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¿Dónde comer brunch en Buenos Aires? por la bellisima Lucilanda

El brunch ya habita entre los porteños. A los pioneros se fueron sumando nuevos bares y restaurantes con brunchs que hacen sonreír al domingo. Hoy, en Dixit: 10 lugares que tenés que conocer si querés entender la mítica costumbre neoyorquina del breakfast + lunch. Sentate a probar los mejores huevos benedictinos, croissants, muffins, panes artesanales, french toasts, waffles, bagels y hasta pulpo con papines.  


El brunch no es una sorpresa revolucionaria que esté ocurriendo en la ciudad. Ya todos escuchamos (y seguramente algunos probamos) los huevos revueltos o benedictinos de Café Crespin, Oui oui, Malvón, Olsen, o el mega brunch del Alvear o el del Four Seasons.

Pero parece que el brunch no fue una moda pasajera, y cada vez hay más y más opciones que se fueron sumando a la lista.

Mientras el brunch se instala como hábito entre los foodies, aprovechamos para contarte sobre algunas de las opciones más nuevitas para tener en cuenta a la hora de tu desayunoalmuerzo del fin de semana.


1. NININA Bakery (Gorriti 4738, Palermo)
Si Oui Oui y Le Pain Quotidien fueron los lugares con onda para desayunar, almorzar, merendar o brunchear en Palermo en 2012 y 2013, este año los ojos están puestos en Ninina. Abrió hace unos meses, y está lleno a toda hora. La mayoría de los clientes llega atraída por las mesitas en la verera, o las cookies, tortas, budines y otras delicias que se ven desde la ventana. Al entrar, más cosas ricas se pueden ver expuestas sobre la larguísima barra de mármol desde donde también podés espiar el emplatado y los platos que van saliendo a las mesas. También se divisa la cocina detrás de un gran ventanal al fondo del local. En Ninina hay algo para todos los gustos: la carta cuenta con catorce variedades de tortas, budines, alfajores y scons; también hay sopas, sándwiches, ensaladas y hamburguesas que podés armar a tu medida eligiendo el queso, aderezo, y cuatro toppings de una lista bien variadita (también hay muy buena hamburguesa veggie). El menú de brunch incluye café o té, un muy buen Aperol Spritz, jugo, limonada o licuado, canasta de panes artesanales o 3 croissants, huevos de campo revueltos, granola casera o waffle, y una siesta por favor.

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En Ninina te arman hamburguesas a medida, y además hay opciones veggie



2. COCU (Malabia 1510, Palermo)
Si querés un brunch parisino, Cocu es tu lugar. Los fines de semana y feriados, de 11 a 16 hs, sentate en la vereda de esta boulangerie de dueños franceses y disfrutá de un brunch bien completo, que incluye café con leche o té, jugo o licuado, una croissant, pain au chocolat, canasta de panes caseros con mermelada casera y brioche con salmón ahumado, tomates cherry y hojas verdes. Amasado manual, masa madre natural, tiempo de levado prolongado y harinas orgánicas. Todo elaborado a la vista y en pequeñas horneadas para asegurar la máxima calidad de sus productos. Si sos amante del pan, vas a amar Cocu. Dato importante sobre el pain au chocolate: consumir con moderación, hay peligro de adicción.



3. IOLO (25 de Mayo 107, San Isidro)
Café y mercadito orgánico con estética simple, descontracturada y moderna. Un proyecto de una pareja (Daniela y Nacho) que fueron imaginando este espacio durante un largo viaje por América Latina, que los inspiró con recetas, cocineros, espacios y anécdotas de sus recorridos. La carta fue diseñada con ayuda de Jessica Lekerman, y ofrece un menú simple pero suficientemente variado para poder volver y pedir siempre algo distinto. Hay desayunos, ensaladas, sándwiches, wraps y variedad de pastelería. Mención especial para los hotcakes que pueden customizar a gusto del comensal (masa tradicional o integral, y agregá toppings y salsas que pueden ser dulce de leche, miel, bananas, frutos, yogur batido o salsa caramel, entre otras opciones). Los domingos se sirve brunch completo para dos personas, pero si estás tentado de un brunch entresemana, podés ir por la opción más brunchera de sus desayunos: el Iolo Revuelvo, que incluye jugo de naranja, 3 huevos revueltos en tostada de pan casero (se le puede agregar salmón ahumado) y tazón de café con leche. Si a esa combinación matadora le agregás una porción de carrot cake, un muffin del día o scons dulces, te aseguro que estás para la siesta aunque no sea domingo. 



4. RESTAURANTE DEL HOTEL FIERRO (Soler 5862, Palermo.)
Un brunch para sentirse de vacaciones sin salir de Palermo. (De hecho, si querés completar la experiencia, aprovechá para pasar la noche en el Hotel Fierro, y levantate tarde y bajá a brunchear en el salón con vista al jardincito, o si está lindo el día sentate en una de las mesas afuera). El brunch del Hotel Fierro se sirve los domingos de 12 a 15 hs. y, a diferencia de otros formatos más flexibles, este es un menú por pasos, que comienza con café Nespresso e infusiones varias, jugo de naranja exprimido, y  panera con variedad de pancitos y medialunas, manteca, dulce de leche y mermelada. Se sigue con yogur y frutas de estación; luego un plato de huevos que va variando cada tanto (revueltos, benedict, pocheados a 63 grados…). Después se sirven dos principales (humita, chipirones fritos, carnes rojas y langostinos han sido parte de la carta) y se termina con dos postres. Tienen buena carta de vinos y se recomienda reservar, ya que el lugar no es muy grande.



5. VICTORIA BROWN CAFÉ (Costa Rica 4827, Palermo)
En una ciudad donde empieza a sentirse un poco de sobredosis de malas imitaciones de cafecitos neoyorquinos, donde el look es todo pero la comida no es nada y la atención es malísima, Victoria Brown nos devuelve algo de esperanza. Cuesta creer que ese cafecito con afiches retro, menú en tiza sobre una gran pizarra negra y look neoyorkino con cerámicos blancos y mesitas de hierro, esconda uno de los bares más cancheros del momento. Pero la careta del bar, no sólo esconde al bar del que todos están hablando, sino que nos propone un lugar para tomar un rico café a toda hora, y donde ir a disfrutar de un buen brunch o tinner. Hay varias versiones de brunch que se acomodan a distintos gustos: hay con huevos y french toast, con tostadas, muffins y granola, o spicy french toast con porción de torta. La más popular de sus opciones, el Gordon Bennet, que es para dos personas, incluye riquísimos huevos cocotte con tostadas de campo, hash brown y unas imperdibles french toast rellenas de queso crema con almíbar de miel y naranja.

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Victoria Brown: riquísima french toast, huevos, tostadas, muffins y granola. Después, la siesta.



6. HIERBABUENA (Av Caseros 454, San Telmo)
Hace rato que está en la lista de lugares de brunch a los que hay que ir, pero HierbaBuena va reinventando su brunch y se sigue imponiendo como opción para los que se levantaron sin ganas de enfrentar el caos palermitano del domingo y prefieren sentarse a disfrutar del brunch con tranquilidad, sabiendo que no van a tener que perseguir al mozo para ser atendidos. Manteles a cuadritos, mesitas en la vereda, mensajes eco friendly en las paredes, y un gran ventanal para mirar hacia adentro o hacia afuera, ciertamente son una buena manera de cumplir con ese momento de disfrute. Empezá por elegir una de sus 12 variedades de limonada (mis preferidas son la de arándanos y la de maracuyá), y esperá una ola de tostadas francesas, wrap de pollo, trifle de yogurt, frutas y praliné, huevo a la florentina, mini veggie burgers, carrot cake con semifreddo de canela y copa de champagne.



7. OTT ALMACEN GOURMET (Eduardo Costa 848, Acassusso)
La escuela de hotelería y gastronomía Ott College en Acassuso abrió el año pasado su propio cafecito y almacén gourmet, donde la pastelería y la panadería son protagonistas de la carta. El emprendimiento es dirigido por Luciano García, Chef Pastelero y profesor de Ott, y funciona como semillero para descubrir futuros talentos entre los estudiantes. Macarons, croissants, tortas y diez variedad de panes (de campo, centeno y pasas de uva, focaccia…) son algunos de sus principales atractivos. Además, hay sándwiches, quiches, ensaladas, tablas de quesos y fiambres, y un plato del día. Los fines de semana ofrecen brunch, que incluye yogur con frutas, huevos revueltos, pain au chocolat, bagels de salmón, variedad de panes, jugos y licuados. Muy buen capuccino y no dejen de probar el croissant de almendras: llega crocante, tibio, ri quí si mo.



8. PEHACHE (Gurruchaga 1418, Palermo)
Para brunchear en el jardín, como si vivieses en un pehache cancherísimo en el corazón de Palermo. Tal como indica su nombre, Pehache es una casa antigua típica del barrio, que renace y se convierte en un espacio que reúne diseño, decoración y buena comida. Se puede ir paseando por los distintos ambientes, descubrir objetos y muebles, y al llegar al patio también sentarse un buen rato en Pehache Café. Entre piedritas, enredaderas, una pérgola y un estanque de agua muy lindo, se disfruta del silencio y un muy buen brunch. Tienen dos opciones: una más breakfast, otra más lunch. La primera cuenta con té o café para dos, jarra de limonada, medialunas con jamón y queso, huevos revueltos con panceta crocante, yogurt con granola y miel, french toast, frutas y chocotorta. La segunda incluye agua, aperol spritz, quesadillas de pollo con dip de guacamole, huevos revueltos con panceta, papas pehache, croque madame y chocotorta.

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En Pehache: huevos con panceta crocante, quesadillas de pollo con guacamole, papas y hasta chocotorta.



9. FLORIDITA (Valentín Vergara 2386, Vicente López)
Es el barcito que te gustaría tener en la esquina de tu casa para sentarse a disfrutar de un rico café y leer el diario, a diario. El lugar es chiquito pero bonito, y la atención es siempre buena. Si el día está lindo, es ideal para sentarse en una de las mesas de la vereda. Su brunch es abundante; comienza con infusiones, brownies, medialunas, muffins o ensaladas de frutas. Sigue con un principal que puede ser sándwich de peceto al escabeche, lonjas de salmón tibio sobre colchón de vegetales, ensalada Caesar o huevos benedictinos. Se acompaña con agua, gaseosas, copa de vino o porrón, y copa de mimosa de cortesía para un gran cierre. Por si no te convence, el menú de Floridita es también apto para armarte el bruch a medida, empezando con un muffin y siguiendo con algún sándwich (de pollo y palta, por ejemplo), acompañando con una copa de vino y café con leche.



10. ELENA (Posadas 1086)
Cocina a la vista. Ambientación inspirada en los caserones antiguos de San Telmo. ¿Es una cantina? ¿Es un bodegón moderno? Nada de eso: es el restaurante de un hotel cinco estrellas. El aclamado restaurante del Four Seasons es para ir a darte un gusto de comer como un rey en una ocasión especial. Hay de todo: mesa fría variadísima que va de pulpo con papines y cebollas caramelizadas, remolacha feta y cítricos, berenjenas en escabeche, paté y quiche del día, buratta guiona, langostinos al ajillo…. Otra área de charcuterie, con una amplia elección de sus mejores quesos, variedad de panes, dulces tradicionales argentinos. De plato principal hay opciones de carne vacuna, algunas pastas y pescado, con acompañamientos sencillos pero acertados. En el rincón de ensaladas podés armarte ensalada a tu gusto, con una gigantesca variedad de ingredientes. Pero creo que el highlight del brunch en Elena (además de la atención y el ambiente propios de un hotel como el Four Seasons) es la variedad y calidad de postres.



Y llegamos a los 10, y se hace difícil quedarse sólo con esos. Así que van algunos más de yapa.
Si no te divierte la idea de un menú fijo, hay muchos lugares que si bien no ofrecen menú de brunch, dan pie para armarte el tuyo propio.

Oporto, por ejemplo, es el sitio preferido para brunchear de Donato de Santis; y con un aperol spritz y empanaditas de carne con salsa picante, cualquier domingo luce mejor.

Si para vos el brunch es un curador de resaca, no dejes de probar la hamburguesa de cerdo del brunch de Blanch en Cañitas.

Si en cambio, necesitás un brunch que te haga sentir recargado de energías, pero sin culpa, lo rico y lo liviano se fusionan para ofrecer variedad de platos sanos y naturales a la hora del brunch en Tea Connection

Y cómo olvidar los brunchs de Sirop Folie y el L’Atelier de Céline que te hacen sentir en París por un rato.

Si ya probaste los huevos cocotte de Victoria Brown, podés optar por otra versión igual de rica en Dandy, o los huevos rancheros del Hotel Home, que no tienen nada que envidiarles a los de cualquier cadena hotelera de gran prestigio.

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