Los
vinos varietales son aquellos que deben poseer al menos el 85 % de una
misma y única variedad de uva. Si bien no se pueden encasillar sólo por
este factor, las distintas cepas marcan una diferencia.
La forma en la cual sea tratada la vid en
el terruño, el clima, el riego, el tipo de vinificación, y cientos de
etcéteras, modifican sustancialmente la materia prima y le van
imprimiendo determinada característica al vino. Por eso no se puede
decir que una clase de uva posee ciertas cualidades o atributos, ya que
varían con los lugares y los hombres. Pero suponiendo que tenemos
distintas variedades tintas plantadas en un mismo sitio y las
vinificamos de igual manera, obtendríamos (sólo a modo descriptivo,
genérico y orientativo), los siguientes resultados y cualidades:
Pinot
Noir: Comenzamos por esta cepa porque la idea es ir del vino más ligero
o sutil al más robusto o corpulento, con lo cual ya sabemos que la
Pinot Noir entrega vinos delicados, elegantes. Posee baja a media
astringencia y una nota "dulce". Sus clásicos aromas recuerdan a
frambuesas, cerezas y guindas. Sus colores tienden a estar en la gama
del rojo claro, rubí, y ocres. Sin dudas, su terruño preferido en el
mundo es la Borgoña francesa.
Bonarda: Da vinos livianos, de
taninos suaves. Salvo excepciones, son para consumir jóvenes. Posee
carácter frutal. De colores rubí intenso, violetas y púrpuras. La acidez
es marcada pero no excesiva. Frutas rojas, mora, frambuesa y frutillas
conforman su paleta aromática. Es agradable y dulce, de carácter vinoso y
elegante. Luego del Malbec, es la uva más plantada en Argentina, por
utilizarse mucho en vinos corrientes.
Cabernet Franc: Es menos
estructurada que su familiar, la Cabernet Sauvignon, siendo menos tánica
y ácida, pero muy aromática. De color rojo rubí hasta púrpura. Aromas
que recuerdan a frutas rojas, pimientos y mermeladas, junto con un
peculiar toque herbáceo. Posee fina textura y alcohol moderado. Es
aterciopelado en boca, con notas de pimienta y especias. Según estudios,
su cruzamiento natural con la Sauvignon Blanc, dio origen a la Cabernet
Sauvignon.
Malbec: La uva estandarte nacional, que provino de
Francia. Los enólogos locales han avanzado mucho en la vinificación de
esta cepa. A la vista presenta colores intensos, rojo cereza, en algunos
casos hasta oscuros. Forma parte del reino de las uvas "Cot" junto con
la Tannat y la Petit Verdot, que se destacan por su potencia colorante.
Tiene una amplia gama de posibles aromas: guindas, ciruelas, cuero,
trufas, violetas y menta. En boca presenta sabores a mermelada, guindas y
frutas secas. Sus taninos redondos y dulces lo caracterizan. Posee
cuerpo medio y también notas florales.
Merlot: Uva que otorga
vinos suaves y frescos. Con ella se hace uno de los ejemplares más
costosos del mundo, el Chateau Petrus. Es menos tánica que la Cabernet
Sauvignon, por eso muchas veces se complementan. Su color suele
presentarse como rubí intenso con tintes violáceos. Posee los clásicos
aromas a frutos rojos, entre ellos, grosellas, moras y cassis, además de
florales. En boca es fino, con personalidad, de taninos suaves, cuerpo
moderado y elegante. Muy frutado.
Syrah: También conocida como
Shiraz, entrega vinos de taninos potentes y golosos. Cuenta con gran
carga colorante, entre los tonos rojo cereza y rubí. Sus aromas
recuerdan a frutas rojas, flores como las rosas, y canela. Tienen
también alta acidez, buena cantidad de taninos y grado alcohólico.
Vigoroso. Perfectamente apto para el añejamiento. En boca es pleno, con
notas de frutas dulces y especias, desplegando su potencial.
Cabernet
Sauvignon: La reina de las cepas tintas. Allí donde se hagan vinos,
estará presente esta uva. Con el paso de los años en botella se redondea
y pule, armonizándose. A la vista es intenso, con colores rojos oscuro y
violáceos. Sus principales aromas recuerdan a pimienta dulce, negra,
cigarrillos, grosellas, moras, pimienta verde y violetas. En boca es
corpulento, pleno, robusto, complejo. Posee taninos potentes y notas de
especias y frutos negros. En su juventud puede ser duro, con marcada
acidez y astringencia, que los años van domando hasta el punto de
volverlo aterciopelado.
Como se puede apreciar, dejando un poco
el "verso" de lado, las descripciones de las diferentes uvas (como ya
dijimos en reiteradas ocasiones) varían muy poco una de la otra, salvo
caracteres distintivos. Por eso, repetimos que la presente nota sólo
tiene la intención de dejar plasmada la categorización estándar de las
cepas tintas citadas, remarcando que son apenas una de las múltiples y
posibles variantes que se pueden encontrar en el vino.
Paralelamente,
no se puede negar que el consumidor se guía mucho por este factor, que
inclusive tiene más peso a la hora de realizar una compra, que el propio
origen de dichas uvas, o de qué procedimiento enológico y de crianza
atravesaron. Pero es esa una cuestión de costumbres que debemos
reeducar.
Por Diego Di Giacomo
ANBariloche
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