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Inflación,
tipo de cambio, devaluación, y sobre todo, poca disponibilidad de
financiamiento para compañías de estos tamaños es la realidad que
enfrentan y que en definitiva limita los desembolsos para continuar
posicionándose en el mercado. Día a Día del Vino dialogó con algunas de
ellas para conocer de más cerca cómo se fondean.
Laura Saieg
lsaieg@areadelvino.com
lsaieg@areadelvino.com
La poca estabilidad argentina ha
provocado en el sector más vulnerable indudablemente sea el más pequeño.
Según un estudio realizado por la Universidad de La Plata, Facultad de
Ciencias Económicas, las fuentes de financiamiento que pueden utilizar
las PYMES o medianas empresas son: Recursos propios, Deudas Bancarias,
Programas Públicos de Financiamiento, Proveedores, Financiamiento de
instituciones financieras no bancarias (Ej. ONG crediticias, y
cooperativas de crédito) y el mercado de capitales. Cada uno de estos
ítems, claramente con consecuencias indudables que atrae en un contexto
inflacionario como el que está viviendo el país.
Recordemos además, que la posibilidad de fondearse para una empresa, significa crecer en producción, en adquisición de tecnología, en posicionamiento de mercado, en innovación, entre otras cosas. De este modo, si el dinero no llega, la realidad competitiva para estas bodegas se va haciendo cada vez más difusa.
Bajo este panorama, Día a Día del Vino dialogó con algunas compañías del sector para conocer más de cerca la realidad y cómo hacen para seguir adelante en un mercado financiero complicado.
Manuel Otero, de la bodega Otero Ramos destacó que primero hay que pensar porqué se está dando esta situación en Argentina, y es aquí donde indicó que "un país sin ahorro interno no puede tener crédito".
Por otra parte, agregó que lo que genera el ingreso de divisas son las inversiones externas. De este modo, "dada la realidad que vivimos con la diferencia de cambio, ningún inversor externo traerá dólares al país para que se los tomen al cambio oficial. Es necesario en carácter de urgencia crear condiciones para que las inversiones externas lleguen a nuestro país y no se vayan las que están".
Sin embargo, hay que ser realistas, y los empresarios resaltaron que los recientes acontecimientos indudablemente quitan las posibilidades de que esto pueda concretarse.
En Argentina y en especial la vitivinicultura hay una cantidad de elementos externos que perjudican notablemente al sector. Entre ellos, Otero destacó que las normativas y reglas de juego impuestas por el Estado Argentino, en las retenciones a las exportaciones, las demoras de largo tiempo en la devolución del Impuesto al valor agregado, el no permitir a la bodega que con sus propios recursos pueda dar mayor plazo de pago a los importadores, imposibilitan a la bodega competir en el mundo.
Por su parte, Tomás Tauszig de Finca Los Maza señaló que para empresas de pequeño tamaño las alternativas de financiamiento son muy limitadas. "El financiamiento bancario o tradicional es insuficiente y muchas veces debemos optar por financiamiento del tipo privado. Hay algunos subsidios y otras herramientas provistas por el estado que en contadas ocasiones hemos utilizado y que sirven, pero al igual que el financiamiento bancario, suelen resultar insuficientes", indicó.
Maximiliano Martirena, Director General de Finca La Luz concordó con sus colegas, y es que desarrolló que el escenario de imprevisibilidad afecta el mecanismo de toma de decisiones para realizar aquellas inversiones que no son esenciales al proceso productivo, es así que remarca que "es muy difícil en un contexto inflacionario saber el precio real de todos los componentes de nuestra actividad".
De este modo, este proyecto en particular no hace uso intensivo del crédito. Según comenta el directivo, "en escenarios de inflación e imprevisibilidad, no hay realmente crédito, y el que hay, tiene ese componente de tasa de interés inflacionaria que no está al alcance de todos. Y es lógico que sea así, aunque sea antipático decirlo. Los bancos que prestan líneas a una tasa fija que está debajo de la inflación anual, necesitan recuperarse vendiéndole a la empresa otros productos rentables. El final es terminar pagando la tasa inflacionaria. No hay que mentirse: con este escenario, o presta el Estado a tasa subsidiada y lo pagamos todos con impuestos y más inflación, o el crédito desaparece. Solo vamos a sobrevivir los que tenemos inversores prudentes y con un proyecto de años. Hay que prepararse para que la industria se concentre".
Debido a que las condiciones financieras y las reglas económicas cambian todo el tiempo para Manuel Otero es muy difícil tomar riesgos de inversiones grandes. Es por esto que han recurrido a distintas ayudas que dan entidades de la industria como el Fondo para la transformación o el IDITS, donde se pueden obtener créditos blandos y en algunas otras instituciones algunos subsidios que te permiten mejorar las condiciones del medio ambiente, el aprovechamiento de la energía, el ahorro del agua etc. "Por lo demás tenemos que recurrir a nuestras propias espaldas siempre siendo muy prudentes en las distintas alternativas a seguir", puntualizó.
Con respecto a financiarse a través de créditos bancarios, Tomás Tauszig mencionó que en los últimos seis meses las condicionas han cambiado considerablemente y acceder a ellos resulta muy complicado, ya que las tasas de préstamos comerciales rondan entre el 35 y 40% anual, lo cual Tauszig aseveró que resulta aversión de parte de los deudores en tomar más préstamos a las tasas actuales.
A su vez, Manuel Otero señaló que además de las elevadas tasas de interés, se suman los plazos de pago actuales. De esta forma, el empresario dijo que salvando estas excepciones es imposible pensar en importantes inversiones con las altas tasas de interés que los bancos pueden acordar. La realidad económica argentina es muy distinta a la que existe en otros países como Chile, Australia, Canadá, España, donde la generación de créditos para inversiones que posibiliten el crecimiento y la apertura laboral son realmente favorables.
"La consecuencia -para Otero- es que al no poder aumentar el producto hace imposible poder tomar préstamos que no sean dados bajo circunstancias especiales que prevén la ayuda que el gobierno permite a los efectos de tener continuidad en lo que hacemos".
Inversiones actuales
Por lo que en el contexto actual, en términos generales, Finca Los Maza ha priorizado inversiones moderadas y con retornos esperados en el corto a mediano plazo. Dichos desembolsos, "incluyen la continua capacitación de los recursos humanos de la empresa, inversiones en programas y sistemas, en vehículos, en comunicaciones y en la mejora de insumos, packaging e imagen de la bodega y sus productos. Este año no hemos planificado ninguna inversión del tipo inmobiliaria, y lo más probable es que tampoco lo hagamos en el 2015".
En el caso de Otero Ramos, y frente a la actualmente la competencia nacional e internacional, es que sus inversiones han prevalecido en el viñedo y distintas áreas de bodega y producción. Pero especialmente en el marketing y atención al cliente. "Es estar permanentemente en la búsqueda de nuevos mercados. Actualmente estamos enfocados en los mercados asiáticos y la India. Procuramos de destinar una parte de nuestro presupuesto a los viajes y acciones en busca de estos nuevos importadores", comentó Manuel Otero. Asimismo, añadió que "la inversión es muy grande y los resultados se verán en el tiempo, no se conquistan clientes y mercados de un día para otro. Dependerá de la eficacia y la experiencia para conseguirlo".
Además, aclaró que Argentina tiene la cepa emblema "Malbec", de una nobleza, calidad, fineza y elegancia muy particular, pero no hay que olvidar, que "no es solamente un varietal que gusta y agrada sino que es un vino que el consumidor ha adoptado como algo permanente, esto no es un modismo sino que es una realidad que ya no tiene retorno. Por lo cual, hay que ser muy cuidadosos en la calidad que se ofrece. Debido a esto nosotros también este año nos hemos focalizado en los cuidados de prevención en los viñedos para lograr obtener una materia prima de primer nivel".
Finalmente, desde Finca La Luz contaron a Día a Día del Vino que "con estabilidad y previsibilidad, haríamos todo nuestro programa de inversiones ya mismo. Tenemos una empresa solvente con recursos propios. Pero hoy no se puede. Estamos concentrándonos en el proceso productivo y el desarrollo comercial de determinados mercados externos. Invertimos sin interrupciones para lograr siempre un mejor producto y a un mejor precio, y para desarrollar comercialmente los mercados externos; queremos estar certificados por las normas que requieren los estándares del exterior. Pero hemos postergado las inversiones no productivas. No es de buen administrador pagar en pesos inflacionarios con el producido de un dólar subvaluado. En cuanto al producto en sí, estamos en muy buen camino; en cuanto al precio, estamos concentrados en amortiguar el impacto del aumento de los costos internos, frente a un dólar artificial que se monetiza en pesos a un valor 35% menos que lo que realmente vale".
Recordemos además, que la posibilidad de fondearse para una empresa, significa crecer en producción, en adquisición de tecnología, en posicionamiento de mercado, en innovación, entre otras cosas. De este modo, si el dinero no llega, la realidad competitiva para estas bodegas se va haciendo cada vez más difusa.
Bajo este panorama, Día a Día del Vino dialogó con algunas compañías del sector para conocer más de cerca la realidad y cómo hacen para seguir adelante en un mercado financiero complicado.
Manuel Otero, de la bodega Otero Ramos destacó que primero hay que pensar porqué se está dando esta situación en Argentina, y es aquí donde indicó que "un país sin ahorro interno no puede tener crédito".
Por otra parte, agregó que lo que genera el ingreso de divisas son las inversiones externas. De este modo, "dada la realidad que vivimos con la diferencia de cambio, ningún inversor externo traerá dólares al país para que se los tomen al cambio oficial. Es necesario en carácter de urgencia crear condiciones para que las inversiones externas lleguen a nuestro país y no se vayan las que están".
Sin embargo, hay que ser realistas, y los empresarios resaltaron que los recientes acontecimientos indudablemente quitan las posibilidades de que esto pueda concretarse.
En Argentina y en especial la vitivinicultura hay una cantidad de elementos externos que perjudican notablemente al sector. Entre ellos, Otero destacó que las normativas y reglas de juego impuestas por el Estado Argentino, en las retenciones a las exportaciones, las demoras de largo tiempo en la devolución del Impuesto al valor agregado, el no permitir a la bodega que con sus propios recursos pueda dar mayor plazo de pago a los importadores, imposibilitan a la bodega competir en el mundo.
Por su parte, Tomás Tauszig de Finca Los Maza señaló que para empresas de pequeño tamaño las alternativas de financiamiento son muy limitadas. "El financiamiento bancario o tradicional es insuficiente y muchas veces debemos optar por financiamiento del tipo privado. Hay algunos subsidios y otras herramientas provistas por el estado que en contadas ocasiones hemos utilizado y que sirven, pero al igual que el financiamiento bancario, suelen resultar insuficientes", indicó.
Maximiliano Martirena, Director General de Finca La Luz concordó con sus colegas, y es que desarrolló que el escenario de imprevisibilidad afecta el mecanismo de toma de decisiones para realizar aquellas inversiones que no son esenciales al proceso productivo, es así que remarca que "es muy difícil en un contexto inflacionario saber el precio real de todos los componentes de nuestra actividad".
De este modo, este proyecto en particular no hace uso intensivo del crédito. Según comenta el directivo, "en escenarios de inflación e imprevisibilidad, no hay realmente crédito, y el que hay, tiene ese componente de tasa de interés inflacionaria que no está al alcance de todos. Y es lógico que sea así, aunque sea antipático decirlo. Los bancos que prestan líneas a una tasa fija que está debajo de la inflación anual, necesitan recuperarse vendiéndole a la empresa otros productos rentables. El final es terminar pagando la tasa inflacionaria. No hay que mentirse: con este escenario, o presta el Estado a tasa subsidiada y lo pagamos todos con impuestos y más inflación, o el crédito desaparece. Solo vamos a sobrevivir los que tenemos inversores prudentes y con un proyecto de años. Hay que prepararse para que la industria se concentre".
Debido a que las condiciones financieras y las reglas económicas cambian todo el tiempo para Manuel Otero es muy difícil tomar riesgos de inversiones grandes. Es por esto que han recurrido a distintas ayudas que dan entidades de la industria como el Fondo para la transformación o el IDITS, donde se pueden obtener créditos blandos y en algunas otras instituciones algunos subsidios que te permiten mejorar las condiciones del medio ambiente, el aprovechamiento de la energía, el ahorro del agua etc. "Por lo demás tenemos que recurrir a nuestras propias espaldas siempre siendo muy prudentes en las distintas alternativas a seguir", puntualizó.
Con respecto a financiarse a través de créditos bancarios, Tomás Tauszig mencionó que en los últimos seis meses las condicionas han cambiado considerablemente y acceder a ellos resulta muy complicado, ya que las tasas de préstamos comerciales rondan entre el 35 y 40% anual, lo cual Tauszig aseveró que resulta aversión de parte de los deudores en tomar más préstamos a las tasas actuales.
A su vez, Manuel Otero señaló que además de las elevadas tasas de interés, se suman los plazos de pago actuales. De esta forma, el empresario dijo que salvando estas excepciones es imposible pensar en importantes inversiones con las altas tasas de interés que los bancos pueden acordar. La realidad económica argentina es muy distinta a la que existe en otros países como Chile, Australia, Canadá, España, donde la generación de créditos para inversiones que posibiliten el crecimiento y la apertura laboral son realmente favorables.
"La consecuencia -para Otero- es que al no poder aumentar el producto hace imposible poder tomar préstamos que no sean dados bajo circunstancias especiales que prevén la ayuda que el gobierno permite a los efectos de tener continuidad en lo que hacemos".
Inversiones actuales
Por lo que en el contexto actual, en términos generales, Finca Los Maza ha priorizado inversiones moderadas y con retornos esperados en el corto a mediano plazo. Dichos desembolsos, "incluyen la continua capacitación de los recursos humanos de la empresa, inversiones en programas y sistemas, en vehículos, en comunicaciones y en la mejora de insumos, packaging e imagen de la bodega y sus productos. Este año no hemos planificado ninguna inversión del tipo inmobiliaria, y lo más probable es que tampoco lo hagamos en el 2015".
En el caso de Otero Ramos, y frente a la actualmente la competencia nacional e internacional, es que sus inversiones han prevalecido en el viñedo y distintas áreas de bodega y producción. Pero especialmente en el marketing y atención al cliente. "Es estar permanentemente en la búsqueda de nuevos mercados. Actualmente estamos enfocados en los mercados asiáticos y la India. Procuramos de destinar una parte de nuestro presupuesto a los viajes y acciones en busca de estos nuevos importadores", comentó Manuel Otero. Asimismo, añadió que "la inversión es muy grande y los resultados se verán en el tiempo, no se conquistan clientes y mercados de un día para otro. Dependerá de la eficacia y la experiencia para conseguirlo".
Además, aclaró que Argentina tiene la cepa emblema "Malbec", de una nobleza, calidad, fineza y elegancia muy particular, pero no hay que olvidar, que "no es solamente un varietal que gusta y agrada sino que es un vino que el consumidor ha adoptado como algo permanente, esto no es un modismo sino que es una realidad que ya no tiene retorno. Por lo cual, hay que ser muy cuidadosos en la calidad que se ofrece. Debido a esto nosotros también este año nos hemos focalizado en los cuidados de prevención en los viñedos para lograr obtener una materia prima de primer nivel".
Finalmente, desde Finca La Luz contaron a Día a Día del Vino que "con estabilidad y previsibilidad, haríamos todo nuestro programa de inversiones ya mismo. Tenemos una empresa solvente con recursos propios. Pero hoy no se puede. Estamos concentrándonos en el proceso productivo y el desarrollo comercial de determinados mercados externos. Invertimos sin interrupciones para lograr siempre un mejor producto y a un mejor precio, y para desarrollar comercialmente los mercados externos; queremos estar certificados por las normas que requieren los estándares del exterior. Pero hemos postergado las inversiones no productivas. No es de buen administrador pagar en pesos inflacionarios con el producido de un dólar subvaluado. En cuanto al producto en sí, estamos en muy buen camino; en cuanto al precio, estamos concentrados en amortiguar el impacto del aumento de los costos internos, frente a un dólar artificial que se monetiza en pesos a un valor 35% menos que lo que realmente vale".
Laura Saieg
lsaieg@areadelvino.com
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