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¿Dónde comer las mejores empanadas? por Leandro Volpe

 
Buenos Aires no es Salta, pero  probar empanadas casi perfectas. Fritas, al horno, con carne cortada a cuchillo, masa artesanal, recetas norteñas, originales y gourmet, hay para todos los gustos. En distintos rincones porteños y hasta en la ruta 2, para sentarte con tiempo o llevarte una al paso. 

Hace unos años fui a Salta y me comí más de cincuenta empanadas en diez días. Uno sabe que en Salta es casi imposible que te vendan una empanada fea, pedís tranquilo.

Lamentablemente en Buenos Aires pasa exactamente lo opuesto: la empanada promedio suele tener una masa blandengue, no está hecha en el momento, tiene un relleno seco e insípido. Es una excepción encontrarte con una que al morderla te salga el gordo de adentro gritando “uy, pero qué bueno que está esto”.

Pero, bueno, si bien costó bastante, pudimos encontrar muchos lugares donde comer buenas empandas. Tratamos de buscar por la mayor cantidad de barrios posibles, ya que recientes estudios de la NASA indican que habría gente que vive fuera de Palermo.

De todas formas sabemos que es imposible abarcar todos los locales de todos los barrios, así que si quedó afuera algún lugar recomendable, ¡avisen!

¿Qué tiene que tener una buena empanada? La empanada tradicional es de carne cortada a cuchillo y con masa criolla, lo demás es todo invento. Debe tener una masa sabrosa y crujiente, un relleno jugoso y condimentos que logren despertar los sentidos. Y se come SIEMPRE con la mano; no seamos cobardes, señores.



1. Peron Perón
La empanada de Gonzalo Alderete Pagés es la combinación perfecta de dos mundos: todo lo bueno que tiene la tradicional empanada salteña, sumado a todo lo bueno que tiene la cocina contemporánea de Buenos Aires. Las de carne cortada a cuchillo no tienen nada que envidiarle a las que podés comer en Salta; y las de ossobuco o cordero braseado son verdaderamente únicas; por algo el Hufftington Post las eligió como uno de los mejores platos del mundo. Eso sí, ojo que son chiquitas como se usa en el NOA.


2. La Cocina
En el fondo de una galería venida a menos, se encuentra este icónico fast food porteño con sus empanadas catamarqueñas. Vos entrás por una puerta, pedís, pagás y al minuto te entregan tu empanada, recién salida del horno. La masa es buenísima, muy sabrosa, se notaba que tenía buena cantidad de materia grasa. La carne (suave o picante) es cortada a cuchillo y tiene papa; la de queso y cebolla viene con una cebolla bien dulce que es espectacular. La famosa picachu no me cerró; pruébenla de todos modos, es algo distinto.


3. La Carretería
Empanadas jujeñas (carne, huevo, cebolla de verdeo, cebolla, comino y pimentón), más bien pequeñas. Son de manual: muy sabrosas, con carne cortada a cuchillo, jugosas y hechas en el momento. Buena opción en el sur de la ciudad.


4. Güerrín
Yo tengo la teoría de que no hay que pedir pastas en un lugar de sushi, sushi en una parrilla, ni asado en un lugar de pastas; por eso pedir empanadas fritas de carne en un lugar donde trabajan con quesos y hornos iba contra todos mis principios. Pero, bueno, para eso están los principios, para romperlos; no vamos a ser dogmáticos tampoco. Sorpresivamente, el resultado fue muy bueno, la masa frita es una bomba en el buen sentido, el relleno sabroso, el tamaño gigante; no hay más que decir.


5. El Palacio de la Pizza
La empanada de carne es muy buena, pero la empanada de choclo es sencillamente absurda. No solo tiene el tamaño de una zapatilla, sino que la masa tiene tanta manteca y tanto azúcar que es prácticamente un postre. Puede ser que esté más cerca de ser una factura que una empanada, pero es MUY rica. Seguramente algún fundamentalista de la empanada se ofenderá y lo lamentamos mucho… Bue, no, la verdad es que no lo lamentamos nada, estamos muy felices disfrutando de esta locura de choclo, hojaldre manteca y azúcar.


6. El Horno 
También conocido como “Pizzeria del pueblo”, acá podés encontrar las empanadas al estilo boliviano, con cúrcuma y azúcar. El relleno es un sabroso guisito con carne cortada a cuchillo, ají, cebolla y arvejas. El locoto es opcional. También deberías probar la Puka Kapa, una mezcla de queso con una salsa (levemente) picante; algo distinto, pero muy rico.


7. La Mezzeta 
Otro icónico fast food porteño, chiquito, incómodo, para comer de parado, lleno de taxistas y motoqueros. Un lugar que no es precisamente ideal para una primera cita. Ni para la segunda, y mucho menos para la tercera. Pero eso no es lo importante, lo bello de La Mezzeta, además de su espectacular fugazzeta, es su maravillosa empanada de jamón y queso a la que solo podemos calificar como obscena con sus 155 gramos. Ciento cincuenta y cinco gramos. Si te comieras 6 (admitilo, ¿nunca te bajaste 6 empanadas en algún cumpleaños?) estarías con prácticamente un kilo de fiambre y queso encima. No apto para cardíacos.


8. La Aguada
En esa casa de comidas regionales las empanadas tienen receta jujeña, una muy buena masa, carne cortada a cuchillo y son jugosas. ¿Qué maçás le podemos pedir? Además de las de carne también están buenas las de jamón y queso con azúcar quemada. Pidan tranquilos porque éstas también son de las más chiquitas que probamos (80gr).


9. Parrilla Peña
En la categoría “mejores empanadas de parrilla” estas son nuestras elegidas. Son pequeñas, de carne picada y con buena sazón, y lo mejor de todo: ¡son fritas! La masa es muy buena, la fritura correcta y el producto final es un bocadito muy crocante por fuera y muy sabroso y jugoso por dentro. Belleza.


10. El Sanjuanino
Otra institución con décadas en el mercado. No tienen carne cortada a cuchillo, lo que es una decepción, pero tienen “carne picada gruesa”. De tamaño promedio (95 gramos) vienen con aceitunas y la que más nos gustó fue la de carne picante.


11. Rugantino’s
Hechas a leña en un horno panadero francés, promedian los 100 gramos cada unidad, y tanto las de carne como las de pollo están muy buenas. Ahora, la joyita del menú es la “Agridulce cubana”, con ciruelas negras Presidente, mozzarella Vidal, panceta ahumada y azúcar. No será lo más tradicional del mundo, pero los sabores funcionan, que es lo que importa.


12. Ña Serapia
Lugar chiquito pero pintón, si bien bajó un poco la calidad con respecto a lo que era antes, sigue ofreciendo un producto muy bueno elaborado en el momento. Son estilo salteñas: carne cortada a cuchillo, pequeñas y con papa. Las de carne picante también son muy ricas, pero por algún inentendible motivo las hicieron de carne picada teniendo carne a cuchillo disponible…


13. El Tejano BBQ
¿Un tejano haciendo empanadas? Sí. Y no sabés cómo garpan. Larry Rogers usa carne de brisket (tapa de asado) ahumada durante varias horas y luego desmenuzada. Las empanadas son “Texas Size” y son fritas. Para completar la bomba nada mejor que un frasquito de barbacoa extra picante para que cada comensal le ponga (o no) a gusto. El sabor de la carne ahumada dentro de una empanada frita más el agregado de la barbacoa picante es sencillamente maravilloso. Hay que estar atentos porque no están siempre en el menú.


14. Pizzería del Sur
Productos de muy buena calidad y tamaño generoso. Las de pollo están muy buenas y la polémica “carne a la mostaza” también. Tienen muchas variedades originales, pero ojo que algunas en lugar de ser empanadas vienen en formato “canastita”, al que repudiamos totalmente ya que consideramos que no son empanadas sino “tartas chiquitas”.


15. Delivery Urbano
Rodrigo Caumo es prácticamente un obsesivo compulsivo de la empanada, por eso cuida cada detalle desde la composición de la masa hasta el peso exacto de cada unidad, para lograr una producción pareja y de alta calidad. Son de las más grandes que probamos, con 120 gramos por unidad, y la que más nos gustó fue la de cordero con hongos, sorprendente no solo por su sabor sino además por su agradable combinación de texturas gracias a los hongos que el mismo Rodrigo hidrata.
(Virrey del Pino 2328, 011-4780-0020)


16. Pollo Broaster
En medio del pintoresco mercado boliviano de Liniers estas empanadas son similares a las del Horno, solo que con pollo en lugar de carne. Básicamente se trata de un guiso de pollo encerrado en una masa dulzona con cúrcuma, lo que genera que el riesgo de mancharse sea bastante alto. Sumale que a veces te viene algún hueso adentro y entramos prácticamente en el terreno del turismo aventura. A algunos les da inseguridad venir por este barrio, pero la verdad es que es similar al barrio chino, solo que los vendedores no tienen mala onda, y por 16 pesos te comés dos altos guisos.
(Ibarrola 7239, Liniers)


17. Empanadas Tucumanas 
A 5 minutos de la Panamericana ramal Pilar hay una casa de empanadas que si no es la mejor de la lista anda muy cerquita. Receta tucumana, fritas o al horno, carne cortada a cuchillo, elaboración artesanal, masa fantástica, muy bien condimentada, 125 gramos y 10 pesos por unidad… Belleza, nene, belleza.
(Mascardi a metros de Av. Del Sesquicentenario, Grand Bourg)


18. El puesto del Puma
“El Puma” atiende en persona su carrito y vende unas empanadas fritas de primera y a menos de un dólar oficial cada una, ¡más barato que en el uno a uno! Hay de varios sabores, pero como siempre vamos por la de carne cortada a cuchillo, donde un toque de morrón y comino son la clave del éxito. Si bien no hay lugar para sentarse, te podés quedar charlando con El Puma que es un fenómeno.
(Av. Del Sesquicentenario y Callao, enfrente de la estación Oil, Grand Bourg)


19. La Fiaca
El secreto mejor guardado del conurbano. Esta pizzería de barrio, atendida por Marcelo y su familia, probablemente tenga las mejores pizzas del universo, pero además tiene unas empanadas de primera. La de carne es picada, pero es la más jugosa de todas las empanadas de carne picada que probamos, y muy, muy rica. La de panceta y muzzarella es otro golazo, y la de cantimpalo… digamos que tiene mucho cantimpalo. ¡Ojo! A no confundir con La Fiaca de Lanús sobre Av. Yrigoyen; no tienen nada que ver.
(Albarracín 2288, Remedios de Escalada)


20. El ladrillo
En cuestiones gastronómicas los amigos de Quilmes siempre tienen algo para decir. En este caso, El Ladrillo es otra de las tantas instituciones quilmeñas con más de 30 años de historia. Tienen al horno y fritas; la de pollo frita es buenísima, con un original relleno que trae tomates perita y morrones. Las de carne a base de bola de lomo, por más que sean picadas, son jugosas y están muy buenas. Eso sí, el lugar da más para llevar que para comer ahí.
(Brandsen entre Moreno y Lavalle, Quilmes; y Calle 48 esquina 19, La Plata)


21. Atalaya
Si te gustaron las medialunas, ¡ahora probá las empanadas! De tamaño monstruo, con una masa riquísima y rellenos sabrosos, las empanadas de Atalaya van muy bien. Las de carne (picada) están buenas, pero la que a mi humilde criterio se lleva todos los premios es la de pollo, bien sabrosa y nada seca. Increíblemente, dejaron de hacerlas fritas y eliminaron del menú la de humita, que también era buenísima. Si pasan por Atalaya por favor pidan que vuelvan a freír empanadas; si nos organizamos comemos todos.
(Ruta 2)


Bonus track: Empanadas Gourmet
Ya sabemos que es una cadena. Y sabemos que no es lo mismo una producción industrial que una artesanal. Pero la verdad es que hacen un producto más que correcto, tienen sucursales por toda Buenos Aires, y mis perdones a “la reina de la empanada” pero a mí dame una de carne soufflé recién hecha de Empanadas Gourmet antes que una empanada tibia que salió hace 15 minutos del horno de La Americana. Sí, ya sé que para muchos esto es herejía; algunos te dirían que sobre gustos no hay nada escrito. Yo no. Si hace más de 1.800 palabras que vengo escribiendo sobre gustos…



La Receta Campeona de la Empanada Tucumana. 


Gracias a Max Carnage, Julián Romero, Gabriela Di Lisio, Clarita Cornet, Cecilia Acevedo y a la gente de Buena Morfa Social Club por su colaboración para esta nota.

Leandro Volpe: Profesional del derecho, amateur de la cocina, CEO de cocinanacpop.blogspot.com. No es lo mismo sacarse el hambre que comer y no hace falta ser rico para comer rico, alcanza con un poco de maña. Tengo la receta del éxito, el ingrediente secreto es manteca. Twitter @lenoindustries

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