- Obtener enlace
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones
Un
vivero en Pocito experimenta esta técnica que reduce un 50% el costo de
la planta. Aunque está en etapa de observación, hay ya plantaciones con
muy buenos resultados en fincas de La Rioja y Mendoza.
La Argentina tiene 220 mil hectáreas
cultivadas con vides en 17 provincias productoras debido a la expansión
de la vitivinicultura hacia nuevas regiones y microclimas para la
obtención de vinos, jugos de uva, uva en fresco y pasas. Las últimas
inversiones en bodegas, secaderos y galpones de empaque ha requerido de
no sólo necesitar las variedades tradicionales sino nuevas que se suman a
la demanda de un comercio internacional cada vez más dinámico.
Se estima que entre lo nuevo que se planta y lo que se renueva por fallas, reemplazo de viejos viñedos, etc, se necesitan 25 millones de plantas para armar unas 17.000 hectáreas.
Durante la década del 90 el boom de la Promoción Agrícola presionó con una demanda extraordinaria que superaba a la de los viveros locales no sólo por la cantidad sino por las nuevas variedades demandadas no presentes en el país, hecho que motivó que se importara plantas, ingresando muy buenos materiales en muchos casos y de dudosa sanidad y procedencia en varios casos.
Por este nuevo mercado de plantas, se ampliaron muchos viveros en la Argentina. Lo bueno es que nuestros establecimientos han realizado inversiones en biotecnología y han desarrollado nuevos sistemas de investigación que les permita producir en menor tiempo y a un precio por planta cada vez menor.
Por eso no sorprende que Vivero Amat esté poniendo a punto una nueva técnica que viene ensayando desde hace cuatro años para establecer nuevos cultivos de vid.
Los objetivos que se están buscando son:
*Abaratamiento de costos de producción.
*Ahorro de tiempo y espacio
*Posibilidad de obtener un producto más sano y libre de enfermedades que se propagan en el suelo, como por ejemplo los nematodos.
"La técnica utilizada no difiere mucho de lo realizado por nuestros ancestros en la instalación de nuevos cultivos, solo que brinda casi una total seguridad en el desarrollo de la planta y más medida de seguridad con respecto a la propagación de plagas y enfermedades" explicó Hugo Amat, propietario del establecimiento ubicado en Pocito.
Las ventajas que se obtienen con el uso de este producto comparado con las de uso tradicional de barbechos y plantas en macetas son:
*Un costo para el productor del 50 % menos.
*Un valor de flete que se reduce a un tercio.
*Establecimiento del cultivo en cualquier época del año, pues el producto puede guardarse en frigorífico hasta 6 meses, tomando algunos recaudos especiales.
Si bien el producto todavía se encuentra en etapa de observación, ya se han realizados cultivos con muy buenos resultados en la provincia de la Rioja y en Mendoza en donde este año se continúan con nuevas experiencias.
Se cree que en la próxima temporada el producto será ofrecido al los productores en forma masiva.
Metodología
Las estacas seleccionadas de los viñedos y parrales observados en el verano son extraídas por personal capacitado y traída al vivero. En el establecimiento se seleccionan las estacas adecuadas descartando las anómalas. Seguidamente se produce a la desinfección de las mismas con azufre y cobre. El material leñoso es llevado a piletas donde se hidrata y se lava. Desde allí los atados se colocan en piletas que tienen hormonas que generan enraizamiento.
Mientras se realiza esta operación operarios desinfectan el suelo donde se pondrán las estacas con bromuro de metilo. Sobre esta tierra desinfectada se colocan los atados para que las estacan en un término de 30 a 40 días formen los callos (raicillas). Posteriormente se desentierran y se lavan con agua. Luego se desinfectan con Captan, para colocarlos en bolsas plásticas y se concluye el embalado dentro de cajas perfectamente identificadas.
Desde allí se le entrega al productor para plantación directa a campo o se guarda el material en cámara frigorífica.
"Así se crea un material que va a enraizar directamente a campo, obteniendo plantas muchos más sanas, ya que al no llevar muchas raíces y tierra como en el barbecho tradicional, se va a disminuir mucho los riesgos de transportar nematodos al lugar donde vamos a plantar el nuevo viñedo. Hoy una estaca de estas condiciones puede valer en el mercado unos dos pesos, lo que abarata mucho los costos sin descuidar la calidad" explicó finalmente Amat.
Fuente: http://www.diariodecuyo.com.ar/home/new_noticia.php?noticia_id=593199
Se estima que entre lo nuevo que se planta y lo que se renueva por fallas, reemplazo de viejos viñedos, etc, se necesitan 25 millones de plantas para armar unas 17.000 hectáreas.
Durante la década del 90 el boom de la Promoción Agrícola presionó con una demanda extraordinaria que superaba a la de los viveros locales no sólo por la cantidad sino por las nuevas variedades demandadas no presentes en el país, hecho que motivó que se importara plantas, ingresando muy buenos materiales en muchos casos y de dudosa sanidad y procedencia en varios casos.
Por este nuevo mercado de plantas, se ampliaron muchos viveros en la Argentina. Lo bueno es que nuestros establecimientos han realizado inversiones en biotecnología y han desarrollado nuevos sistemas de investigación que les permita producir en menor tiempo y a un precio por planta cada vez menor.
Por eso no sorprende que Vivero Amat esté poniendo a punto una nueva técnica que viene ensayando desde hace cuatro años para establecer nuevos cultivos de vid.
Los objetivos que se están buscando son:
*Abaratamiento de costos de producción.
*Ahorro de tiempo y espacio
*Posibilidad de obtener un producto más sano y libre de enfermedades que se propagan en el suelo, como por ejemplo los nematodos.
"La técnica utilizada no difiere mucho de lo realizado por nuestros ancestros en la instalación de nuevos cultivos, solo que brinda casi una total seguridad en el desarrollo de la planta y más medida de seguridad con respecto a la propagación de plagas y enfermedades" explicó Hugo Amat, propietario del establecimiento ubicado en Pocito.
Las ventajas que se obtienen con el uso de este producto comparado con las de uso tradicional de barbechos y plantas en macetas son:
*Un costo para el productor del 50 % menos.
*Un valor de flete que se reduce a un tercio.
*Establecimiento del cultivo en cualquier época del año, pues el producto puede guardarse en frigorífico hasta 6 meses, tomando algunos recaudos especiales.
Si bien el producto todavía se encuentra en etapa de observación, ya se han realizados cultivos con muy buenos resultados en la provincia de la Rioja y en Mendoza en donde este año se continúan con nuevas experiencias.
Se cree que en la próxima temporada el producto será ofrecido al los productores en forma masiva.
Metodología
Las estacas seleccionadas de los viñedos y parrales observados en el verano son extraídas por personal capacitado y traída al vivero. En el establecimiento se seleccionan las estacas adecuadas descartando las anómalas. Seguidamente se produce a la desinfección de las mismas con azufre y cobre. El material leñoso es llevado a piletas donde se hidrata y se lava. Desde allí los atados se colocan en piletas que tienen hormonas que generan enraizamiento.
Mientras se realiza esta operación operarios desinfectan el suelo donde se pondrán las estacas con bromuro de metilo. Sobre esta tierra desinfectada se colocan los atados para que las estacan en un término de 30 a 40 días formen los callos (raicillas). Posteriormente se desentierran y se lavan con agua. Luego se desinfectan con Captan, para colocarlos en bolsas plásticas y se concluye el embalado dentro de cajas perfectamente identificadas.
Desde allí se le entrega al productor para plantación directa a campo o se guarda el material en cámara frigorífica.
"Así se crea un material que va a enraizar directamente a campo, obteniendo plantas muchos más sanas, ya que al no llevar muchas raíces y tierra como en el barbecho tradicional, se va a disminuir mucho los riesgos de transportar nematodos al lugar donde vamos a plantar el nuevo viñedo. Hoy una estaca de estas condiciones puede valer en el mercado unos dos pesos, lo que abarata mucho los costos sin descuidar la calidad" explicó finalmente Amat.
Fuente: http://www.diariodecuyo.com.ar/home/new_noticia.php?noticia_id=593199
Comentarios