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En
la última década, el consumo de este tipo de vinos se duplicó. Junto
con este fuerte crecimiento, también hubo modificaciones en los hábitos.
En los últimos años, uno de los
principales cambios de hábitos en el negocio del vino fue el fuerte
crecimiento y desestacionalización del consumo de espumantes.
Cabe destacar que, según un reciente informe de la consultora Abeceb, en el caso de los vinos tranquilos, en la última década se observó una fuerte contracción del orden del 25% en cuanto a los niveles de consumo, al pasar de alrededor de 33 litros por persona por año en 2003 a los 24,3 litros con los que cerró el 2013.
Como contrapartida, los espumantes exhibieron un marcado crecimiento: de un consumo cercano al medio litro per cápita por año, se pasó a casi un litro el año pasado.
Para revisar el tema puntual de la desestacionalización, desde Abeceb destacaron que en 1993, la mitad de todas las ventas de espumantes en el año se hicieron entre octubre y diciembre. Ya en 2003 la proporción había caído hasta el 42%. Pero en 2013 se nota un reparto más equitativo de las ventas a lo largo de todo el año, ya que entre octubre y diciembre se vendió apenas el 36% del total.
En este contexto, según concluye informe del Instituto Nacional de Vitivinicultura, "los vinos espumantes han conquistado un espacio en el mercado mundial por lo que han aparecido nuevos productores, aumentando las ventas en el mercado interno y externo".
Paralelamente, destaca que "en el transcurso de 2013 se observa que la producción comercializada es un 18% mayor que en 2012 y al analizar el volumen destinado a mercado interno, se observa una demanda prácticamente constante, con lo cual se puede afirmar que se ha perdido la estacionalidad para pasar a ser consumido durante todo el año".
En cuanto a las preferencias de los argentinos, el informe del INV destaca que el 75% del consumo se concentra "en los espumantes secos, como el extra brut".
Sin embargo, aclara que "el mayor crecimiento se da en las variedades brut nature o dulce".
Perfil del consumidor
Una encuesta realizada por la consultora Stg -y adelantada en exclusiva para Vinos & Bodegas iProfesional- reveló algunos hábitos que rigen entre los argentinos, en la actualidad, a la hora de beber espumantes.
Según el relevamiento, el 96% de los consultados prefiere beberlos durante los fines de semana, en tanto que el 88% del consumo se concentra en la cena.
Paralelamente, el 94% de las personas que beben espumantes lo hacen acompañados -principalmente en el hogar-, en tanto que casi la mitad elige este producto para conmemoraciones, aniversarios o festejos especiales.
"De lo anterior, se desprende un orden de preferencia de los espumantes y champañas para acompañar cenas románticas, cumpleaños y reuniones con amigos", destaca el informe.
El relevamiento profundiza en los hábitos y concluye que la mitad de los encuestados expresó su preferencia a beber espumantes luego de las comidas.
Quienes en cambio sí eligen este producto para acompañar comidas, eligen preferentemente tablas de quesos y fiambres.
En cuanto a los hábitos de compra, 8 de cada 10 personas aseguró que habitualmente adquiere espumantes en supermercados de marcas reconocidas. En segundo término, eligen la compra en vinotecas.
Sin embargo, el informe de Stg revela que "a la hora de regalar un espumante, se invierte la elección", dado que casi 60% de los encuestados aseguró en esos casos el canal de compra elegido son las vinotecas.
En cuanto a los rangos de precios, el informe destaca que:
· La mayoría de los entrevistados considera que hoy un "buen espumante o champaña" tiene un precio que oscila el rango de entre los 51 y 100 pesos.
· Consideran un espumante o champaña de dudosa calidad aquel que cueste entre 25 y 50 pesos.
· Entre 150 y 300 pesos es el valor que consideran los encuestados como un producto "bueno" pero "caro", "al punto que es coincidente para este rango de precios la posibilidad de no comprarla por muy buena que fuese", concluye el informe.
Fuente: http://www.iprofesional.com/notas/184788-Radiografa-del-consumo-de-espumantes-qu-cmo-dnde-y-cundo-prefieren-beber-los-argentinos
Cabe destacar que, según un reciente informe de la consultora Abeceb, en el caso de los vinos tranquilos, en la última década se observó una fuerte contracción del orden del 25% en cuanto a los niveles de consumo, al pasar de alrededor de 33 litros por persona por año en 2003 a los 24,3 litros con los que cerró el 2013.
Como contrapartida, los espumantes exhibieron un marcado crecimiento: de un consumo cercano al medio litro per cápita por año, se pasó a casi un litro el año pasado.
Para revisar el tema puntual de la desestacionalización, desde Abeceb destacaron que en 1993, la mitad de todas las ventas de espumantes en el año se hicieron entre octubre y diciembre. Ya en 2003 la proporción había caído hasta el 42%. Pero en 2013 se nota un reparto más equitativo de las ventas a lo largo de todo el año, ya que entre octubre y diciembre se vendió apenas el 36% del total.
En este contexto, según concluye informe del Instituto Nacional de Vitivinicultura, "los vinos espumantes han conquistado un espacio en el mercado mundial por lo que han aparecido nuevos productores, aumentando las ventas en el mercado interno y externo".
Paralelamente, destaca que "en el transcurso de 2013 se observa que la producción comercializada es un 18% mayor que en 2012 y al analizar el volumen destinado a mercado interno, se observa una demanda prácticamente constante, con lo cual se puede afirmar que se ha perdido la estacionalidad para pasar a ser consumido durante todo el año".
En cuanto a las preferencias de los argentinos, el informe del INV destaca que el 75% del consumo se concentra "en los espumantes secos, como el extra brut".
Sin embargo, aclara que "el mayor crecimiento se da en las variedades brut nature o dulce".
Perfil del consumidor
Una encuesta realizada por la consultora Stg -y adelantada en exclusiva para Vinos & Bodegas iProfesional- reveló algunos hábitos que rigen entre los argentinos, en la actualidad, a la hora de beber espumantes.
Según el relevamiento, el 96% de los consultados prefiere beberlos durante los fines de semana, en tanto que el 88% del consumo se concentra en la cena.
Paralelamente, el 94% de las personas que beben espumantes lo hacen acompañados -principalmente en el hogar-, en tanto que casi la mitad elige este producto para conmemoraciones, aniversarios o festejos especiales.
"De lo anterior, se desprende un orden de preferencia de los espumantes y champañas para acompañar cenas románticas, cumpleaños y reuniones con amigos", destaca el informe.
El relevamiento profundiza en los hábitos y concluye que la mitad de los encuestados expresó su preferencia a beber espumantes luego de las comidas.
Quienes en cambio sí eligen este producto para acompañar comidas, eligen preferentemente tablas de quesos y fiambres.
En cuanto a los hábitos de compra, 8 de cada 10 personas aseguró que habitualmente adquiere espumantes en supermercados de marcas reconocidas. En segundo término, eligen la compra en vinotecas.
Sin embargo, el informe de Stg revela que "a la hora de regalar un espumante, se invierte la elección", dado que casi 60% de los encuestados aseguró en esos casos el canal de compra elegido son las vinotecas.
En cuanto a los rangos de precios, el informe destaca que:
· La mayoría de los entrevistados considera que hoy un "buen espumante o champaña" tiene un precio que oscila el rango de entre los 51 y 100 pesos.
· Consideran un espumante o champaña de dudosa calidad aquel que cueste entre 25 y 50 pesos.
· Entre 150 y 300 pesos es el valor que consideran los encuestados como un producto "bueno" pero "caro", "al punto que es coincidente para este rango de precios la posibilidad de no comprarla por muy buena que fuese", concluye el informe.
Fuente: http://www.iprofesional.com/notas/184788-Radiografa-del-consumo-de-espumantes-qu-cmo-dnde-y-cundo-prefieren-beber-los-argentinos
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