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La
Semana del Vino no recibió estadísticas sectoriales para brindar: tras
crecer las ventas el año pasado por cuarto año consecutivo, entre enero y
julio hubo un parate mientras la exportación cayó otro 6% y no levanta
cabeza. La clave está en las listas de precios.
La gran oportunidad de revertir un año en
el que las ventas no acompañan tiene el vino argentino en estos días de
celebración de la campaña anual del Fondo Vitivinícola de Mendoza y la
Comisión de Marketing de Bodegas de Argentina.
El vínculo entre la bebida nacional y los consumidores sufrió un impasse en lo que va de 2014, cuando la ingesta interna en el acumulado a julio retrocedió de 4,4% respecto de igual período de 2013. Medido en promedio por habitante, en los siete primeros meses sería de 22,5 litros, que implica un 5,5% menos que los 25 litros correspondientes al mismo lapso del año pasado, los que a su vez habían superado en 0,4 litros la marca per cápita de 2012.
IES Consultores, Investigaciones Económicas Sectoriales le aporta un marco estadístico al esfuerzo que en esta edición de la Semana del Vino le dedicaron 50 vinotecas de todo el país, que por primera vez acordaron el mismo día y a la misma hora una degustación simultánea, con el mismo protocolo.
La foto numérica reflejó la leve recaída del sector, tras haber recuperado algo de terreno en 2010 con relación al nivel que traía del 2000, que era de 37,8 litros por habitante, y tras la crisis llegó a los 30 litros en 2004.
Por eso los restoranes de todo el territorio nacional ofrecen en sus mesas las más exquisitas variedades de tintos, blancos y espumantes a valores promocionales y, para los que no puedan acercarse a un local, el sommelier Mariano Braga, experto en catas virtuales, ofrecerá la misma actividad por Twitter.
La alternativa digital intenta dar respuesta a la pérdida de costumbre en tomar vino durante los almuerzos, sobre todo, al tiempo que las gaseosas y las aguas saborizadas ganaban terreno. Las cervezas también venían abriéndose paso en el mercado de las bebidas, pero en 2008 su crecimiento se amesetó.
La mutación en realidad lleva más de 40 años. Mientras en 1970 el consumo se ubicaba por encima de los 80 litros per cápita, el año pasado ese número se estima en 25 litros, que es un nivel parejo en el que tendió a estabilizarse en los últimos tres años. Aún así, un reporte de la consultora Abeceb.com toma 10 años a esta parte para sacar como conclusión que el consumo per cápita de vinos se contrajo 25%.
Atribuye esta declinación que se venía atenuando precisamente a un proceso de recomposición en el consumo de los vinos, según el cual "si bien en general registró una caída, al mismo tiempo se convirtió en un segmento más sofisticado, debido a la preferencia que desde hace algunos años se perfila hacia los varietales por encima de los no varietales".La característica selectiva que asumió el mercado interno tuvo una directa incidencia en la lista de precios, y por ende en los mercados de exportación, que no convalidaron las alzas que se sucedieron y entrecerraron persianas.
Es la explicación que surgiría sobre la información que brinda IES acerca de que los volúmenes de ventas externas en los siete primeros meses de 2014 tuvieron una fuerte contracción de 9%, que se explicó por la fuerte baja en vinos sin identificar (50%), ya que los vinos varietales crecieron 8,6% en este período, mientras que las de espumantes (champaña) retrocedieron 0,5% en las cantidades.
Ni siquiera la devaluación de principios de año devolvió la competitividad extraviada en aquellas mutaciones de calidad, porque también generó subas en los costos de insumos que utiliza el sector que no permitieron aprovechar plenamente los beneficios cambiarios.
La recomposición de los precios de la economía al subir el dólar a 8 pesos desde enero llegó antes que la recuperación salarial obtenida a medida que se cerraban las paritarias, por lo que la reacción de la gente en los primeros meses del año fue encender luz amarilla en los gastos hogareños.
Y como la sobreoferta de vinos en el corriente año ante los abundantes stocks por la baja exportación, y la resentida demanda impidieron a las bodegas aumentar los precios de venta al ritmo de la suba de costos, los márgenes de ganancia fueron la variable de ajuste, gracias a la cual las consecuencias comerciales no resultaron peores.
Exportaciones
El reporte de IES explicó por la fuerte baja que tuvieron las ventas externas de vinos en volúmenes en los siete primeros meses en la pérdida del 50% registrada en los vinos sin identificar, ya que los varietales crecieron 8,6% en este período, mientras que las de espumantes (champaña) retrocedieron 0,5% en hectolitros.
Medidas en ingresos de divisas, las exportaciones de vinos aportaron 2% menos y totalizaron u$s 453,1 millones en el acumulado de siete meses de 2014.
En tanto, las ventas externas de champaña mejoraron 12,5% en este período, al alcanzar u$s 11,2 millones, que implica un avance en el precio exportador medio de los espumantes.
Tomando las ventas externas del sector vitivinícola de vinos, espumantes (champaña) y mosto, en valores, totalizaron u$s 562,2 millones en el acumulado a julio de 2014, con una contracción del 6% en relación con igual período de 2013. La consultora especializada en estudios sectoriales la atribuye a la fuerte baja de mostos de 22,1% y otra caída menor en el segmento de los vinos de 2%, compensados por el crecimiento de 12,5% de los espumantes. Los mostos facturaron al exterior u$s 98 millones.
Los cinco principales destinos de las exportaciones vitivinícolas a julio de 2014 concentran, sumados, el 66,9% del monto total, mientras otros 104 países participan con el 33,1%. Son ellas: Estados Unidos (38,9%), Canadá (9,8%), Reino Unido (8,3%), Brasil (6%), y Países Bajos (3,9%).
En comparación entre los siete primeros meses de 2014 y de 2013, se destaca el aumento de las ventas destinadas al Reino Unido, Japón y a Alemania, que crecieron 28; 28 y 25,4% respectivamente.
China se convirtió el séptimo comprador de vinos de nuestro país en este período (sexto en 2013), con una participación de 2,3% del valor exportado, siendo este mercado ampliamente codiciado por el sector, dada su escala y potencial crecimiento.
Al contextualizar el comportamiento de los vinos en el total de las bebidas durante el año pasado, el sector general finalizó con una disminución en las ventas externas del 5% totalizando u$s 1191 millones, si bien las ventas permanecieron en un alto valor histórico debido a los elevados precios medios de exportación.
Las únicas categorías que tuvieron una suba en valores en 2013 fueron las cervezas, el aguardiente de vino y el whisky, en tanto las ventas de aguas minerales, bebidas gaseosas (82% de las cuales son energizantes), vinos y mostos de uva exhibieron retroceso.
Al haber sustituido en gran parte el buen poder adquisitivo doméstico la resistencia externa a asumir las subas de precios de las diferentes categorías del sector bebidas, se atenuaron las consecuencias para algunos de sus rubros, como las gaseosas, por efectos del Mundial.
En las oficinas de las empresas dan vueltas y vueltas a las planillas para ver cómo podría aprovecharse la relación entre el tipo de cambio y los costos para buscar un nuevo punto de partida en la competitividad externa, ya que en los siete primeros meses de 2014 las ventas externas del sector bebidas totalizaron u$s 603,5 millones, con una contracción de 6,1%, con relación a igual período de 2013.
En el caso puntual del segmento vitivinícola, tras crecer en 2013, este año presenta una coyuntura debilitada, fruto de la caída en las ventas y de los aumentos de costos, que deterioran la rentabilidad del sector. En el afán por recuperar terreno, las bodegas no sólo llenaron de rebajas todas las bocas de expendio gastronómicas del país, sino que hasta se esperanzan en el efecto Wine Like, una aplicación móvil que permite guardar la información de cada etiqueta probada, que irá formando un ranking de los vinos más votados en tiempo real.
Fuente: http://www.diariobae.com/notas/35494-las-bodegas-buscan-recuperar-mercado-con-descuentos-y-ofertas.html
El vínculo entre la bebida nacional y los consumidores sufrió un impasse en lo que va de 2014, cuando la ingesta interna en el acumulado a julio retrocedió de 4,4% respecto de igual período de 2013. Medido en promedio por habitante, en los siete primeros meses sería de 22,5 litros, que implica un 5,5% menos que los 25 litros correspondientes al mismo lapso del año pasado, los que a su vez habían superado en 0,4 litros la marca per cápita de 2012.
IES Consultores, Investigaciones Económicas Sectoriales le aporta un marco estadístico al esfuerzo que en esta edición de la Semana del Vino le dedicaron 50 vinotecas de todo el país, que por primera vez acordaron el mismo día y a la misma hora una degustación simultánea, con el mismo protocolo.
La foto numérica reflejó la leve recaída del sector, tras haber recuperado algo de terreno en 2010 con relación al nivel que traía del 2000, que era de 37,8 litros por habitante, y tras la crisis llegó a los 30 litros en 2004.
Por eso los restoranes de todo el territorio nacional ofrecen en sus mesas las más exquisitas variedades de tintos, blancos y espumantes a valores promocionales y, para los que no puedan acercarse a un local, el sommelier Mariano Braga, experto en catas virtuales, ofrecerá la misma actividad por Twitter.
La alternativa digital intenta dar respuesta a la pérdida de costumbre en tomar vino durante los almuerzos, sobre todo, al tiempo que las gaseosas y las aguas saborizadas ganaban terreno. Las cervezas también venían abriéndose paso en el mercado de las bebidas, pero en 2008 su crecimiento se amesetó.
La mutación en realidad lleva más de 40 años. Mientras en 1970 el consumo se ubicaba por encima de los 80 litros per cápita, el año pasado ese número se estima en 25 litros, que es un nivel parejo en el que tendió a estabilizarse en los últimos tres años. Aún así, un reporte de la consultora Abeceb.com toma 10 años a esta parte para sacar como conclusión que el consumo per cápita de vinos se contrajo 25%.
Atribuye esta declinación que se venía atenuando precisamente a un proceso de recomposición en el consumo de los vinos, según el cual "si bien en general registró una caída, al mismo tiempo se convirtió en un segmento más sofisticado, debido a la preferencia que desde hace algunos años se perfila hacia los varietales por encima de los no varietales".La característica selectiva que asumió el mercado interno tuvo una directa incidencia en la lista de precios, y por ende en los mercados de exportación, que no convalidaron las alzas que se sucedieron y entrecerraron persianas.
Es la explicación que surgiría sobre la información que brinda IES acerca de que los volúmenes de ventas externas en los siete primeros meses de 2014 tuvieron una fuerte contracción de 9%, que se explicó por la fuerte baja en vinos sin identificar (50%), ya que los vinos varietales crecieron 8,6% en este período, mientras que las de espumantes (champaña) retrocedieron 0,5% en las cantidades.
Ni siquiera la devaluación de principios de año devolvió la competitividad extraviada en aquellas mutaciones de calidad, porque también generó subas en los costos de insumos que utiliza el sector que no permitieron aprovechar plenamente los beneficios cambiarios.
La recomposición de los precios de la economía al subir el dólar a 8 pesos desde enero llegó antes que la recuperación salarial obtenida a medida que se cerraban las paritarias, por lo que la reacción de la gente en los primeros meses del año fue encender luz amarilla en los gastos hogareños.
Y como la sobreoferta de vinos en el corriente año ante los abundantes stocks por la baja exportación, y la resentida demanda impidieron a las bodegas aumentar los precios de venta al ritmo de la suba de costos, los márgenes de ganancia fueron la variable de ajuste, gracias a la cual las consecuencias comerciales no resultaron peores.
Exportaciones
El reporte de IES explicó por la fuerte baja que tuvieron las ventas externas de vinos en volúmenes en los siete primeros meses en la pérdida del 50% registrada en los vinos sin identificar, ya que los varietales crecieron 8,6% en este período, mientras que las de espumantes (champaña) retrocedieron 0,5% en hectolitros.
Medidas en ingresos de divisas, las exportaciones de vinos aportaron 2% menos y totalizaron u$s 453,1 millones en el acumulado de siete meses de 2014.
En tanto, las ventas externas de champaña mejoraron 12,5% en este período, al alcanzar u$s 11,2 millones, que implica un avance en el precio exportador medio de los espumantes.
Tomando las ventas externas del sector vitivinícola de vinos, espumantes (champaña) y mosto, en valores, totalizaron u$s 562,2 millones en el acumulado a julio de 2014, con una contracción del 6% en relación con igual período de 2013. La consultora especializada en estudios sectoriales la atribuye a la fuerte baja de mostos de 22,1% y otra caída menor en el segmento de los vinos de 2%, compensados por el crecimiento de 12,5% de los espumantes. Los mostos facturaron al exterior u$s 98 millones.
Los cinco principales destinos de las exportaciones vitivinícolas a julio de 2014 concentran, sumados, el 66,9% del monto total, mientras otros 104 países participan con el 33,1%. Son ellas: Estados Unidos (38,9%), Canadá (9,8%), Reino Unido (8,3%), Brasil (6%), y Países Bajos (3,9%).
En comparación entre los siete primeros meses de 2014 y de 2013, se destaca el aumento de las ventas destinadas al Reino Unido, Japón y a Alemania, que crecieron 28; 28 y 25,4% respectivamente.
China se convirtió el séptimo comprador de vinos de nuestro país en este período (sexto en 2013), con una participación de 2,3% del valor exportado, siendo este mercado ampliamente codiciado por el sector, dada su escala y potencial crecimiento.
Al contextualizar el comportamiento de los vinos en el total de las bebidas durante el año pasado, el sector general finalizó con una disminución en las ventas externas del 5% totalizando u$s 1191 millones, si bien las ventas permanecieron en un alto valor histórico debido a los elevados precios medios de exportación.
Las únicas categorías que tuvieron una suba en valores en 2013 fueron las cervezas, el aguardiente de vino y el whisky, en tanto las ventas de aguas minerales, bebidas gaseosas (82% de las cuales son energizantes), vinos y mostos de uva exhibieron retroceso.
Al haber sustituido en gran parte el buen poder adquisitivo doméstico la resistencia externa a asumir las subas de precios de las diferentes categorías del sector bebidas, se atenuaron las consecuencias para algunos de sus rubros, como las gaseosas, por efectos del Mundial.
En las oficinas de las empresas dan vueltas y vueltas a las planillas para ver cómo podría aprovecharse la relación entre el tipo de cambio y los costos para buscar un nuevo punto de partida en la competitividad externa, ya que en los siete primeros meses de 2014 las ventas externas del sector bebidas totalizaron u$s 603,5 millones, con una contracción de 6,1%, con relación a igual período de 2013.
En el caso puntual del segmento vitivinícola, tras crecer en 2013, este año presenta una coyuntura debilitada, fruto de la caída en las ventas y de los aumentos de costos, que deterioran la rentabilidad del sector. En el afán por recuperar terreno, las bodegas no sólo llenaron de rebajas todas las bocas de expendio gastronómicas del país, sino que hasta se esperanzan en el efecto Wine Like, una aplicación móvil que permite guardar la información de cada etiqueta probada, que irá formando un ranking de los vinos más votados en tiempo real.
Fuente: http://www.diariobae.com/notas/35494-las-bodegas-buscan-recuperar-mercado-con-descuentos-y-ofertas.html
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