Reabrió Primafila por Fabian Couto de Couto Dixit

De nuevo en las terrazas del Buenos Aires Design. Un clásico italiano ahora pensado para los argentinos. Con renovada arquitectura y diseño, distintos espacios y atractiva oferta gastronómica.

El mall Buenos Aires Design, enclavado en el barrio de Recoleta sobre la loma de Plaza Francia, mantiene su atractivo, habiendo sido el primer shopping dedicado enteramente al equipamiento, diseño y la decoración; equipado con las mejores marcas de la especialidad. Hoy día continúa siendo un lugar clave en su tipo.

El mall cuenta con una enorme y muy agradable terraza poblada de una llamativa oferta gastronómica, donde el restaurante Primafila ocupa un lugar destacado.

Un clásico del paseo recoleto inaugurado en el 2003 apuntando principalmente a un público turista, hoy Primafila cumplió 10 años y decidió renovarse por completo, reorientarse a un público local y orientar su carta principalmente a una propuesta gastronómica de impronta italiana.

Primafila resulta muy agradable, sofisticado pero despojado a la vez, invita a estar, a relajarse y disfrutar.

oleo dixit primafila

Acorde a que se encuentra en un punto emblemático del diseño de avanzada, el restaurante encargó su rediseño a uno de los principales estudios de arquitectura, Nidolab, y todos los detalles de interiores a otro prestigioso estudio: Gibrat. El resultado es un restó de una estética cuidada y de excelencia con cuatro espacios de perfecto equilibrio y continuidad de estilo.

El vagón, un lugar compuesto por 4 boxes simulando la estética del salón restaurante de un tren europeo, otro un espacio tipo galería con vista al paseo algo más informal y muy luminoso, el salón principal , de gran amplitud con buen espacio entre mesa y mesa y que en su fondo anida un hermoso jardín de invierno que aporta un toque de frescura. El lugar cuenta además con una gran barra donde acodarse a beber una cerveza helada o almorzar; y, por último, la terraza con una vista privilegiada de las colinas arboladas de Plaza Francia y la Facultad de Derecho.

La barra central ubicada en la terraza ofrece una variada carta de tragos y excelentes opciones de acompañamiento.

A esta altura se preguntarán lo fundamental: ¿se come bien en Primafila? Sí, realmente se come sabroso, abundante y a precios amables considerando que la zona es una de las más caras y de mayor concentración de dinero de la ciudad.

El chef  de Primafila, junto a su brigada, denota aplicación y un trabajo conciente por brindar un buen servicio y una cocina de excelencia. Esto se evidencia en pequeños detalles como la panera de tentadores panes de elaboración casera, como la calidad en los insumos que denotan los platos en su elaboración y como así también su esmerada presentación.

Si bien hay muy llamativas entradas, a juzgar por el enorme horno de piedra en forma de torre que pude observar acercándome a la cocina decidí optar por las pizzas, una muy buena especialidad del lugar, ideales para compartir si van en pareja antes de probar algún principal.

Lucca: Una pizza de masa rica y crocante, con mermelada de cebollas caramelizadas, queso brie, tomates secos y rúcula. Pruébenla! $85.

La propuesta del menú es principalmente de tendencia italiana así que las pastas deberían de estar bien y así es que pude comprobarlo.

Gnocchi de Ricota y Espinaca: El plato llegó a la mesa caliente y al dente, una riquísima y abundante porción de pasta casera con olivas, pomodoro, albahaca y una mozzarella de excelencia, fior di late. $85.

oleo dixit primafila

Probé también para ver qué tal estaban otros platos que no fuesen pastas: las mollejas crocantes con chutney y ensalada criolla. Un buen plato, muy sabrosas las mollejas, aunque quizás deberían haber estado algo más crocantes (tan solo aclaro esto porque así es que se anunciaban).

A la hora de pensar en un vino con el cual acompañar la comida es de destacar la inmensa cava del restaurante con casi 1000 etiquetas y precios más que justos y razonables.

Inteligente y atractiva resulta la propuesta a la hora de los postres, ya que está pensada para conformar al más goloso y a su vez poder compartirse. Todos los postres son de marcada impronta italiana y cuestan lo mismo, pero por apenas unos pesos más se le puede adicionar una porción de un gusto de helado de la prestigiosa marca Freddo.

O sea, una Mousse de Dulce de Leche, con merengue crocante y almendras tostadas más una bocha de crema americana, $40 + $15= $ 55. Y comen bien dos personas.

Para terminar, algunos detalles más a destacar: los sábados y domingos ofrecen un Brunch elogiable e ideal de ser disfrutado al sol en su terraza.

Por ser la zona un lugar de difícil y de costoso estacionamiento, Primafila ofrece una  cortesía digna de destacar: dos horas sin costo de estacionamiento dentro del Buenos Aires Design , ya sea a la hora del almuerzo o la cena.

Por último, quiero resaltar la atención solícita y dedicada de las camareras, cosa no tan fácil de hallar en otros restaurantes de esa zona.

Primafila está bueno y resulta una buena opción para ser tenida en cuenta en el barrio de Recoleta a la salida de los cines o tan solo donde recalar luego de un paseo por el mall.

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