Patricio Tapia, periodista y catador profesional "Argentina debería hacer vinos de espalda a los mercados"

El periodista, quien actualmente trabaja para la revista Wine & Spirits en Nueva York da su opinión sobre la vitivinicultura argentina y en qué debería hacer hincapié para continuar su posicionamiento en el mundo.

¿Cuál es tu opinión sobre los vinos que has probado durante tu estadía en Mendoza?

Creo que la tendencia va hacia vinos más frescos, menos madera, concentración y extracción, es un hecho real, ya no es parte del discurso del enólogo. Uno lo puede percibir en los vinos que prueba de este país. En general en el concurso de los Argentina Wine Awards, me sorprendió mucho el Cabernet Franc. El malbec no es una sorpresa, ya sabemos que es rico y que se comporta bien sólo pero también en blends.

¿Cuál es el camino que debería seguir la vitivinicultura argentina?

Tanto Argentina como Chile y Australia, han seguido un camino de satisfacer mercados, si los importadores de diferentes países me dicen que quieren determinados estilos de vinos, le hago a cada uno lo que desea y eso es acomodarse al mercado. El siguiente paso que tiene que dar Argentina, que de hecho ya lo está dando, es darle la espalda al mercado, hacer vinos que salgan de su propia inquietud y no de la inquietud de quien le dice qué es lo que vende y que no. Con esto mente, Argentina se libera y puede tomar riesgos. Puede ser con vinos naturales, de distintas zonas, elaborados de diferentes maneras, son muchos caminos los que se pueden tomar en un país tan grande como este en términos vitícolas.

¿A qué variedades Argentina debería darle mayor importancia?

A mí me interesa mucho el torrontés y la bonarda, creo que son los segundos vinos de Argentina, muy bebibles y cuando no se hacen con tanta ambición funcionan muy bien. Creo que el malbec es la "variedad", y el cabernet franc ha dado muchas sorpresas. La criolla, es una variedad asombrosa, es lo más autóctono que tenemos. Argentina puede ir por ahí también.

¿Cuál es el rol de los comunicadores y sommeliers para promover el consumo?

Nuestra tarea es ofrecer perspectivas y ser lo más simple y sencillo posible a la hora de dar un mensaje. También hay que distinguir los públicos, los que beben por diversión y los fanáticos del vino. Al fanático, hay que enseñarle porque luego enseñará a los demás. En todos los grupos de amigos, siempre hay uno que es el que más sabe. A él hay que educar para que enseñe a su entorno y eso a gran escala hace que haya grandes generadores de tendencias, a ese tipo de gente hay que mostrarle y educarlo sobre regiones y subregiones, a los otros sólo basta con decirles: "mira que rico es este vino de Mendoza". Hay que apelar a todas las redes sociales, toda forma de comunicación sirve. Hay tanto por hacer y por lo tanto por comunicar, que vivir en Mendoza es como estar en primera fila, ver cómo se desarrolla el show. Todos los vinos novedosos que están haciendo bodegas como Trapiche, Zuccardi, los Michelini son noticia y hay que comunicarlo. Nosotros tenemos la responsabilidad de comunicar todo esto a la gente.