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Para comer unas buenas milanesas en tu casa hay un método universal, práctico e infalible: pedirle a tu abuela que te las haga. No falla nunca.
Ahora, si no se tiene una abuela a mano,
la cosa se vuelve un poco más complicada, pero a no preocuparse:
siguiendo estos pasos y con un poco de cariño podemos hacer unas
milanesas que llenarían de orgullo a la nonna.
¿Qué carne elegir?
El cuadril y el lomo son cortes muy
tiernos, pero francamente es tirar manteca al techo; vas a gastar el
doble para un producto final que no va a estar el doble de bueno que
usando los cortes tradicionales. Si querés hacer unas milanesas
glamorosas, te diría que el peceto es el límite, pero la verdad es que
tampoco es necesario; en los bodegones se usa nalga y salimos todos
contentos. Si no querés usar nalga podés usar bola de lomo, corte
relativamente más tierno pero con una forma más irregular. Y si no podés
usar cuadrada, carne con buena forma, pocos nervios y grasitas, aunque
quizás un poco más dura. ¿Ternera o novillo? La de ternera es más
tierna, la de novillo tiene más sabor. Nosotros vamos toda la vida con
las de novillo, estamos usando cortes de por sí tiernos; si la carne es
buena vas a tener milanesas sabrosas Y tiernas. Win-win.
Pegame y decime nalga
Ya sea con maza de cocina o con la mano,
hay que golpear la carne hasta que tenga más o menos medio centímetro de
espesor. Antes de darle la paliza, pasala por un poco de harina; con
esto vas a lograr que la carne sea un poco más tierna, que se adhiera
mejor el rebozado y, al tener la carne una altura homogénea, se va a
cocinar mejor.
¿Qué lleva el huevo?
Algunos le ponen mostaza para dar sabor,
pero esto atenta contra la adherencia del pan rallado. Mejor limitarse a
agregarle sal, pimienta, ajo y perejil; estos últimos picados a mano en
el momento, nada de provenzal de paquete. Si querés hacerte el
interesante y ponerle curry, humo líquido, paprika, picante, alguna otra
hierba seca o condimento que te guste, este es el momento, pero recordá
que muchas veces menos es más. Una buena idea es mezclar los huevos con
un poco de leche, ayuda a bajar costos y a adherir el pan. Calculá un
pocillo chiquito de café cada dos huevos
¿Pan rallado o rebozador?
El consenso del grupo de Facebook “La
milanesa de soja no es milanesa” es que hay que ir sí o sí con el pan
rallado. ¿Y quiénes somos nosotros para contradecir a un grupo anónimo
de fundamentalistas? El pan rallado lo podés hacer poniendo en la
procesadora o licuadora algún pan con un par de días, y si no lo comprás
en cualquier panadería. Si nunca rebozaste es una pavada, una vez que
pasaste la carne por harina (paso 2), la pasás por huevo, luego por el
pan rallado (haciendo presión para que se adhiera bien) y una vez que
tengas todas las milas armadas podés empezar a freír.
¿Mucho o poco aceite?
¡MUCHO! Contrariamente a la creencia
popular, cuanto menos aceite le pongas a la sartén menos “sanitas” serán
las milanesas. Cuanto más aceite uses, menos va a bajar la temperatura
de éste al entrar en contacto con la milanesa fría, generando una
cocción más rápida, pareja y un producto final más crocante y menos
aceitoso. El aceite no tiene que estar frío, pero tampoco tan caliente
como para quemarse; cuando ponés la milanesa tiene que hacer ruido, y
burbujear, pero si ves que empieza a saltar aceite para todos lados, o
que sale demasiado humo, bajá el fuego porque se te está quemando el
aceite. Una forma práctica de calcular la temperatura es tirando un
pedacito de miga de pan: si en 20 segundos no se dora, el aceite está
frío. Si a los 10 segundos está medio quemado, el aceite está muy
fuerte. Cociná la milanesa hasta el punto de dorado que te guste, agregá
un poquito más de sal, pasá brevemente por papel de cocina y listo. Si
seguiste todos estos pasos te van a quedar sequitas y crocantes por
fuera, conservando la humedad por dentro, y la carne y el pan no se van a
separar.
¿Que las querés hacer al horno porque es más light?
Mirá, monstruo, estás comiendo carne,
huevo y pan rallado, no va a ser una comida light, dejá de mentirte. Si
hacés la milanesa al horno vas a comer algo que no es ni tan rico ni tan
light: ni chicha ni limonada. Si como hacen muchos, les tirás unos
chorritos de aceite, en definitiva estás haciendo una suerte de falsa
fritura, ¡saquémonos las caretas! Mejor date el gustito, hacete una
buena milanesa frita, acompañala con ensalada en lugar de puré, y todos
contentos.
¿ historia de la milanesa? No, no es invento argentino.
- 1 horas
- 4 porciones
- Comida familiar
- Fácil
Ingredientes
- Harina, 400 g
- Agua, 150 g
- Levadura prensada, 20 g
- Cebollas picadas, 4
- Pimientos asados al horno, 3
- Berenjenas asadas al horno, 2
- Tomates maduros picados, 2
- Sal, 10 g
- Aceite
- Sardinas saladas, 4
-
Pasar la carne por harina.
-
Golpear la carne hasta que tenga más o menos medio centímetro de espesor.
-
Picar ajo y perejil y agregar al huevo, junto con sal y pimienta. Se puede agregar leche.
-
Pasar la carne por el huevo y luego por el pan rallado.
-
Freír.
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