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Pinot Noir: ¿cuáles probar?

Alejandro Iglesia, sommelier argentino, destaca en esta nota las cualidades de esta cepa que cada día gana más adeptos por su atractivo singular. Además, según su apreciación, resalta los mejores Pinot Noir de Argentina.



Considerada la variedad de uva más sofisticada, el Pinot Noir conforma un universo raro y elitista en el mundo del vino. Desde la Borgoña a Oregon y de Nueva Zelanda a Chile y Argentina, da vinos ligeros en color, sutiles en matices y llenos de sabor, con una boca siempre ligera y envolvente. La fama, precisamente, viene de esa condición etérea y delicada.

En Argentina está en pleno desarrollo, aunque la oferta es escasa. Con 1.900 hectáreas cultivadas, las ¾ partes están en Mendoza, especialmente en el Valle de Uco. Pero si todo el mundo habla de él es porque tiene un atractivo singular: sus vinos son los más fáciles de reconocer, ya sea por su color, aromas o sabor y sobre todo, resultan una puerta de ingreso perfecta para quienes los tintos les resulten demasiado fuertes.

Cómo reconocer un buen Pinot

A la vista, es rojo ligero con matices que van de la teja al violeta. Aromáticamente, cuando es joven, ofrece frutos frescos como cerezas y frutillas mientras que en su madurez despliega notas terrosas, minerales y de hongos. Sin embargo, es en la boca donde se reconoce un buen Pinot Noir: terso, delicado y suave en su andar, destaca por la intensidad de sabor y ligereza de paso, como si se tratara de un blanco con sabor y color tinto.

¿Cuáles son los mejores Pinot Noir de Argentina?

Al Pinot le gustan los climas fríos. De ahí que Tupungato, en Uco, sea hoy una de las referencias, con Gualtallary, Los Arboles y San Pablo a la cabeza, tres parajes que dan que hablar. Productores de aquí son El Zorzal Wines, Salentein, Domaine Bousquet, por citar tres ejemplos.

En Río Negro, sin dudas, es donde están los más complejos, a contar de la histórica Humberto Canale (Alto Valle) o el trabajo de Bodega Chacra (Mainqué). En Neuquén, por su parte, Familia Schroeder y Bodega del Fin del Mundo son las encargadas de darle un perfil nuevo a la variedad.

En cuanto al estilo, en Argentina hay Pinot Noir espumosos, donde destaca Escorihuela Pequeñas Producciones Rosé, el Rosa de los Vientos de Familia Schroeder o el Rosell Boher Rosé. Mientras que en tintos, hay dos vertientes. Por un lado hay ligeros y suaves, como Salentein Reserve o Zorzal Terroir Único, ambos de Tupungato, y también Manos Negras elaborado con uvas de Neuquén y hasta una curiosidad como el Alfredo Roca Fincas de San Rafael. Por otro los más potentes, como Primogénito de Bodega Patritti y Fin del Mundo Reserva, así como los mendocinos Catalpa de Bodega Atamisque y el novedoso Críos de Susana Balbo.

Para cerrar les dejamos uno de los vinos más curiosos elaborados del país, el único cosecha tardía de Pinot Noir elaborado por Familia Schroeder en Neuquén para su línea Saurus.

Para leer la nota completa ingrese aquí: http://www.vinomanos.com/2014/08/pinot-noir-cuento-o-realidad-argentina-cuales-probar/

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