APRENDER ¿Cómo conservar una botella de vino cerrada? ¿Y cuándo ya se abrió la botella?

Se necesita producir 316 quintales para mantener un viñedo

 Así lo señala un estudio del Observatorio de Economías Regionales, de Acovi. Esto significa un aumento del 25% en el rendimiento para la próxima temporada. El cálculo es para una explotación de 15 hectáreas.




Un estudio de cálculo de costos de producción del Observatorio de Economías de Regionales de la Asociación de Cooperativas Vitivinícolas (Acovi) indica que para que un productor pueda cubrir costos en la temporada 2013 - 2014, teniendo en cuenta los aumentos a partir de febrero necesitará (para una parcela que produzca uva con destino a blanco escurrido), un rendimiento promedio de 292 quintales por hectárea o vender el litro de vino a $ 2,51.

En tanto, para cubrir costos con amortizaciones es necesario producir 316 quintales en 15 hectáreas o vender el litro de vino a $ 2,65. Esto significa un aumento del 28% y 25% en los rendimientos respectivamente, comparado con la campaña anterior.

El estudio indica que para la temporada 2013 -2014 (junio 2013 - abril 2014) en los viñedos con producción de uva para blanco escurrido, para cubrir costos sin amortizaciones fue necesario producir 227 quintales por hectárea o vender vino a $ 2,12 el litro.

En tanto, para cubrir costos con amortizaciones, es decir teniendo en cuenta los gastos y las depreciaciones de los bienes de capital (pozo, inmueble, tractor, sistema de riego, desmalezadora, atomizadora pulverizadora, entre otros) fue imprescindible producir 252 quintales por hectárea en una finca de 15 hectáreas o vender el litro de vino a $ 2,26.

En tanto para el caso de los tintos en la temporada que terminó se estimó que para la producción de un genérico, para cubrir costos sin amortizaciones se requieren 176 quintales de rendimiento promedio en 15 hectáreas o vender vino a $ 2,65 por litro. Para cubrir costos con amortizaciones es necesarios producir 194 quintales o vender el litro de vino a $ 2,86.

En tanto, para la nueva temporada 2014/2015 para cubrir sin amortizaciones se requerirán producir 227 quintales en 15 hectáreas o vender el litro de vino a $ 3,22 por litro. En tanto, para cubrir costos con amortizaciones es necesario producir 246 quintales en 15 hectáreas o vender el litro de vino a $ 3,43 el litro. Esto constituye un aumento del 28% y el 25% respecto de 2013.

Calidad, en la mira

Con este panorama y ante una cosecha en la que vender uvas ha resultado un negocio de nula rentabilidad para el productor, ya con la mira puesta en 2015 varios se preguntan cuál será el destino de la calidad de la uva si el productor no tiene el dinero necesario para mantener la explotación en marcha.

"Creo que es necesaria una mirada sobre los costos vitícolas algo más completa que la que le damos viendo sólo el resultado de un año. La industria necesita producciones rentables: si el viñedo es rentable, pueden encararse prácticas culturales que potencien la calidad de la uva, en cualquiera de los segmentos o tipos de vino que necesitemos, darles continuidad. Permite planificar inversiones necesarias", señala el gerente de viñedos de Bodegas Norton, Pablo Minatelli.

Para Minatelli, la calidad en la uva no se consigue de un año para otro. "Las plantas son seres vivos y lo que hacemos un año repercute hacia los años siguientes. Pensar que sólo el raleo convierte una uva masiva en algo especial, es equivocado. Pensar que la producción por hectárea es en sí misma un factor cualitativo, es también equivocado. La calidad para cualquier segmento de vino se consigue con el trabajo constante, con un equilibrio en la planta que debe provocarse y mantenerse de un año a otro", dijo el técnico.

El responsable de viñedos de Norton, considera que, dado que la rentabilidad está fuertemente determinada por la producción unitaria del viñedo, utilizar este parámetro en el contexto del tipo de vino que hay que elaborar es crítico.

"No hay que producir en exceso, afectamos la calidad. Pero si por las dudas exigimos bajas producciones, afectamos la rentabilidad y la viabilidad de los viñedos. Los trabajos realizados por los grupos CREA sobre parámetros objetivos de calidad de uva, deben profundizarse", señaló.

Por su parte, Horacio Meli, Presidente de Cámara de Tupungato, indicó que "hoy con la producción del viñedo y los precios que se están pagando, no llegamos a la rentabilidad. Básicamente estamos en estado de sustentabilidad. Todos los varietales se han pagado lo mismo o menos que el año pasado. La mayor parte de los productores ha decidido elaborar vino a la espera de una mejora en el precio".

En tanto, Daniel Rodríguez, de la Asociación de Viñateros de Mendoza, sostuvo que los aumentos han sido muy importantes en todos los insumos que se requieren para mantener en marcha una finca y dijo: "En diciembre teníamos calculados aumentos de insumos del 300%. A esto hay que sumarle el aumento tras la devaluación, pero con la uva con los mismos valores que el año pasado, la gente no va a poder cuidar el viñedo".



Fuente: http://www.losandes.com.ar/notas/2014/4/12/necesita-producir-quintales-para-mantener-vinedo-778450.asp
 

 

 

Altos costos y posibles salidas

El viñatero necesita cada vez más vino para pagar insumos y lo necesario para vivir. Posiblemente le den menos vino por kilo de uva, culpa de la alta inflación.
 
Entre febrero de 2013 y de 2014, los salarios según Soeva se han incrementado un 25%. Los costos de los insumos también aumentaron: los fertilizantes 153% interanual y los herbicidas 109%.

Además hemos observado una mayor participación de la cosecha en los costos: actualmente el levantamiento de la cosecha más el flete superan el 45%.

En cuanto a la liquidación al viñatero, existe preocupación en lo referente a cuántos litros le corresponde por kilo a aquellos que se deciden a elaborar.

Los insumos enológicos también han tenido subas que van a golpear en la relación kilos-litros.
En tanto el precio del vino, está teniendo un incremento pero todavía no es suficiente para igualar la marcha de la inflación, que también está haciendo sentir sus efectos maléficos en otros aspectos.

Por ejemplo, en lo referente al comercio exterior, dado que la inseguridad de costos no permiten una normal comercialización de nuestros vinos en el exterior. España y otros competidores han salido con muy buenos precios y si bien nuestra calidad es muy apreciada, lentamente estamos perdiendo competitividad porque los costos internos nos abruman.

Es necesario que urgentemente se revean las medidas de la retenciones y reintegros. Si no, este año vamos a quedar nuevamente afuera y eso sería muy grave por la pérdida de mercados.

También ha tenido mucha incidencia el aumento de las tasas de interés y la menor disponibilidad financiera de los bancos luego de la devaluación y las medidas del Banco Central.

Los bancos han acortado el sobregiro en cuenta corriente y han aumentado los intereses en forma muy marcada. Eso ha provocado que las empresas proveedoras del mercado vitivinícola hayan cortado posplazos, las bodegas tienen que pagar de contado y entonces hay necesidad de tener efectivo.

Eso también ha golpeado los bolsillos de los productores, porque a la hora de comprar es el eslabón más débil de la cadena. Es decir que la falta de liquidez también incide hoy en el precio de la uva y del vino, para que no aumente como debería ser.

Indudablemente que ante la escasez de cosecha y las situaciones antes nombradas, al productor le conviene hacer vino, puesto que se tiene que tonificar y esperemos que sea lo suficiente que justifique la espera.

Mientras tanto, hay que auxiliar al viñatero con créditos subsidiados para que realice las labores normales y luego cancele cuando pueda vender bien su vino. Hay que defender al pequeño productor.

Si no, el año va a ser muy largo, puesto que las condiciones dentro de la industria están dadas para que aumente el precio. Lamentablemente la situación macro del país juega en contra.

Para ayudar a revitalizar el precio del vino, el fondo de estabilización es una buena herramienta y va a cooperar para equilibrar la oferta y demanda del vino.

Es una esperanza, al igual que la ley para edulcorar bebidas analcohólicas, que tonificaría el mercado del mosto internamente. Es otra medida de fondo que el sector espera y que las entidades estamos animando para que salga la ley nacional necesaria.

Por Dr. Carlos Iannizzotto - Gerente de la Asociación de Cooperativas Vitivinícolas (Acovi) y Vicepresidente de Coninagro

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