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Georg
Riedel estuvo en Mendoza realizando workshops con especialistas para
elegir la copa que mejor expresara las características del Malbec. En
esta nota, la opinión de algunos de los que estuvieron presentes y las
características de lo que sería la "copa ideal" para disfrutar más el
vino.
Claudia Ortiz
cortiz@areadelvino.com
cortiz@areadelvino.com
Durante un par de jornadas, uno de los cristaleros más famosos del mundo
presentó ante especialistas y personas vinculadas al mundo del vino
diferentes tipos de copas, cada una de ellas creada para una cepa en
particular. La idea de estos workshops que encabezó era elegir "la copa
Malbec", es decir, la copa que perfeccionará la que Georg Riedel ya creó
hace tiempo para esta cepa emblemática de Argentina.
"Se trató de un ejercicio en el que se degustó un mismo vino en 16 o 17 copas distintas -según el caso- y se fueron descartando las copas que menos resaltaban las cualidades del vino hasta terminar con una copa determinada. En el caso del Malbec fue particularmente impactante descubrir que, a ciegas, la mayoría de los catadores eligió la copa que Riedel justamente había diseñado para el Malbec", explicó Andrés Rosberg, presidente de la Asociación Argentina de Sommeliers.
La Sommelier Mariana Onofri de "The Vines of Mendoza" explicó que, "hubo dos grupos de 20 profesionales aproximadamente. Sumando las votaciones de ambos grupos la copa numero 7 fue la elegida para el Malbec. Igualmente de esa selección, Georg Riedel toma la información para desarrollar la copa perfecta. La elegida es una copa similar a la ya diseñada para el Syrah y en el caso del Torrontés, ambos grupos elegimos la misma copa cuya forma es similar a la de Pinot Grigio o Riesling".
José Manuel Ortega, presidente de O Fournier comentó que solo estuvo presente en la elección de "la copa Torrontés", y afirmó que la experiencia fue fascinante. "Me encantó, yo siempre soy un escéptico por naturaleza pero se podían sentir las diferencias significativas como la intensidad de los aromas e incluso la calidad de los aromas, lo mismo con la acidez", detalló Ortega.
¿Cómo influye la copa en el vino?
Rosberg comentó que, "las diferentes formas, tamaños y diseños hacen que varíe el flujo del vino desde la copa hacia la boca, lo que resalta -o atempera, según el caso- la percepción de acidez, taninos, alcohol, aromas, etc."
Para Onofri, "cada varietal tiene características diferentes, que las copas pueden realzar para bien o para mal. Las copas diseñadas para cada varietal nos permiten disfrutar de un varietal con la mejor expresión realzando todas sus virtudes".
Diferentes copas funcionan mejor o peor con distintos vinos. "En el caso del Malbec, por ejemplo, vimos cómo se lucía la copa ideal para el Malbec, cómo las copas para Syrah funcionaban casi tan bien como la de Malbec, seguidas por las de Cabernet Sauvignon y, a mayor distancia, por las de Pinot Noir - ya que algunos varietales tienen más de una copa", añadió el presidente de la Asociación Argentina de Sommeliers.
No sólo es cuestión de copas
Las copas ideadas para cada varietal, pueden funcionar mejor que el estándar de la copa de cata normalizada, la cual es de cristal y expresa mejor el vino que una copa de vidrio, o un vaso. "Es una cuestión del grado en que se expresa un vino... ¡pero no quiere decir que el vino no se disfrute en las copas que tenemos en casa!", manifestó Andrés Rosberg.
En coincidencia con él, Mariana Onofri dijo, "sería fantástico poder contar con una copa diferente para cada varietal, ayuda mucho para realzar la mejor expresión de cada vino. Sin embargo, también creo que el vino se disfruta más allá de la copa. Una buena copa es un factor más para aumentar el placer al disfrutarlo, pero creo que hay muchos otros factores - y muy importantes - que hacen al disfrute un vino, como puede ser algo tan simple como compartir un vino con una persona querida. Si estamos disfrutando el momento, vamos a disfrutar el vino a pesar de no tener la copa perfecta".
"Se trató de un ejercicio en el que se degustó un mismo vino en 16 o 17 copas distintas -según el caso- y se fueron descartando las copas que menos resaltaban las cualidades del vino hasta terminar con una copa determinada. En el caso del Malbec fue particularmente impactante descubrir que, a ciegas, la mayoría de los catadores eligió la copa que Riedel justamente había diseñado para el Malbec", explicó Andrés Rosberg, presidente de la Asociación Argentina de Sommeliers.
La Sommelier Mariana Onofri de "The Vines of Mendoza" explicó que, "hubo dos grupos de 20 profesionales aproximadamente. Sumando las votaciones de ambos grupos la copa numero 7 fue la elegida para el Malbec. Igualmente de esa selección, Georg Riedel toma la información para desarrollar la copa perfecta. La elegida es una copa similar a la ya diseñada para el Syrah y en el caso del Torrontés, ambos grupos elegimos la misma copa cuya forma es similar a la de Pinot Grigio o Riesling".
José Manuel Ortega, presidente de O Fournier comentó que solo estuvo presente en la elección de "la copa Torrontés", y afirmó que la experiencia fue fascinante. "Me encantó, yo siempre soy un escéptico por naturaleza pero se podían sentir las diferencias significativas como la intensidad de los aromas e incluso la calidad de los aromas, lo mismo con la acidez", detalló Ortega.
¿Cómo influye la copa en el vino?
Rosberg comentó que, "las diferentes formas, tamaños y diseños hacen que varíe el flujo del vino desde la copa hacia la boca, lo que resalta -o atempera, según el caso- la percepción de acidez, taninos, alcohol, aromas, etc."
Para Onofri, "cada varietal tiene características diferentes, que las copas pueden realzar para bien o para mal. Las copas diseñadas para cada varietal nos permiten disfrutar de un varietal con la mejor expresión realzando todas sus virtudes".
Diferentes copas funcionan mejor o peor con distintos vinos. "En el caso del Malbec, por ejemplo, vimos cómo se lucía la copa ideal para el Malbec, cómo las copas para Syrah funcionaban casi tan bien como la de Malbec, seguidas por las de Cabernet Sauvignon y, a mayor distancia, por las de Pinot Noir - ya que algunos varietales tienen más de una copa", añadió el presidente de la Asociación Argentina de Sommeliers.
No sólo es cuestión de copas
Las copas ideadas para cada varietal, pueden funcionar mejor que el estándar de la copa de cata normalizada, la cual es de cristal y expresa mejor el vino que una copa de vidrio, o un vaso. "Es una cuestión del grado en que se expresa un vino... ¡pero no quiere decir que el vino no se disfrute en las copas que tenemos en casa!", manifestó Andrés Rosberg.
En coincidencia con él, Mariana Onofri dijo, "sería fantástico poder contar con una copa diferente para cada varietal, ayuda mucho para realzar la mejor expresión de cada vino. Sin embargo, también creo que el vino se disfruta más allá de la copa. Una buena copa es un factor más para aumentar el placer al disfrutarlo, pero creo que hay muchos otros factores - y muy importantes - que hacen al disfrute un vino, como puede ser algo tan simple como compartir un vino con una persona querida. Si estamos disfrutando el momento, vamos a disfrutar el vino a pesar de no tener la copa perfecta".
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