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El sector se queja de la inflación, el retraso cambiario, las menores exportaciones y la merma de la inversión.
"El
velorio del vino" fue una ceremonia tétrica, cargada de ironía, que
montaron productores de uva frente a las sedes de los gobiernos de
Mendoza y San Juan, la semana pasada. La industria vitivinícola
atraviesa una profunda crisis por la caída de la rentabilidad y los
sobrestocks de vino que han derribado los precios.
Los principales motivos económicos que están causando la debacle que anuncian productores y bodegueros son: inflación, retraso cambiario, baja inversión y abrupta caída de las exportaciones.Los pequeños productores, los más perjudicados, arrastran problemas de sobrevivencia desde hace más de un año, pero este año las protestas recrudecieron: hay marchas de productores todas las semanas, con cortes y embotellamientos en las calles céntricas y piquetes en la ruta que une Mendoza con San Juan.
En el medio, en la búsqueda de soluciones para evitar la quiebra de productores y la venta de fincas, surgió una pelea entre los gobiernos cuyanos. A pesar de pertenecer al mismo sello político, el Frente para la Victoria, los gobernadores Francisco Pérez (Mendoza) y José Luis Gioja (San Juan) no se ponen de acuerdo sobre las medidas que deben tomar para intervenir en el precio del vino, comprar parte de los excedentes a pequeños productores, definir el porcentaje que se deriva a mosto (jugo de fruta) y la fecha de liberación del vino 2015 para la venta.
El jueves pasado, los productores agudizaron sus protestas arrojando uva en el ingreso a Casa de Gobierno y llevando un ataúd por las calles de Mendoza. Una parodia similar se hizo en San Juan. Fue una declaración de la "muerte" de la industria del vino.
"Vamos a levantar la cosecha, pero no se qué haremos con la uva que no vale nada", dijo preocupado el dirigente viñatero José María Llaver.
Es la primera vez en 20 años que no se llega a un acuerdo vitivinícola entre Mendoza y San Juan. El conflicto entre los gobernadores cuyanos es porque el 23 de diciembre, Pérez y Gioja acordaron postergar la fecha de liberación de los vinos de la cosecha 2015 para agosto, en el caso de las bodegas chicas y las que elaboran vinos con uvas de terceros; y para noviembre, en las grandes bodegas que producen con uvas propias. Así iban a obligar a los compradores a recurrir a los stocks de vinos de cosechas anteriores. Pero el gobernador mendocino no respetó el acuerdo que fue "sólo de palabra" y anunció 13 medidas propias. Gioja cuestionó a Pérez en declaraciones a los medios sanjuaninos: "No es bueno incumplir acuerdos", dijo. El ministro de la Producción de San Juan, Marcelo Alós, acusó al gobernador de Mendoza por "ceder a los intereses de las grandes industrias del vino".
Pérez siguió con sus medidas para aliviar la crisis. Sumó créditos para cosecha y acarreo a través de fondos públicos, y aportes no reembolsables de hasta 4.000 pesos por hectárea para productores de hasta 5 hectáreas.
Otra motivo de la disputa con San Juan es que Pérez fijó por decreto destinar un porcentaje del 35 por ciento de uva con destino a mosto concentrado, cuando San Juan destina entre el 45 y 50 por ciento. "Por cada 10% menos de uva derivada a mosto, se produce una caída adicional del 4,10 % en el precio del vino de traslado", dice el profesor y empresario vitivinícola Aldo Biondolillo.
En 2014, la caída en ventas de fincas fue del 60%, según el sector inmobiliario local. Ante la crisis, el gobierno de Pérez ha llegado a plantear la idea de una ley para prohibir la plantación de nuevos viñedos.
Fuente: www.ieco.clarin.com/
Los principales motivos económicos que están causando la debacle que anuncian productores y bodegueros son: inflación, retraso cambiario, baja inversión y abrupta caída de las exportaciones.Los pequeños productores, los más perjudicados, arrastran problemas de sobrevivencia desde hace más de un año, pero este año las protestas recrudecieron: hay marchas de productores todas las semanas, con cortes y embotellamientos en las calles céntricas y piquetes en la ruta que une Mendoza con San Juan.
En el medio, en la búsqueda de soluciones para evitar la quiebra de productores y la venta de fincas, surgió una pelea entre los gobiernos cuyanos. A pesar de pertenecer al mismo sello político, el Frente para la Victoria, los gobernadores Francisco Pérez (Mendoza) y José Luis Gioja (San Juan) no se ponen de acuerdo sobre las medidas que deben tomar para intervenir en el precio del vino, comprar parte de los excedentes a pequeños productores, definir el porcentaje que se deriva a mosto (jugo de fruta) y la fecha de liberación del vino 2015 para la venta.
El jueves pasado, los productores agudizaron sus protestas arrojando uva en el ingreso a Casa de Gobierno y llevando un ataúd por las calles de Mendoza. Una parodia similar se hizo en San Juan. Fue una declaración de la "muerte" de la industria del vino.
"Vamos a levantar la cosecha, pero no se qué haremos con la uva que no vale nada", dijo preocupado el dirigente viñatero José María Llaver.
Es la primera vez en 20 años que no se llega a un acuerdo vitivinícola entre Mendoza y San Juan. El conflicto entre los gobernadores cuyanos es porque el 23 de diciembre, Pérez y Gioja acordaron postergar la fecha de liberación de los vinos de la cosecha 2015 para agosto, en el caso de las bodegas chicas y las que elaboran vinos con uvas de terceros; y para noviembre, en las grandes bodegas que producen con uvas propias. Así iban a obligar a los compradores a recurrir a los stocks de vinos de cosechas anteriores. Pero el gobernador mendocino no respetó el acuerdo que fue "sólo de palabra" y anunció 13 medidas propias. Gioja cuestionó a Pérez en declaraciones a los medios sanjuaninos: "No es bueno incumplir acuerdos", dijo. El ministro de la Producción de San Juan, Marcelo Alós, acusó al gobernador de Mendoza por "ceder a los intereses de las grandes industrias del vino".
Pérez siguió con sus medidas para aliviar la crisis. Sumó créditos para cosecha y acarreo a través de fondos públicos, y aportes no reembolsables de hasta 4.000 pesos por hectárea para productores de hasta 5 hectáreas.
Otra motivo de la disputa con San Juan es que Pérez fijó por decreto destinar un porcentaje del 35 por ciento de uva con destino a mosto concentrado, cuando San Juan destina entre el 45 y 50 por ciento. "Por cada 10% menos de uva derivada a mosto, se produce una caída adicional del 4,10 % en el precio del vino de traslado", dice el profesor y empresario vitivinícola Aldo Biondolillo.
En 2014, la caída en ventas de fincas fue del 60%, según el sector inmobiliario local. Ante la crisis, el gobierno de Pérez ha llegado a plantear la idea de una ley para prohibir la plantación de nuevos viñedos.
Fuente: www.ieco.clarin.com/
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