, una especie de mantecol riquísimo que se consigue en dos versiones, una de $20 y la otra de $40.

Dulces

Otro de los rubros que convive en este espacio de Chacarita es el de belleza y cuidado personal. Especialmente destinado a las mujeres está Luz Vital en donde Amparo te puede ofrecer jabones de glicerina, desodorante en crema ($30) y en splash ($40) y cremas para manos y cuerpo. También hay una línea de productos de aromaterapia que consiste en sales de magnesio para baños de inmersión, aceites de coco para el cuerpo y también para el ambiente.

En la Feria Orgánica “El Galpón” de Chacarita, definitivamente podés encontrar de todo. Así como ir a comer y probar los diferentes tipos de alimentos de los puestos. “La idea del restaurante es que la gente pueda ver que se pueden hacer un montón de comidas difrentes, no sólo con los productos tradicionales sino con las semillas y especias”, resume el coordinador del espacio.


Algunos datos útiles

La Feria abre los miércoles y sábados de 9 a 18 hs. Ambos días podes ir a almorzar y elegir entre dos menúes, uno de $60 con un plato principal y uno de dos pasos que cuesta $100, los dos incluyen bebida y un café. Los sábados también podes disfrutar una rica parrilla en las mesas de afuera.
Y si te quedaste con ganas de seguir conociendo podes visitar la huerta orgánica que está al lado, un ejemplo de cómo cultivar tus propios alimentos. También se puede ver la construcción de adobe del vivero, que actualmente está en proceso.

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