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El Club del Progreso, comer en la belle époque por fcouto para Couto Dixit

Este restaurante, clásico de la ciudad de Buenos Aires, re abrió sus puertas para compartir con el público su peculiar carta, sus lujosos salones y, sobre todo, su bagaje histórico y cultural.

Fundado en 1852, el Club del Progreso, durante su época de esplendor supo ser el teatro de operaciones de la vida social y política de Buenos Aires, de hecho 17 presidentes de la República han sido socios del Club. Sarmiento se cuenta entre uno de ellos.

Este suntuoso edificio montado a todo confort para su época, supo ser sede de incontable cantidad de hechos sociales y culturales como bailes, eventos, almuerzos y cenas.

La escultora Lola Mora brindó un banquete bien rociado con champagne para festejar haber terminado la fabulosa fuente de Las Nereidas.   Pocos de los muchos que hablan y participan de “La Feria del Libro” quizás sepan que en el Club del Progreso fue pergeñada y creada.

Sobre la calle Sarmiento al 1300 se encuentra enclavado el Club, en un fastuoso palacete que perteneció a la aristocrática familia Duhau y que el actual concesionario, el empresario porteño del Tango ha vuelto a todo su esplendor luego de una fuerte y necesaria inversión.

salon blanco

El Restaurante deslumbra desde que se ingresa en el por sus detalles de fino acabado del más puro estilo Belle Époque, la mejor boiserie, su lustroso piso de roble, las lámparas con caireles y la gran boca de la chimenea de mármol al centro del salón.

Otros tres espacios en planta baja completan el Restaurante, el parisino patio interno, el arbolado y el pequeño bar donde puede disfrutarse de la más clásica cocteleria y buen tapeo.

El menú recrea una cocina clásica porteña, platos hechos al paladar de los socios de célebre pasado y del común de los Argentinos siendo ejecutados de muy buena manera por el actual Chef, Lisandro Botti ( ex Sottovoce).

La leyenda urbana cuenta que fue en el Club del Progreso donde el teniente Gramajo tomó por asalto la cocina y creó su popular revuelto. Sea verdad o no, el clásico revuelto gramajo del Club, es exquisito y muy válido como entrada para arrancar la velada. Mi única duda es si la receta original incluís arvejas…el del Club, sí.

salon boaserie

El jardín trasero cuenta con una enorme parrilla y un gran horno de barro, de éste llega a la mesa la verdadera estrella del lugar, el Cochinillo del Progreso, entero con cabeza o medio, presentado en una llamativa fuente con manzana al horno, papas rústicas, remolachas y tres tipos de salsas para aderezar.

Para los que hacen culto de las carnes rojas hay un muy buen bife de chorizo con papa rellena o un corte entero de entraña grillada, es también muy comentado el Puchero mixto, una suculenta especialidad de la casa, de la cual muchos presidentes fueron devotos y que durante su ingesta han sabido tejerse los más diversos acuerdos políticos.

Una pasta de sabrosa enjundia son para quien gusta los Spaghettis negros con un abundante potpurrí  de sabrosos bichos como langostinos, mejillones, calamares y  ¡la mar en coche!

Una delikatessen  resultan las Costillitas de cordero en corte francés ideales si se las acompaña con un buen Pinot Noir de la cava del Club, la cual no se vayan sin haber visitado. Yo llevé mi Mar & Pampa, primero y único Pinot de Chapadmalal. ( Sud Atlantic Ocean Wines).

Una buena cena sin postre es como una cita amorosa sin beso, por eso exijan el carrito de los postres y déjense tentar por las delicias trémulamente expuestas, en mi caso me dejé tentar por un impactante crepe criollo de dulce de leche Vacalín quemado al caramelo, que cuando llegó a la mesa hizo suspirar a una señora muy pituca que libaba champaña en la mesa de al lado.

La excelencia de la atención e impecable funcionamiento del Restaurante corre por cuenta de alguien que ha trabajado en los mejores hoteles de Europa y Estados Unidos, Benjamín Zadunaisky.

Salud!

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