Yeite, el restaurante debut de Pamela Villar

En un barrio improbable, una de las pasteleras más consagradas de la escena vernácula abrió su primer local, y no solo sirve dulces. Lugarcito ideal para almorzar en la semana.
 

Está en Villa Crespo. Enfrente de la cancha de Atlanta. En una zona de talleres mecánicos en la que se ven decenas de autos en doble fila con el capot levantado. Ahí. Sí: ahí abrió a fines de junio Yeite, el primer restaurante de Pamela Villar, una de las pasteleras más reconocidas del ámbito local. Hay una razón para la tan extraña locación de este local pequeño y de look industrial (prolijamente desprolijo): es un proyecto en conjunto con la diseñadora de moda Jessica Trosman, que tiene su taller y showroom justo al lado. El local, de hecho, está separado apenas por una mampara que inclusive se abre los sábados, integrando el espacio showroom-restaurante.

“Acá puedo hacer algo más además de postres y pastelería”, cuenta Villar. Hay platos que salen rápido como ensaladas y sándwiches, y otros más contundentes, como una bondiola braseada con relish de mostaza, la pesca del día (por lo general salmón blanco) con chutney de tomates, o canelones de ricota, espinaca y hongos. En todos casos rigen dos características: primero, la simpleza. Segundo, un toque oriental que le suma Villar. Tabouhle, por ejemplo. O hummus de pimientos. O la utilización de sumac, un condimento turco. Ojo que la carta varía completamente cada semana, así que estos platos no necesariamente van a estar disponibles cuando vayas.

Pero lo que debés saber es que son pensados para almorzar en días de semana servidos en vajilla rudimentaria, a tono con el salón que recuerda a los comederos que uno encontraría en una zona fabril: piso de cemento, techo sin pintar, paredes con espejos difuminados, sillas tonet, servilletas de papel presentadas en latas de aluminio. Las mesas de madera están decoradas con botellas con plancton y brotes de lenteja. Un salón diminuto con capacidad para 26 cubiertos, que luce descuidado, pero no: fue muy pensado por el estudio Net, del diseñador Alejandro Sticotti. Muchos de los platos están exhibidos en un mostrador tipo buffet, a tono con lo que se ve hoy en los restorancitos de los suburbios londinenses. Ahí también están las jarras de limonada y agua de mandarina.





VILLAR
Si bien es una de las pasteleras más reconocidas del país, Pamela Villar nunca había tenido un restaurante propio, aunque sí realizó muchas asesorías, como la apertura del primer local de Farinelli y varios trabajos con Fernando Trocca en Sucre y también en la cadena inglesa Gaucho, lo que la obliga a realizar cuatro viajes anuales a Inglaterra. Trocca es, de alguna forma, el padrino de Yeite, ya que se encargó de presentar a Villar (que buscaba tener un emprendimiento propio) con Trosman (que quería un espacio gastronómico en su local).

PASTELERÍA
Así como al mediodía se ven tartas y ensaladas en el mostrador, por la mañana y la tarde se exhiben tortas, muffins y demás ejemplares de la especialidad de la casa: los dulces. Basta probar un simple mousse de chocolate con almendras y miel para darse cuenta que, en lo que a glucosa se refiere, se está hablando de palabras mayores.

Yeite
abre de lunes a sábado de 8:30 a 19 horas. Precio promedio: 100 pesos. Cierra cuando Atlanta juega de local.
Humdoldt 293, Villa Crespo / T.4855-6777

Por Claudio Weissfeld

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