El
aporte de los clubes especializados y la masificación de compras por
Internet están ayudando al sector a consolidar sus ventas en el mercado
doméstico.
Con unos 30 litros anuales por
persona, la Argentina se ubica en el séptimo puesto del ranking mundial
de principales países consumidores de vino y asciende al quinto entre
las naciones productoras, gracias al impulso de una industria en
crecimiento, pese a las complicaciones generadas por el aumento de
costos.
En los últimos tiempos, el aporte de los clubes
especializados y la masificación de compras por Internet ayudaron al
sector a consolidar sus ventas en el mercado doméstico, según un informe
difundido por la agencia Noticias Argentinas.
El país cuenta con
casi 1.000 bodegas en funcionamiento, entre boutique, medianas y
grandes que impulsan, mediante la producción local, etiquetas que se
preparan para competir con los mejores vinos del mundo, además de
abastecer a un mercado doméstico cada vez más exigente con la calidad.
A
su vez, el haber sido seleccionado como bebida nacional, otorga al vino
un papel destacado para la economía y producción en el país, más allá
de que los bodegueros insisten en la necesidad de contener la suba de
costos en el sector.
Esta tendencia, que impulsa la producción
local de bodegas grandes y pequeñas, ya cuenta con miles de socios en
todo el territorio nacional.
"En solo tres años, ya son más de
10.000 los socios que BonVivir tiene a lo largo de todo el país", señaló
Teresa García Santillán, gerenta de proyecto del club.
"Además,
tenemos un crecimiento de socios, previsto para este año, del 50 por
ciento con respecto al año anterior, lo que demuestra que se trata de
una tendencia que se está instalando con fuerza y gran aceptación",
agregó.
Acompañando esta tendencia en crecimiento, los usuarios
más jóvenes comienzan a interesarse por la dinámica de los clubes de
vinos y en base a las estadísticas, en un mundo tradicional de hombres,
las mujeres se animan a participar del segmento, según plantean los
analistas del mercado.
En este contexto, la tecnología no solo
está aplicada a lograr una mayor profesionalización en la industria,
sino que también se encuentra en la forma de adquirir y "relacionarse"
con el vino, agregan los especialistas.
Si bien los amantes del
vino buscan ver la botella, leer su etiqueta y corroborar la cosecha de
la selección que desean comprar, con los cambios en los estilos de vida,
confían también en otras formas para adquirir estos productos, como es
el caso de las compras por internet mediante los clubes.
"Además
de estar recomendadas por sommeliers, todas las selecciones de BonVivir
cuentan con notas de catas, maridajes, e información adicional sobre
el vino y la bodega para que cada usuario sienta que está comprando él
mismo la botella, como si estuviera en una vinoteca", explicó García
Santillán.
"De esa forma, no se pierde el proceso de selección de
vinos, que muchos socios buscan preservar. También pueden conocer a los
enólogos detrás de las marcas a través de exclusivas entrevistas que
les realizamos", añadió.
Con un porcentaje de crecimiento del 44%
con respecto al año anterior, el comercio electrónico también
favoreció a los clubes de vinos, facilitando el proceso de compra y
permitiendo a los usuarios recibir los productos en la comodidad de cada
hogar, sin necesidad de tener que salir a comprarlos y con el beneficio
de un precio menor que en el mercado.
Se estima que el 54,5% de
los usuarios de internet ha realizado compras en clubes de compra
durante el último año, lo que evidencia que la tendencia llegó para
quedarse, de acuerdo con los especialistas.
Fuente: http://www.mdzol.com/nota/494627-las-compras-en-linea-lo-que-esta-empujando-a-la-industria-vitivinicola/
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